Resistencia socialdem¨®crata
La p¨ªrrica victoria del SPD en Brandeburgo no impide que la ultraderecha siga creciendo en el este de Alemania
La socialdemocracia alemana resisti¨® este domingo ¡ªa duras penas¡ª el empuje de la ascendente extrema derecha de Alianza para Alemania (AfD) en las elecciones al parlamento de Brandeburgo, donde gobierna desde su incorporaci¨®n en 1990 a la Alemania unificada tras la desaparici¨®n de la Rep¨²blica Democr¨¢tica. A pesar de las encuestas que daban por victoriosa a la formaci¨®n ultraderechista, el SPD ha conseguido con un 30,9% mantener su primac¨ªa, en una remontada que es m¨¦rito personal del presidente del land Dietmar Woidke por sus apelaciones a concentrar el voto para evitar la victoria de los extremistas.
Como resultado de ese llamamiento, la participaci¨®n creci¨® m¨¢s de 10 puntos respecto a 2019. Solo tres partidos han acumulado casi tres cuartas partes de las papeletas. Dos de ellos ocupan los extremos: en la derecha, con un 29,2%, AfD sube casi seis puntos; por la izquierda la formaci¨®n de Sahra Wagenknecht ¡ªque da nombre a su partido (BSW), fundado en enero pasado¡ª, consigue el 13¡ä5% de los sufragios. Entre ambos superan con claridad el list¨®n del 40%, algo que hasta hace poco era privativo del centroizquierda y el centroderecha.
Tambi¨¦n mejora el SPD, menos que AfD pero suficiente para ganar otra vez. La cuarta posici¨®n es para los democristianos de la CDU, que caen hasta el 12, 1%, lo que podr¨ªa considerarse un castigo a su l¨ªder, Friedrich Merz, el aspirante a la canciller¨ªa para las elecciones de 2025. Desaparecen del parlamento de Potsdam ¡ªal no superar la barrera del 5%¡ª los liberales y los verdes, que gobiernan en el Bundestag con el SPD. Tampoco estar¨¢ Die Linke (La Izquierda), v¨ªctima del ascenso de BSW.
En los tres l?nder de la antigua Alemania del Este en los que este oto?o se renovaban los parlamentos regionales, la extrema derecha ha conseguido excelentes resultados bajo la bandera de la llamada remigraci¨®n, un eufemismo para hablar de la expulsi¨®n de los inmigrantes. En todos ha obtenido alrededor del 30%, pero solo en uno de ellos, Turingia, fue la fuerza m¨¢s votada. En Sajonia la super¨® la CDU y ahora en Brandeburgo, el SPD. Se reduce as¨ª a un solo land la primera victoria de una formaci¨®n de este tipo desde las elecciones que llevaron al poder a los nazis. Sin embargo, la suma de los resultados en la antigua Alemania comunista sit¨²a a la ultraderecha como primera fuerza.
El cord¨®n sanitario impedir¨¢ que entre en el Gobierno incluso en Turingia, pero la irrupci¨®n como tercer partido de BSW ¡ªescisi¨®n anti-inmigraci¨®n y pro-rusa de Die Linke¡ªcomplica la formaci¨®n de ejecutivos estables en los l?nder y refleja las fuertes divergencias entre la opini¨®n p¨²blica de la desaparecida RDA y la del resto del pa¨ªs.
El mensaje electoral para el canciller Scholz es ambivalente. Por una parte, salva los muebles y evita una crisis total de la coalici¨®n, a pesar del fuerte castigo que sufren sus dos socios. Solo en apariencia no queda cuestionado su liderazgo, pero tampoco sale reforzado, dada la focalizaci¨®n de la elecci¨®n regional en la figura de Woidke y la ausencia en la campa?a del desprestigiado canciller, una exigencia de sus propios compa?eros de partido. Con estos resultados no puede excluirse que los socialdem¨®cratas se inclinen a buscar para los pr¨®ximos comicios un candidato mejor valorado, como el ministro de Defensa, Boris Pistorius. La coalici¨®n del sem¨¢foro obtiene un m¨ªnimo respiro ¡ªpese al varapalo a verdes y liberales¡ª, pero sobre todo se llevan una seria advertencia para el a?o que resta hasta las elecciones generales.