Milei, el h¨¦roe de moda
Que haya tantos argentinos en Espa?a es el s¨ªntoma de un ¨¦xodo penoso
La dise?adora espa?ola Agatha Ruiz de la Prada estuvo en Buenos Aires. Dijo: ¡°En Espa?a el mayor h¨¦roe que hay es Milei (...). Tiene much¨ªsimos fans¡±. Un h¨¦roe nunca est¨¢ solo. Muchos aportan a su causa. Nahuel Sotelo, al frente de la secretar¨ªa de Culto (ahora rebautizada como ¡°de Culto y Civilizaci¨®n¡±), es uno de ellos. Se opone a la ley del aborto, es cr¨ªtico de la ley de identidad sexual, est¨¢ de acuerdo con que haya ¡±educaci¨®n sexual en t¨¦rminos biol¨®gicos, no con cuestiones de g¨¦nero¡±. El ministro de Justicia, Mariano C¨²neo Libarona, aport¨® lo suyo proclamando en la C¨¢mara de Diputados que ¡°la diversidad de identidades sexuales son inventos subjetivos¡± y que su objetivo es preservar la familia como ¡°n¨²cleo central y pilar fundamental de la uni¨®n¡±. En julio hubo otros aportantes: seis diputados de La Libertad Avanza, el partido de Milei, visitaron en el penal de Ezeiza a genocidas de la ¨²ltima dictadura ¨Dentre ellos Alfredo Astiz, cuya infiltraci¨®n en Madres de Plaza de Mayo termin¨® con dos de sus integrantes desaparecidas¨D, todos condenados por delitos de lesa humanidad. El objetivo, se cree, era encontrar formas de disminuir las condenas y obtener indultos o prisiones domiciliarias. Hay m¨¢s aportes recientes: el desmantelamiento de la CONADI, la Unidad Especial de Investigaci¨®n de la Desaparici¨®n de Ni?os durante la dictadura; el desguace del Equipo de Relevamiento y An¨¢lisis de los archivos de las Fuerzas Armadas, que aportaba pruebas en juicios de lesa humanidad. La dise?adora agreg¨® que en Espa?a la Argentina ¡°est¨¢ muy de moda. Todo lo que sea argentino, desde la comida a todo. Se est¨¢n comprando much¨ªsimas casas ah¨ª, hay m¨¢s argentinos que aqu¨ª¡±. Que haya tantos argentinos en Espa?a es el s¨ªntoma de un ¨¦xodo penoso. Salvo que el exilio se haya transformado en algo tan cool como los mocasines de Loro Piana, habr¨ªa que revisar el significado de la palabra moda. Y, de paso, el de la palabra h¨¦roe.
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