Putin se al¨ªa con Corea del Norte
El l¨ªder ruso refuerza el potencial nuclear del imprevisible Kim Jong-un a cambio de su apoyo en la invasi¨®n de Ucrania

El resultado de la visita de Vlad¨ªmir Putin a Corea del Norte esta semana supone un peligroso salto cualitativo no solo en el escenario de la guerra de Rusia contra Ucrania, sino en la capacidad nuclear del r¨¦gimen de Kim Jong-un y en su potencial para desestabilizar el complicado equilibrio estrat¨¦gico en la regi¨®n de Asia-Pac¨ªfico, declarada de inter¨¦s prioritario para la Administraci¨®n de Estados Unidos.
El mi¨¦rcoles, el presidente ruso pis¨® Corea del Norte por primera vez en 24 a?os para escenificar su alianza con el r¨¦gimen norcoreano y el espaldarazo a una dictadura hereditaria familiar que desde 1945 controla con mano de hierro la vida de sus ciudadanos. Putin y Kim Jong-un anunciaron un acuerdo de asociaci¨®n estrat¨¦gica que va mucho m¨¢s all¨¢ de la ret¨®rica habitual porque afecta seriamente al tablero global nuclear.
En primer lugar, porque entierra definitivamente los esfuerzos multilaterales por intentar contener la carrera nuclear de Pyongyang, que sorprendi¨® al mundo en octubre de 2006 con la explosi¨®n de su primera bomba at¨®mica. Desde entonces, Corea del Norte ha realizado numerosas pruebas con explosiones reales ¡ªla ¨²ltima se remonta a 2017¡ª y, en paralelo, ha desarrollado de forma acelerada la tecnolog¨ªa necesaria para aumentar el alcance y la precisi¨®n de los misiles capaces de llevar ojivas at¨®micas. Se estima que en la actualidad posee entre 50 y 60 cabezas nucleares.
Ahora, entre la ayuda que Rusia suministrar¨¢ a Corea figura tecnolog¨ªa que permitir¨¢ a sus misiles bal¨ªsticos solventar problemas de vuelo y poner en el punto de mira incluso el territorio continental estadounidense. Es decir, Putin ser¨¢ el responsable de multiplicar la capacidad ofensiva nuclear de un r¨¦gimen que durante d¨¦cadas ha demostrado nulo respeto por la prudencia al realizar, por ejemplo, numerosos lanzamientos de prueba que han sobrevolado territorio japon¨¦s. Lejos de hacerle ninguna insinuaci¨®n disuasoria, Putin reivindic¨® ante Kim Jong-un el derecho norcoreano a reforzar ¡°sus capacidades defensivas¡±.
A cambio, el r¨¦gimen ruso avanza en lo que ya era un secreto a voces: que Pyongyang ha asumido el papel de polvor¨ªn en la reserva desde el que Mosc¨² recibe armamento con destino al frente de Ucrania. El teatro de operaciones de su invasi¨®n en Europa permanece est¨¢tico desde hace meses, pero los combates son constantes, lo que est¨¢ suponiendo un gran desgaste de material para el Kremlin. Seg¨²n los servicios de inteligencia de Corea del Sur, su vecino del norte ha podido enviar en secreto a Rusia casi cinco millones de proyectiles y decenas de misiles bal¨ªsticos desde que comenz¨® la invasi¨®n, en 2022. En un momento en que el presidente ucranio Volod¨ªmir Zelenski insiste en la necesidad de recibir municiones masivamente para poder contener la ofensiva rusa, Putin se ha asegurado una l¨ªnea de suministro a pesar de la prohibici¨®n dictada por Naciones Unidas de adquirir material militar a la dictadura norcoreana.
Putin realiza as¨ª una temeraria apuesta al otorgar legitimidad a un r¨¦gimen pr¨¢cticamente aislado hasta hace unos a?os y al asociarse con un dictador caprichoso e imprevisible que ha apostado por una peligrosa carrera nuclear a expensas del padecimiento de su poblaci¨®n. Una vez m¨¢s, el mandatario ruso demuestra irresponsablemente que no tiene reparo en llevar a territorio desconocido la estabilidad internacional.
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