?Y si la OTAN ataca a la OTAN? ?Cu¨¢l es el plan?
Las fortalezas de la democracia se convierten en debilidades cuando el aliado se convierte en enemigo
Los peri¨®dicos se llenan estos d¨ªas de perplejidad y asombro ante los exabruptos de Trump y Musk y m¨¢s a¨²n las canciller¨ªas, enzarzadas en intentar articular una respuesta a las amenazas que vienen de nuestro hasta ahora gran aliado, Estados Unidos. Lo justo para mostrar la patita, sin ofender al gigante. Pero no parece suficiente. ?Cu¨¢l es el plan? ?Alguien ha pensado qu¨¦ hacemos si el aliado se convierte en en...
Los peri¨®dicos se llenan estos d¨ªas de perplejidad y asombro ante los exabruptos de Trump y Musk y m¨¢s a¨²n las canciller¨ªas, enzarzadas en intentar articular una respuesta a las amenazas que vienen de nuestro hasta ahora gran aliado, Estados Unidos. Lo justo para mostrar la patita, sin ofender al gigante. Pero no parece suficiente. ?Cu¨¢l es el plan? ?Alguien ha pensado qu¨¦ hacemos si el aliado se convierte en enemigo, como a todas luces est¨¢ ocurriendo?
Europa era hasta la fecha ese lugar que ambicionan los inmigrantes de todo el Sur, meca de comercio, de inversiones, ejemplo de derechos y de un bienestar envidiado en todo el mundo. Pero algo ha cambiado, algo muere sin que sepamos qu¨¦ lo sustituye. De pronto, desde el Este y desde hace ya dos a?os, Putin libra una guerra que amenaza nuestro espacio y forma de vida. Desde el Oeste, la nueva Administraci¨®n de EE UU tambi¨¦n se estrena con agresiones verbales no aptas entre amigos, sin descartar la violencia. ?Y en el interior? En el interior de ese s¨¢ndwich en el que estamos cada vez m¨¢s apretados brota la Gran Regresi¨®n, la oscuridad de una ultraderecha que crece espoleada por los unos y los otros.
La pobre Europa se ha quedado sin nada impresionante que decir mientras Trump y Musk nos arrojan llamaradas. Y sin nada que hacer ante unas redes sociales trocadas en instrumentos de su estrategia. ?Pero es que nadie va a hacer nada?
Mientras las personas y los peri¨®dicos se debaten entre cerrar o no su cuenta en X, nadie parece estar haci¨¦ndose la gran pregunta: no soy yo, columnista, o t¨², lector, escritor, periodista, ciudadano, quienes nos lo tenemos que preguntar, sino los Estados; sino Europa. ?Qu¨¦ hacer con X? Esto urge en un momento en que nuestras fortalezas, la capacidad infinita para la libertad con instrumentos de sanci¨®n demasiado lentos y burocr¨¢ticos para el mundo real, se est¨¢n convirtiendo en debilidades. Porque es debilidad asistir impotentes al tsunami de Musk aporreando la red con su fervor ultraderechista. Es debilidad escuchar que el multimillonario quiere financiar los partidos de su elecci¨®n en Europa. Y es debilidad que campe a sus anchas mientras nosotros nos sobresaltamos sin saber qu¨¦ hacer, oh my God!
La emergencia de un nuevo enemigo a la vista mientras a¨²n nos amenaza el viejo apela a actuar con la misma rapidez con que Europa reaccion¨® en la pandemia para conseguir vacunas. Hay que tener un plan y exhibirlo antes de que la OTAN ataque a la OTAN. Y antes de que las redes sigan siendo el cauce por el que nos inunde la agresi¨®n. Y la enemistad.