Dejad toda esperanza
Netanyahu siempre encuentra una nueva exigencia para impedir el canje de los rehenes por prisioneros palestinos y para mantener al ej¨¦rcito israel¨ª en Gaza
No habr¨¢ tregua. No la quiere Benjamin Netanyahu, que sabe c¨®mo imponer su voluntad: sobre Joe Biden, su ministro de Defensa Yoav Galand, sus servicios secretos o los familiares de los rehenes. Cuenta con el auxilio de dos piezas fundamentales de esa diab¨®lica m¨¢quina de la muerte que ha triturado la vida de m¨¢s de 40.000 gazat¨ªes y amenaza con no dejar ni un solo reh¨¦n vivo. La primera es el verdugo supremo y jefe de Ham¨¢s, Yahya Sinwar. La segunda, los ministros fascistas y v...
No habr¨¢ tregua. No la quiere Benjamin Netanyahu, que sabe c¨®mo imponer su voluntad: sobre Joe Biden, su ministro de Defensa Yoav Galand, sus servicios secretos o los familiares de los rehenes. Cuenta con el auxilio de dos piezas fundamentales de esa diab¨®lica m¨¢quina de la muerte que ha triturado la vida de m¨¢s de 40.000 gazat¨ªes y amenaza con no dejar ni un solo reh¨¦n vivo. La primera es el verdugo supremo y jefe de Ham¨¢s, Yahya Sinwar. La segunda, los ministros fascistas y vocacionalmente genocidas del gobierno israel¨ª, Bezalel Smotrich e Itamar Ben G¡¯vir, ansiosos por conseguir una soluci¨®n final al problema palestino que proporcione a Israel el entero territorio entre el mar y el Jord¨¢n, lo mismo que Sinwar quiere hacer con los israel¨ªes.
Como en el cuento de nunca acabar, Netanyahu siempre encuentra una nueva exigencia para impedir el canje de los rehenes por prisioneros palestinos, mantener al ej¨¦rcito israel¨ª en Gaza y evitar la tregua que permita auxiliar a la poblaci¨®n y empezar la reconstrucci¨®n. La cuenta se ha perdido ya de las veces en que los patrocinadores del alto el fuego, Estados Unidos, Egipto y Qatar, se han reunido con enviados de Israel. El ¨²ltimo as que Netanyahu se ha sacado de la manga es la permanencia del ej¨¦rcito israel¨ª en el corredor de Filadelfia, la franja fronteriza entre Gaza y Egipto, una exigencia que ha declarado irrenunciable y existencial, como si de ella dependiera la seguridad futura del pa¨ªs.
No es verdad. Se lo han dicho los militares y los servicios de inteligencia, y se lo ha dicho Washington. En el corto plazo, Israel no estar¨¢ amenazado desde una Gaza sin control militar ni administrativo de Ham¨¢s, tal como contempla el esbozo del acuerdo de alto el fuego. En el largo plazo, la seguridad de Israel depender¨¢ de la paz en la regi¨®n. Y la paz, de que se aplique la f¨®rmula de los dos Estados mutuamente reconocidos. Son todas ellas palabras vac¨ªas para Netanyahu y sus socios extremistas, que no quieren escucharlas aunque vengan de Washington.
Si el corredor tiene valor existencial es para la coalici¨®n de gobierno de Netanyahu. Si cede, Smotrich y Ben G¡¯vir le dejar¨¢n caer, habr¨¢ elecciones y le esperan las acusaciones de corrupci¨®n en los juzgados y la investigaci¨®n sobre sus responsabilidades como primer ministro por el ataque del 7 de octubre y por la conducci¨®n de la guerra. Con el corredor controlado, Netanyahu puede incluso declararse victorioso, y Smotrich y Ben G¡¯vir aspirar al control definitivo de Gaza y luego a la aplicaci¨®n del modelo a Cisjordania. Para Sinwar, ceder el corredor es la rendici¨®n, pero mientras siga la guerra, a costa de la poblaci¨®n palestina y del peligro de escalada, puede so?ar aun en un desenlace en el que Ham¨¢s sobreviva e incluso se declare vencedor.
Vale para Gaza la frase que Dante escribi¨® en la entrada de su infierno. Netanyahu niega cualquier esperanza. Su ¨²nica propuesta es la guerra sin fin contra los palestinos.