Verg¨¹enza en el Parlamento balear
El gesto de desprecio del presidente de la C¨¢mara, de Vox, es incompatible con la dignidad del cargo que ocupa
El Gobierno ratific¨® ayer su intenci¨®n de denunciar por un delito de odio al presidente del Parlamento balear, Gabriel Le Senne, de Vox. En el pleno del martes de esta C¨¢mara, Le Senne rompi¨® la hoja con fotos de mujeres fusiladas por falangistas en Mallorca en 1937 que una diputada socialista exhib¨ªa en la tapa de su ordenador. Una de ellas era la sindicalista Aurora Picornell, s¨ªmbolo de la represi¨®n franquista en Baleares durante la Guerra Civil. El Parlamento regional debat¨ªa ¡ªy dio luz verde con los votos del PP y de Vox¡ª a una proposici¨®n de ley de la formaci¨®n ultra para derogar la ley auton¨®mica de memoria democr¨¢tica, aprobada en 2018 con el apoyo de los populares a gran parte de su articulado.
Le Senne ha pedido disculpas por ¡°haber perdido los estribos¡±, pero insiste en no dimitir. Sin embargo, la indignidad de su gesto le descalifica para mantener un puesto institucional como el que ocupa, al que lleg¨® porque la popular Marga Prohens necesitaba a Vox para presidir la comunidad. Prohens asegur¨® ayer que ¡°hay l¨ªneas que no se pueden traspasar¡±. Si de verdad lo cree, en manos de su partido est¨¢ resolverlo. Con sus votos pueden destituirlo y apoyar que lo releve otro parlamentario de la misma formaci¨®n.
Con este episodio, Vox supera el nivel de rechazo que ha mostrado siempre hacia las v¨ªctimas de una dictadura que nunca ha condenado. Pero el problema pol¨ªtico principal es que la extrema derecha ha arrastrado al Partido Popular a bendecir con su aquiescencia su argumentario revisionista, aceptado por los populares por la necesidad de contar con el apoyo de Vox para gobernar varias autonom¨ªas. Ese revisionismo ti?e tanto la proposici¨®n de ley votada el martes como las llamadas ¡°leyes de concordia¡± que ambos partidos respaldan en Castilla y Le¨®n y la Comunidad Valenciana o la derogaci¨®n en Arag¨®n de la normativa de memoria, paralizada por el Tribunal Constitucional tras el recurso del Gobierno. Casi medio siglo despu¨¦s de la muerte del dictador Francisco Franco, es incomprensible esta actitud de las derechas, que rompen con d¨¦cadas de consenso historiogr¨¢fico internacional para negarse a reparar la memoria de las v¨ªctimas. La Ley de Memoria Democr¨¢tica ampara a ¡°todas¡± las v¨ªctimas de la Guerra Civil y a las de la dictadura.
Espa?a vive un clima de crispaci¨®n pol¨ªtica creado por la oposici¨®n como forma de desgastar al Gobierno. En esa estrategia, que desprestigia a las instituciones, los ultras no respetan ni los hechos contrastados ni la verdad hist¨®rica. Por eso es necesario que los miembros del propio Ejecutivo se abstengan de contribuir a tal clima. No es de recibo que un ministro de Espa?a, como ?scar Puente, llame en redes sociales ¡°saco de mierda¡± a un agitador ultra por reprobable que sean sus actuaciones. En democracia fondo y formas deben ir de la mano.