El camino de Kamala Harris
La unidad del Partido Dem¨®crata es imprescindible para ganar a Donald Trump
Tras la renuncia de Joe Biden a competir en las pr¨®ximas elecciones presidenciales estadounidenses y su respaldo a la candidatura de Kamala Harris para sustituirle, la actual vicepresidenta ha cosechado un amplio abanico de apoyos dentro del Partido Dem¨®crata, desde los Clinton hasta gobernadores y legisladores destacados. Ayer se les sum¨® la expresidenta de la C¨¢mara de Representantes Nancy Pelosi, que despu¨¦s de mostrar en d¨ªas pasados su inter¨¦s por la celebraci¨®n de unas miniprimarias para escoger aspirante, finalmente hizo p¨²blico su ¡°entusiasta¡± apoyo, ¡°personal y pol¨ªtico¡±, a Harris. Ante un trance pol¨ªtico de tanta relevancia, la decisi¨®n final corresponde al partido, que debe garantizar la unidad de sus filas en un momento cr¨ªtico.
Esa unidad es fundamental ahora y en todo el recorrido hasta las elecciones de noviembre si los dem¨®cratas quieren tener opciones de vencer a Donald Trump. En el caso de que, como parece, la candidatura recayera en manos de Harris, estar¨ªamos ante una opci¨®n razonable por ser ella parte del t¨¢ndem electoral que, con Biden a la cabeza, ten¨ªa todos los visos de conseguir la nominaci¨®n en la convenci¨®n dem¨®crata del mes que viene. Si en t¨¦rminos pr¨¢cticos esto significa que tiene acceso a los fondos de la campa?a de su predecesor, en t¨¦rminos pol¨ªticos Kamala Harris atesora, como vicepresidenta, una valiosa experiencia en la c¨²pula de mando.
La escasez de tiempo para armar una candidatura s¨®lida concede a¨²n m¨¢s peso a su figura frente a nombres que deber¨ªan empezar casi de cero. La posibilidad de que una mujer progresista, negra y con ra¨ªces asi¨¢ticas llegase a la presidencia tendr¨ªa adem¨¢s un gran valor simb¨®lico. Con todo, es fundamental que su hipot¨¦tica nominaci¨®n se produzca despu¨¦s de o¨ªr la voz del Partido Dem¨®crata, tanto para superar la accidentada forma en que ha pasado a la primera l¨ªnea como para reforzar su mermada popularidad y, sobre todo, compensar el hecho de que, hoy por hoy, pudiera ser candidata sin el refrendo de unas primarias.
Joe Biden ha tardado en retirarse m¨¢s de lo aconsejable para los intereses de su propio partido, pero ha sido en muchos sentidos un buen presidente. Por eso su relevo deber¨ªa profundizar en su legado de defensa de las clases medias y trabajadoras en lo econ¨®mico, de firme compromiso con Ucrania y Europa en lo exterior y de cerrada defensa de los derechos de las mujeres en lo social. Otra cuesti¨®n es la guerra de Gaza, donde habr¨ªa sido imprescindible una mayor presi¨®n sobre Israel para evitar la muerte de miles de civiles palestinos. Cabe por tanto esperar que la candidatura dem¨®crata sea, como m¨ªnimo, continuista. En cualquier caso, la encarne Harris u otra persona, ser¨¢ el ¨²ltimo obst¨¢culo entre Trump y su segunda presidencia, de alto riesgo para EE UU y para el mundo. Es necesaria pues la m¨¢xima unidad para enfrentar un peligro m¨¢ximo.