Es el momento de escuchar al planeta
Los lectores escriben sobre las cat¨¢strofes ligadas al cambio clim¨¢tico, sobre la labor de los funcionarios, de la imposibilidad de que la ayuda llegue a la vez a todos los sitios donde se necesitan y de la despedida de Aramburu
Somos de aprender a base de golpes. Nos cuesta hacer caso a los precursores y anticiparnos a los problemas. Somos de subirnos a la moto sin casco y apretar el acelerador, crey¨¦ndonos invencibles a la par que inmortales, como si esto de la vida y el planeta fuese infinito. ¡°Haz lo que quieras, est¨¢s eximido de toda responsabilidad¡±, pensamos. Ojal¨¢ sepamos leer todo esto que ha pasado, aceptar de una vez que el negacionismo tiene un coste muy alto en forma de vidas, que los eventos catastr¨®ficos se han multiplicado por cinco en los ¨²ltimos 50 a?os y que dentro de otros 50 se habr¨¢n multiplicado por 10 si seguimos as¨ª. Es nuestra responsabilidad mirar a nuestro alrededor y ser m¨ªnimamente conscientes y emp¨¢ticos con todo y todos los que nos rodean. Hoy ha sido Valencia, La Palma o Florida, pero ma?ana puede ser tu vida, mi vida o la de cualquiera. Es momento de dejar de o¨ªr y de comenzar a escuchar, escuchar al planeta.
Alex Avello. Oviedo
A los empleados p¨²blicos
Los empleados p¨²blicos somos una pieza importante en el bienestar de la ciudadan¨ªa, en la protecci¨®n de la seguridad, la salud y el medio ambiente. En la Administraci¨®n hay grandes profesionales pero tambi¨¦n hay muchas personas con escasa formaci¨®n para el puesto que ocupan, que no respetan las disposiciones legales y que no est¨¢n al servicio de la ciudadan¨ªa, sino de un grupo pol¨ªtico. De poco sirven a la sociedad los avances tecnol¨®gicos y la innovaci¨®n para ser mejores si no somos honestos y buenos profesionales. Como funcionaria, quiero llamar a la atenci¨®n y a la conciencia de los empleados p¨²blicos que, en el ejercicio de nuestras funciones y obligaciones, somos corresponsables del bienestar de la ciudadan¨ªa y en situaciones de emergencia somos responsables de la vida de las personas.
Isabel Gimeno Soriano. Alcossebre (Castell¨®n)
¡°La ayuda no llega¡±
La gente se enfada porque la ayuda no llega. Quienes hemos trabajado en desastres (terremotos, huracanes, inundaciones...) sabemos que en la primera semana la gente se enfada porque la ayuda no llega. Siempre pasa. El problema deriva de que es imposible que la ayuda llegue simult¨¢neamente e inmediatamente a todos los puntos de impacto. Es imposible que los bomberos, las m¨¢quinas, los m¨¦dicos y la ayuda humanitaria est¨¦n en todas las poblaciones, en todas las calles, en cada casa, en todas las carreteras, caminos y v¨ªas ferroviarias desde el primer momento. Es imposible disponer de una m¨¢quina de desescombro o de desembarrar en cada calle y en cada casa. Y es imposible que haya tantos voluntarios como damnificados para ayudarlos inmediatamente. Es, literalmente, imposible.
Fernando Casanova. Hontecillas (Cuenca)
Despedida
He le¨ªdo la ¨²ltima columna que Fernando Aramburu publica en EL PA?S, Despedida, y me he quedado entristecida por su marcha. Me gustaba leerlo, creo que es una mente l¨²cida, de las que cada vez nos hacen m¨¢s falta. Espero que encuentre pronto la energ¨ªa necesaria para volver. Gracias, Fernando.
Marivi Ventura Barasoain. Fusti?ana (Navarra)