M¨¢s que hartos
Que la casta lleve a?os dedic¨¢ndose al politiqueo en lugar de a la pol¨ªtica es apasionante, pero est¨¢n sembrando desafecci¨®n para la pr¨®xima d¨¦cada
En Network (Un mundo implacable, en Espa?a), el personaje principal es un presentador que pierde un d¨ªa el oremus y se pone a soltar jeremiadas en directo. Se enciende tanto que acaba gritando y animando a gritar a la gente ¡°estoy m¨¢s que harto y no quiero seguir soport¨¢ndolo¡±. Me acordaba de ¨¦l esta semana, cuando me tocaba comentar la carta de S¨¢nchez en la tele. La cuesti¨®n es compleja y puede analizarse desde muchos flancos; basta con ojear este diario o poner la tele para escuchar a compa?eros reflexionando sobre si es un hombre enamorado o un estratega o si habr¨¢ dimisi¨®n o cuesti¨®n de confianza.
Por mi parte, tengo muchas dudas y alguna intuici¨®n que hace que, como al protagonista de Network, me lleven los demonios. Como la contradicci¨®n de una derecha que se dice defensora de la familia, pero luego se r¨ªe de las hijas de Zapatero, acampa frente a la casa de Montero e Iglesias y filtra las ecograf¨ªas de sus ni?os o se ceba con la mujer de S¨¢nchez a sabiendas de que no hay caso. Enfrente tampoco tienen a las Hermanitas de la Caridad, sino a una izquierda que se dice comprometida con la salud mental, pero luego llama IDA a Ayuso o lincha a feministas al grito de TERF.
Me asquea que, cuando se trata de S¨¢nchez, todos nos convirtamos de pronto en psiquiatras; he o¨ªdo a compa?eros llamarle psic¨®pata con total impunidad. Me deja picueta que se hable ahora de guerra sucia desde los medios y de combate judicial, como si el Ejecutivo no hiciera su guerra y regara con dinero a medios afines, como si no nombrara jueces, tirara a discreci¨®n de decretos-ley o controlara la Fiscal¨ªa.
Pero, sobre todo, me asustan las palabras gruesas. El ¡°No pasar¨¢n¡± de Patxi L¨®pez, Ayuso hablando de las maneras chavistas del PSOE (?que su jefe de Gabinete acose a periodistas es comunismo o libertad?), los defensores del presidente hiperventilando con el golpismo medi¨¢tico y los detractores haciendo el rid¨ªculo hablando de gobierno ileg¨ªtimo. Me entristece una polarizaci¨®n de la que ahora es v¨ªctima S¨¢nchez, pero en la que ¨¦l y los suyos tambi¨¦n han sido verdugos, y que se ha inoculado desde las ¨¦lites pol¨ªticas y medi¨¢ticas de todo signo al pueblo, de arriba a abajo. Por un pu?ado de votos, por un pu?ado de clics, por un poquito m¨¢s de share, por unos cuantos seguidores en redes.
Me dan ganas de levantarme de la silla como el presentador loco cuando pienso en que el PSOE quiere vendernos que la disyuntiva es o con S¨¢nchez o contra la democracia. Cuando pienso en que llevan a?os intentando hacernos creer que nuestros problemas son el fascismo y el comunismo y no el precio de la cesta de la compra y del alquiler, los tipos al 4% o que un se?or que chochea a miles de kil¨®metros quiera llevar a nuestros j¨®venes a la guerra.
Para los que nos dedicamos a escribir y a debatir la actualidad, para los analistas y los periodistas, que la casta lleve a?os dedic¨¢ndose al politiqueo en lugar de a la pol¨ªtica es apasionante. Nos da vidilla y, sobre todo, trabajo y dinero. Pero basta salir de nuestra burbuja para darnos cuenta de que est¨¢n sembrando desafecci¨®n para la pr¨®xima d¨¦cada, cuando no haciendo algo peor: los hunos, intentando hacerle creer a gente que no puede pagar el alquiler que su problema es el okupa socialcomunista de La Moncloa. Los hotros, pretendiendo que j¨®venes que no se pueden permitir fundar una familia piensen que su preocupaci¨®n ha de ser la del presidente. Que resulta que a los pobres les han puesto una denuncia rid¨ªcula unos se?ores que se querellaron contra Los Lunnis.
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