Lecciones de la tragedia de Angrois
La sentencia del accidente del Alvia exige que Adif y el Estado asuman una responsabilidad que han tratado de eludir durante a?os
Once a?os y dos d¨ªas despu¨¦s del descarrilamiento que mat¨® a 79 personas y dej¨® 145 heridos en Angrois, a escasos kil¨®metros de la estaci¨®n de Santiago de Compostela, la justicia ha dictado la primera sentencia sobre las responsabilidades del accidente, sentencia que admite recurso. Responde as¨ª, con much¨ªsimo retraso, a las reivindicaciones de las v¨ªctimas y sus familiares, que han luchado desde el primer d¨ªa para que se aclarase lo sucedido. A veces contra las ignominiosas reticencias de la Administraci¨®n.
La conclusi¨®n de la magistrada es que la tarde del 24 de julio de 2013 el tren Alvia Madrid¨CFerrol, que llegaba casi lleno a la capital gallega la v¨ªspera de su d¨ªa grande, se sali¨® de la v¨ªa a 176 kil¨®metros por hora en una curva que deb¨ªa haber tomado a 80. El maquinista, distra¨ªdo por una llamada de tel¨¦fono, no tom¨® las precauciones necesarias para frenar. Sin embargo, ni en el tren ni en las v¨ªas estaban operativos los sistemas de seguridad que hubieran permitido solventar el fallo humano y, por lo menos, mitigar el desastre.
La justicia considera, por ello, que los corresponsables de lo sucedido son tanto el maquinista como el director de Seguridad de Circulaci¨®n de Adif, que certific¨® la fiabilidad de la l¨ªnea y permiti¨® su puesta en servicio a pesar de que el an¨¢lisis preliminar de riesgos ¡ªrealizado por la empresa a la que se adjudic¨® el proyecto¡ª identific¨® el peligro de descarrilamiento en Angrois y propuso como soluci¨®n el sistema de freno autom¨¢tico ERTMS. Ese sistema, incluido en el proyecto original, fue posteriormente suprimido en ese tramo con el benepl¨¢cito de Adif. En consecuencia, condena a ambos a dos a?os y medio de c¨¢rcel. Las v¨ªctimas recibir¨¢n 25 millones de euros en concepto de indemnizaci¨®n por responsabilidad civil.
La condena al alto cargo de Adif lo es tambi¨¦n a los lamentables esfuerzos de la empresa p¨²blica por eludir su responsabilidad. Solo la intervenci¨®n de los reguladores europeos llev¨® a la justicia a reconocer la responsabilidad del operador espa?ol de infraestructuras en el accidente. Hasta entonces, toda la acusaci¨®n se centraba en el mortal descuido del maquinista. La intervenci¨®n europea tambi¨¦n puso el foco sobre el hecho de que Espa?a, al contrario que otros pa¨ªses, tiene una agencia de seguridad distinta para cada modo de transporte. En el caso de la seguridad ferroviaria, esta agencia est¨¢ muy ligada a los operadores de la red y, por tanto, corre el riesgo de ser parcial. Fue el caso en Angrois. Como dictamin¨® en 2016 la Agencia Europea del Ferrocarril, las pesquisas del Ministerio de Fomento, ocupado entonces por Ana Pastor (PP), incumpl¨ªan la normativa comunitaria porque Renfe y Adif se hab¨ªan investigado a s¨ª mismas e ignorado las ¡°causas profundas¡± del siniestro para enfatizar el error del maquinista. Tampoco el actual Gobierno de PSOE y Sumar ha atendido la petici¨®n de las v¨ªctimas de repetir el informe.
Nada puede compensar las vidas perdidas en el accidente de Santiago, pero su memoria exige de los poderes p¨²blicos evitar que se repitan los errores que lo hicieron posible. Garantizar que la puesta en servicio de las infraestructuras de transporte d¨¦ prioridad a la seguridad antes que a la urgencia pol¨ªtica, as¨ª como cumplir el compromiso anunciado el a?o pasado de crear una agencia ¨²nica de seguridad en el transporte con una independencia fuera de toda duda. Y, por supuesto, que Adif y el Estado en su conjunto se hagan cargo de su responsabilidad en la tragedia y pidan perd¨®n a unas v¨ªctimas que llevan sufriendo 11 a?os de calvario.