Soy imb¨¦cil
Aunque la sociedad contempor¨¢nea haya borrado el papel de los intelectuales, es dif¨ªcil no sentir escalofr¨ªos cuando se utiliza la palabra inteligencia, inteligencia estadounidense, inteligencia israel¨ª, para preparar o legitimar el asesinato de miles y miles y miles de personas
Aunque est¨¦ muy desprestigiada, las cosas m¨¢s necesarias de la vida pierden sentido cuando dejan de mantener relaciones con la palabra bondad. Aunque la sociedad contempor¨¢nea haya borrado el papel de los intelectuales, porque una voz reflexiva se hunde en las urgencias multitudinarias de las redes sociales, es dif¨ªcil no sentir escalofr¨ªos cuando se utiliza la palabra inteligencia, inteligencia estadounidense, inteligencia israel¨ª, para preparar o legitimar ...
Aunque est¨¦ muy desprestigiada, las cosas m¨¢s necesarias de la vida pierden sentido cuando dejan de mantener relaciones con la palabra bondad. Aunque la sociedad contempor¨¢nea haya borrado el papel de los intelectuales, porque una voz reflexiva se hunde en las urgencias multitudinarias de las redes sociales, es dif¨ªcil no sentir escalofr¨ªos cuando se utiliza la palabra inteligencia, inteligencia estadounidense, inteligencia israel¨ª, para preparar o legitimar el asesinato de miles y miles y miles de personas. La bondad no tiene buena fama desde hace muchos a?os, es la puta barata de las conversaciones. Antonio Machado tuvo que advertir en su Retrato que era bueno en el buen sentido de la palabra, porque se arriesgaba a ser tratado como un imb¨¦cil si defend¨ªa en p¨²blico su bondad. As¨ª est¨¢n las cosas.
Para alegr¨ªa de los miles de tuiteros enmascarados por la extrema derecha en las redes sociales, yo quiero declarar en p¨²blico que soy un imb¨¦cil, un buen imb¨¦cil. Como catedr¨¢tico de Universidad, escritor y lector de peri¨®dicos, siento un escalofr¨ªo cada vez que oigo hablar de los servicios de inteligencia que est¨¢n detr¨¢s de la matanza televisada de personas en Palestina y L¨ªbano. Se puede ser de derechas o de izquierdas, cristiano, ¨¢rabe o jud¨ªo, ateo o religioso, blanco, negro o mulato, hombre o mujer, con alcohol o sin alcohol¡, pero uno no puede dejar de estremecerse cuando alguien, ll¨¢mese Hitler o Netanyahu, se considera con el derecho planificado de asesinar a miles y miles de personas. Sin ese m¨ªnimo de bondad humana, negarse a un genocidio, no tienen sentido humano las religiones, las patrias, la pol¨ªtica, los gobiernos nacionales o las reuniones internacionales.
Aunque s¨¦ que la palabra inteligencia alberga su mal sentido, pido en nombre de la cultura que se respete su lado bueno, que tambi¨¦n lo tiene, y se hable con m¨¢s propiedad de los servicios de barbarie de Israel.