Espa?a no se ha vuelto de derechas
Los ¨²ltimos sondeos dan l¨ªderes a Ciudadanos y PP, pero lo que ha cambiado no es la ideolog¨ªa de los votantes
La subida de Ciudadanos y la resistencia del PP en la media de encuestas sugieren que hay un creciente dominio de espa?oles de derechas. No es cierto, de momento, pero s¨ª hay movimientos que pueden cristalizar en una Espa?a distinta.
1. Espa?a sigue siendo de izquierdas, pero algo m¨¢s de centro. Durante toda la historia de la democracia espa?ola, siempre ha habido m¨¢s espa?oles que dicen que son de izquierdas. Un 28% se ubica en la izquierda y otro 50% en el centro o centroizquierda. En la derecha ¡ªm¨¢s all¨¢ del 6 en una escala 1 a 10¡ª solo se ubican el 15%.
La preferencia por la izquierda es natural en Espa?a: "Sobre todo en pa¨ªses del sur de Europa, el voto oculto es frecuente, por lo que llamamos sesgo anti derechas. Las nuevas democracias llevan el sello del antiguo r¨¦gimen", dice Elias Dinas, profesor del Instituto Universitario Europeo (Florencia). En Espa?a el antiguo r¨¦gimen fue una dictadura de derechas y est¨¢ mal visto mostrarse p¨²blicamente cercano a esas ideas. Por ese mismo motivo, pero en sentido contrario, la mayor¨ªa de ciudadanos del este de Europa dicen ser de centro o derechas.
En los ¨²ltimos a?os, desde 2011, los espa?oles se han movido hacia el centroizquierda: el 64% se ubican entre el 3-5, cuando en 2011 y 2014 esa cifra era 55%. En estos a?os ha habido tambi¨¦n un movimiento desde los extremos hacia el centro: un 16% se dec¨ªa de extrema izquierda y ahora solo el 10%. En el extremo derecho ha pasado lo mismo: en 2012 eran 7% y ahora apenas un 3%. El momento con m¨¢s gente en la extrema izquierda fue 2014: un 19% se colocaba en el 1-2, pero con la consolidaci¨®n de cuatro partidos ha ca¨ªdo.
A pesar de este dominio del centroizquierda, el partido tradicionalmente asociado a ese espacio -el PSOE- no se ve premiado en esas mismas encuestas. Hay un motivo: la ideolog¨ªa no es el ¨²nico indicador del voto cuando hay grandes temas en el debate p¨²blico.
2. Hay maneras distintas de ser de izquierdas. El ¨¦xito de cada gobierno ha sido tradicionalmente una buena se?al de la ideolog¨ªa de los espa?oles. La ideolog¨ªa media durante los gobiernos de Felipe Gonz¨¢lez era de 4,5. Pero con la subida del PP y los gobiernos de Aznar se movi¨® a la derecha hasta el 4,9. La llegada de Zapatero se anticip¨® con un giro a la izquierda de los espa?oles: cuando lo eligieron la media estaba en 4,6. El deterioro de su partido movi¨® las cosas a la derecha de nuevo. La cifra gir¨® r¨¢pido, igual que se deterioraron los n¨²meros del PP, y la emergencia de Podemos coincidi¨® con un repunte de la izquierda. Pero 2015 devolvi¨® la mesa al 4,7. Desde entonces apenas se ha movido. La crisis en Catalu?a no ha cambiado esto. La media en septiembre fue del 4,76 y en marzo fue del 4,74.
La ideolog¨ªa por tanto no ha variado durante la crisis catalana, pero las encuestas s¨ª lo han hecho. Ciudadanos es el ¨²nico partido que crece con solidez tras su ¨¦xito el 21-D en Catalu?a. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando? Que hay un gran tema nuevo que no est¨¢ en el eje tradicional izquierda-derecha: "A veces no se mueve la ideolog¨ªa sino los conflictos que valoramos", dice Berta Barbet, investigadora en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, que a?ade: "Alguien puede estar m¨¢s a la izquierda pero de repente le preocupa mucho un conflicto distinto". Eso le hace dejar de lado sus preferencias sobre redistribuci¨®n y acercarse al partido que mejor representa ese otro frente.
Este fen¨®meno tiene un nombre acad¨¦mico: priming, que ser¨ªa algo as¨ª como "priorizaci¨®n". "Es cuando entra un tema en la agenda que oculta al resto: si prima el debate territorial, los votantes se olvidan de otras diferencias", dice Elias Dinas.
3. La ideolog¨ªa queda en segundo plano. En 2018, por tanto, el eje nacional parece que domina la intenci¨®n de voto de los espa?oles -como pasaba en Catalu?a. Si hubiera elecciones ahora, tendr¨ªa consecuencias parecidas a las que vemos en los sondeos. De aqu¨ª a dos a?os la tendencia puede haber cambiado. O no, porque el asunto catal¨¢n tiene potencial para variar permanentemente afinidades: "Catalu?a es el tipo de tema que puede llevar a realinear lealtades, especialmente si explota la identidad tanto como las opiniones", dice Markus Wagner, profesor de la Universidad de Viena. Esto es otro fen¨®meno con nombre, hist¨¦resis, para cuando un efecto permanece despu¨¦s de que su causa desaparezca.
