Franco est¨¢ vivo
No somos muy de izquierdas a pesar de, sino precisamente porque hemos sufrido m¨¢s que nadie un autoritarismo de derechas
La derecha se equivoca cuando dice que el Gobierno intenta resucitar a Franco. Se queda corta. Porque Franco vive. En el inconsciente pol¨ªtico de la naci¨®n es una fuerza m¨¢s poderosa de lo que imaginamos. Pero act¨²a de forma contraria a lo que cree la izquierda, que ve el legado del dictador como una losa. La ¡°herencia de Franco¡± ser¨ªa, am¨¦n de un aparato estatal y judicial celosamente conservador, un sustrato de desconfia...
La derecha se equivoca cuando dice que el Gobierno intenta resucitar a Franco. Se queda corta. Porque Franco vive. En el inconsciente pol¨ªtico de la naci¨®n es una fuerza m¨¢s poderosa de lo que imaginamos. Pero act¨²a de forma contraria a lo que cree la izquierda, que ve el legado del dictador como una losa. La ¡°herencia de Franco¡± ser¨ªa, am¨¦n de un aparato estatal y judicial celosamente conservador, un sustrato de desconfianza ciudadana hacia la democracia y las pol¨ªticas progresistas. Sin embargo, sucede lo contrario: el franquismo nos ha vuelto m¨¢s de izquierdas. Muy izquierdas. Hasta el punto de que probablemente no hay pa¨ªs occidental con una ciudadan¨ªa m¨¢s posicionada a la izquierda en el eje ideol¨®gico. Y tampoco con m¨¢s a?os bajo una dictadura de derechas.
No somos muy de izquierdas a pesar de, sino precisamente porque sufrimos m¨¢s que nadie un autoritarismo de derechas. Es la ley del p¨¦ndulo, que han documentado polit¨®logos como El¨ªas Dinas. Mientras en los pa¨ªses excomunistas la mayor¨ªa de la poblaci¨®n es de derechas, all¨¢ donde, como en el sur de Europa, tuvimos d¨¦spotas derechistas, la mayor¨ªa somos de izquierdas.
Y la sombra del pasado no s¨®lo no disminuye, sino que, si cabe, se alarga con el paso del tiempo. Cada nueva generaci¨®n de europeos del Este se vuelve a¨²n un poco m¨¢s de derechas. Y nosotros, un poco m¨¢s de izquierdas. La raz¨®n es que el estigma asociado al bando ideol¨®gico del dictador es un fuerte adhesivo social que cohesiona familias, amigos y medios de comunicaci¨®n.
Esto contradice nuestra intuici¨®n, y la opini¨®n medi¨¢tica, de que los j¨®venes espa?oles se nos vuelven muy de derechas. Nos fijamos, por llamativas, en las historias de familias progres cuya hija, y sobre todo hijo, es de Vox. Y obviamos que la norma no es que te rebeles, sino que copies lo que ves en casa. Y, si acaso, te vuelvas m¨¢s papista que tus pap¨¢s, votando a un partido a¨²n m¨¢s de izquierdas que ellos.
Esto podr¨ªa cambiar si la ola global de populismo de derechas se consolida en Espa?a y algo de eso detectan las encuestas. Pero esa marea es menor que en otros pa¨ªses. Aqu¨ª no manda el franquismo, sino el antifranquismo sociol¨®gico. Por eso el Gobierno celebra cualquier acto que mantenga vivo el recuerdo de Franco, ya sea justo y esperado (como sacarlo de Cuelgamuros) o dudoso y sorprendente, como conmemorar este 2025 los ¡°50 a?os de libertad¡±, cuando el presidente en 1975 (y parte del 1976) era el franquista Arias Navarro. En La Moncloa saben que Franco era azul, pero su espectro es rojo.
@VictorLapuente