Despedida
Me tengo vedado escribir una sola l¨ªnea en la que no crea o que no salga de mis propias convicciones, aun admitiendo que estas fueran contra mi voluntad inexactas o err¨®neas
Me estaba yo acordando estos d¨ªas, con ocasi¨®n de un texto m¨¢s o menos confidencial que me tiene ocupado, de un antiguo profesor de colegio a quien nunca agradecer¨¦ lo suficiente que me metiera el gusanillo de leer y escribir. Creo que fue ¨¦l (no estoy seguro) quien me sugiri¨® que lo que fuera que yo escribiese en la vida deber¨ªa proceder a toda costa de mi verdad personal; esto es, que cada verso o rengl¨®n salido de mis manos por fuerza tendr¨ªa que reflejar mi verdadero sentir y pensar. Ese ¨¢nimo ha guiado siempre mi pluma, con independencia de que en contextos ajenos a la literatura me diese por fingir o contar trolas como a cualquier hijo de vecino. Me tengo vedado escribir una sola l¨ªnea en la que no crea o que no salga de mis propias convicciones, aun admitiendo, como no pod¨ªa ser de otro modo, que estas fueran contra mi voluntad inexactas o err¨®neas. Digo todo esto porque he ca¨ªdo en la cuenta de que he perdido la fe en estas columnas que por gentileza de EL PA?S publico en un huequito de la contraportada. Como cont¨¦ en privado a los responsables del peri¨®dico, la cesta est¨¢ vac¨ªa y a m¨ª me falta energ¨ªa y est¨ªmulo para llenarla. Creo sinceramente que no tengo gran cosa que aportar. Incluso abrigo la sospecha de que poco a poco me he ido convirtiendo en un desplazado de mi ¨¦poca; que he dejado de entenderla y que mis opiniones se asemejan cada vez m¨¢s a un paraguas abierto en medio del hurac¨¢n. Veo con enorme preocupaci¨®n, que al mismo tiempo es pena, la situaci¨®n moral de Espa?a, que, vista desde mi espacio vital de Centroeuropa, se me figura parte de la imparable decadencia del continente. Digo, pues, adi¨®s a la manera de fray Luis y de los hombres que optaron por equiparar la cultura con la conquista de la serenidad, y me retiro a mi soledad creativa tambi¨¦n con unos pocos libros doctos. Era feo marcharse a la francesa. As¨ª pues, gracias al peri¨®dico por confiar en m¨ª y a todos suerte y un abrazo.
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