Espa?a no hab¨ªa tenido hasta ahora ning¨²n debate tan intenso sobre su identidad
Espa?a no hab¨ªa tenido hasta ahora ning¨²n debate tan intenso sobre su identidad. Catalu?a ha obligado a plantearse a cada cual d¨®nde est¨¢ y desandar las respuestas ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil: "La ventaja que tiene Catalu?a para la gente es que es f¨¢cil decir de qu¨¦ bando est¨¢. Tiene un componente identitario y cuando consigues que el conflicto genere la identidad es m¨¢s dif¨ªcil cambiarla", dice Barbet.
Si Ciudadanos logra afianzarse como el partido que responde mejor a la identidad espa?ola, tendr¨¢ premio. La relevancia de la identidad es algo que han detectado otros partidos: las propuestas de Pedro S¨¢nchez de modificar el delito de rebeli¨®n o hacer acatar la Constituci¨®n a los representantes p¨²blicos apuntan que la izquierda tambi¨¦n ve bot¨ªn electoral en el nacionalismo espa?ol.
Catalu?a es adem¨¢s un asunto que no va solo del 155 o de la Rep¨²blica. Incluso si el nuevo gobierno del presidente Torra relajara el ambiente, los asuntos vinculados a Catalu?a -y por tanto a la identidad- pueden sobrevivir: "Vamos a tener tensiones por muchos a?os. Volveremos a hablar por ejemplo de la educaci¨®n en Catalu?a. La cuesti¨®n catalana tiene tantas reverberaciones que si hay partidos que la quieren seguir abanderando van a tener oportunidades. Se me hace dif¨ªcil pensar c¨®mo va a salir de la agenda", dice Jos¨¦ Fern¨¢ndez-Albertos, investigador del CSIC. La esperanza de otros partidos es que asuntos distintos tomen relevancia en el debate p¨²blico, como las pensiones o las reivindicaciones feministas, y que ese marco sea mejor a sus intereses.
?Debo mantenerme fiel a mi ideolog¨ªa o puedo pasarme por una vez a Ciudadanos para defender mi identidad?
4. La izquierda est¨¢ m¨¢s indecisa y es muy importante. Un motivo que ha dado el PSOE para sus pobres resultados este a?o en los sondeos es que sus votantes est¨¢n desmovilizados. Son indecisos. En el pasado los socialistas han sido capaces de recuperar a sus votantes desmovilizados ¡ªcomo pas¨® en 2016¡ª, pero es un juego peligroso. Ahora sus dudas pueden tener relaci¨®n con el gran tema: ?debo mantenerme fiel a mi ideolog¨ªa o puedo pasarme por una vez a Ciudadanos para defender mi identidad sin ambig¨¹edad?
En la duda est¨¢ el peligro de la contaminaci¨®n, que probablemente est¨¦ ocurriendo ahora en la cabeza de miles de espa?oles: "Dado que quien articula las preferencias son los partidos concretos, si a un votante de izquierdas centralista a quien no le gusta la ambivalencia del PSOE durante un a?o escucha el mensaje de Ciudadanos y compra su discurso, seguramente se acabar¨¢ haciendo m¨¢s de derechas", dice Fern¨¢ndez-Albertos.
Adem¨¢s de la abstenci¨®n, el otro elemento con potencial para alterar la pol¨ªtica espa?ola es el trasvase de centroizquierda a centroderecha. Aunque los indecisos que salten de la izquierda a Ciudadanos sean pocos, su peso puede ser definitivo debido al "empate t¨¦cnico entre derecha e izquierda que tenemos ahora", dice Fern¨¢ndez-Albertos: "Si se sostiene, aunque el trasvase desde la izquierda hacia Ciudadanos no sea enorme, s¨ª podemos ver que los partidos de centroderecha sean primeros y m¨¢s fuertes", a?ade Fern¨¢ndez-Albertos.
A pesar de todo, es mejor estar en el caso del PSOE, donde los votantes se van al bando de indecisos, que en el del PP, donde sus votantes ya han encontrado otro partido (otra cosa es que se queden). Es m¨¢s f¨¢cil revivir a un indeciso que a un tr¨¢nsfuga.
Las fugas del PSOE y Podemos mueven al electorado espa?ol hacia la derecha. Pero la fuga m¨¢s importante se producen en sentido contrario: un 5% del censo son personas que votaron por el PP y ahora dicen que votar¨¢n por un partido a su izquierda, que es Ciudadanos. La suma de esos votos siguen en el centroderecha. Pero son un movimiento a la izquierda, ya que el conjunto de espa?oles, cuando se le pregunta por la ideolog¨ªa de cada partido, ubica al PP en el 8,2 y a Ciudadanos a su izquierda, en el 6,7. Esto ayuda a explicar que PSOE y UP pierden votos sin que la ideolog¨ªa media de los espa?oles se mueva.
Es pronto para hablar de resultados electorales, pero una cosa es cierta: Espa?a a¨²n no se ha vuelto de derechas.
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