Las hermosas derrotas de Mart¨ªn
El v¨ªdeo de un ni?o se hace viral por su sencillez en contar sus derrotas, sin mentiras ni subterfugios
En medio del inmenso l¨ªo que son las redes sociales se cuela de pronto un v¨ªdeo de un minuto y 13 segundos, unas im¨¢genes en las que un chaval de unos ocho o nueve a?os responde las preguntas de un periodista. Lo hace mirando a los ojos, con una sonrisa de medio lado, con la gracia natural de quien no pretende ser gracioso. El periodista le pregunta y ¨¦l responde, simplemente. No cuenta una gran historia ni por arriba ni por abajo, no es una historia de ¨¦xito ni una historia de fracaso. Es solo ¡ªy nada menos¡ª la vida que pasa, un d¨ªa cualquiera, en el patio de un colegio de un pueblo del norte de Espa?a. El cr¨ªo se llama Mart¨ªn, y lo que relata, en resumidas cuentas, es que est¨¢ en tercero de Primaria y que este a?o les toca jugar al f¨²tbol contra los de cuarto, quienes, adem¨¢s de tener un a?o m¨¢s, son 10, mientras ellos, los de tercero, son solo cuatro.
El caso es que Mart¨ªn y sus tres compa?eros no han ganado ni un partido, si acaso alguna vez estuvieron cerca del empate, pero nada comparado con aquella ocasi¨®n en que los de cuarto les metieron 10 a 2. No se queja en ning¨²n momento, ni se le ocurre llamar abusones a los de cuarto, solo cuenta las cosas como son, que ellos se meten atr¨¢s y disparan a ver qu¨¦ pasa, y se sonr¨ªe, como dici¨¦ndole al periodista de El D¨ªa Despu¨¦s de Movistar Plus+: ya me dir¨¢ usted si as¨ª podremos ganar un partido alg¨²n d¨ªa. He visto el v¨ªdeo tres o cuatro veces, y ustedes seguro que tambi¨¦n, porque por m¨¢s anal¨®gicos que nos propongamos ser, hay tuits, o historias, o reels, o como lo quieran llamar, que se hacen virales y nos persiguen all¨¢ donde estemos.
El problema muchas veces es que incluso algo as¨ª de sencillo, de aut¨¦ntico, termina contaminado por las redes, pero en esta ocasi¨®n ¡ªal menos hasta donde yo he visto¡ª, ni eso. He mirado, no sin cierta aprensi¨®n, los comentarios al v¨ªdeo colgados en X, en TikTok, en Instagram, y la reacci¨®n a las palabras de Mart¨ªn, a su manera tan serena de contar su sucesi¨®n de derrotas, ha sido de simpat¨ªa y hasta de ¨¢nimo.
¡ªLa clase de tercero son unos espartanos. Unos pocos contra muchos, resistiendo recreo tras recreo¡ hasta la victoria final. De esa clase como m¨ªnimo saldr¨¢ un Puyol o un Marchena. ??nimo!¡ª, escribe un tuitero.
Me acuerdo de que, all¨¢ por 2016, cuando viv¨ªa en Italia, se convirti¨® en viral una historia peque?a, protagonizada tambi¨¦n por un chaval de tercera elemental ¨Cel equivalente a nuestro tercero de Primaria¡ª. En el examen de lengua toc¨® una pregunta sobre adjetivos, y un peque?o llamado Matteo aplic¨® a una flor ¡ªque en italiano es masculino, ¡°fiore¡±¡ª el adjetivo ¡°petaloso¡± para explicar que estaba llena de p¨¦talos. La profesora marc¨® la respuesta como incorrecta, pero no se qued¨® ah¨ª. ¡°A?ad¨ª un c¨ªrculo rojo para se?alar que se trataba de un bello error¡±, explic¨®, ¡°la palabra me gustaba, y por eso se me ocurri¨® preguntar la opini¨®n de la Crusca [la instituci¨®n para la salvaguarda del italiano]¡±. La academia respondi¨® con una carta con membrete oficial y, adem¨¢s, tuite¨® la explicaci¨®n. Le dijo a Matteo que su palabra inventada era hermosa y que estaba bien formada, pero que ¡°para entrar en el diccionario tendr¨ªa que ser usada y entendida por muchas personas¡±.
No s¨¦ si ya en Italia son petalosas las flores con muchos p¨¦talos, ni si el colegio de Mart¨ªn har¨¢ algo para equilibrar los partidos de f¨²tbol de los de tercero contra los de cuarto, pero s¨ª que la vida es m¨¢s f¨¢cil y m¨¢s verdadera cuando las cosas ¡ªsean victorias o derrotas¡ª se llaman por su nombre, sin mentiras, acusaciones ni subterfugios. El v¨ªdeo es hermoso y hasta emocionante precisamente por eso, por la sorpresa de la sencillez en medio de tanta bronca y tanta impostura.