Una d¨¦cada perdida en la lucha clim¨¢tica
El r¨¦cord en las emisiones pone en riesgo los objetivos de reducci¨®n del calentamiento global
Los objetivos del Acuerdo de Par¨ªs de 2015 para reducir los gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento global a niveles considerados seguros est¨¢n a punto de convertirse en papel mojado. El ¨²ltimo informe de Naciones Unidas, publicado este jueves, revela que las emisiones marcaron un nuevo r¨¦cord en 2023 al crecer un 1,3% y que las posibilidades de contener el aumento de las temperaturas por debajo de los 1,5 grados para mitad de siglo son pr¨¢cticamente nulas.
De mantener esta trayectoria, la temperatura global puede aumentar m¨¢s de tres grados para finales de la centuria, un escenario que garantiza que la severidad y la frecuencia de las olas de calor, los huracanes, las inundaciones y las sequ¨ªas y sus catastr¨®ficas consecuencias para la humanidad solo van a ir a m¨¢s. El informe no constituye tanto un grito de socorro por parte de la ONU como una severa llamada de atenci¨®n ante el profundo abismo que detecta entre las pol¨ªticas necesarias para evitar la cat¨¢strofe y lo que los pa¨ªses est¨¢n haciendo realmente para disminuir sus emisiones.
En febrero de 2025, esos mismos pa¨ªses deber¨¢n presentar sus nuevos planes de acci¨®n clim¨¢tica, que a la vista de los resultados tendr¨¢n que replantearse de forma dram¨¢tica el uso de combustibles f¨®siles si de verdad est¨¢n decididos a limitar las consecuencias del calentamiento global. De lo contrario, ser¨¢ otra d¨¦cada perdida en la lucha clim¨¢tica. Con ese objetivo, no debe ignorarse el consejo de la Agencia Internacional de la Energ¨ªa (AIE) ante lo que prev¨¦ un ciclo de precios bajos del petr¨®leo y del gas por exceso de producci¨®n. Ser¨¢ un buen momento, dice la AIE, para que los gobiernos reduzcan las ayudas y subsidios a los combustibles f¨®siles y aceleren de esta manera la transici¨®n energ¨¦tica.
Pero hace falta m¨¢s: esa transici¨®n debe ser justa. Los expertos de Naciones Unidas alertan de la necesidad de multiplicar las inversiones y de garantizar financiaci¨®n suficiente para los pa¨ªses en desarrollo, eje fundamental sobre el que pivotar¨¢ la cumbre del clima COP29, que arranca en dos semanas en Azerbaiy¨¢n. Porque no todos los pa¨ªses son responsables en el mismo grado de las emisiones de CO? y no todos tienen la misma capacidad de luchar contra ellas. Basta analizar los datos de 2023: los pa¨ªses del G-20 fueron responsables del 77% de las emisiones, frente apenas el 6% en el caso de los 55 que componen la Uni¨®n Africana.
Ahora que dos de los principales emisores globales, Europa y Estados Unidos, inician un nuevo ciclo pol¨ªtico, cabe insistir en la urgencia de acelerar los planes clim¨¢ticos y la transici¨®n verde. Cualquier paso atr¨¢s ¡ªcomo se teme si Donald Trump gana el 5 de noviembre¡ª o incluso la complacencia por lo alcanzado ¡ªuna tentaci¨®n para la UE¡ª tendr¨¢ resultados catastr¨®ficos para el conjunto del planeta.