El legado del activista medioambiental que sigue resonando 32 a?os despu¨¦s de su asesinato
El documental ¡®Povo da Floresta¡¯ narra la lucha de los recolectores de caucho y pueblos ind¨ªgenas en la Amazon¨ªa frente a los madereros, mineros y el propio Gobierno de Bolsonaro, tres d¨¦cadas despu¨¦s de la muerte del sindicalista brasile?o Chico Mendes
El recolector de caucho Raimundo Mendes de Barros resume el legado del activista brasile?o Chico Mendes con una historia ambientada ¨Dc¨®mo no¨D en la Amazon¨ªa. Esta: "El bosque estaba en llamas. Un colibr¨ª, preocupado al ver a los dem¨¢s p¨¢jaros de la zona, empez¨® a ir y volver a un r¨ªo cercano. Llenaba en ¨¦l su pico y lo vaciaba t¨ªmidamente en uno de los extremos incendiados. El papagayo se ri¨® de ¨¦l y le pregunt¨® si no era consciente de que era una locura. El colibr¨ª respondi¨®: 'Yo estoy haciendo mi parte. Si el resto de animales hiciera lo mismo, apagar¨ªamos juntos el fuego¡±.
¡°Esto¡±, explica el humilde sindicalista se?alando la comunidad que le rodea, ¡°esta vegetaci¨®n tan rica, este pueblo que ya no es analfabeto, estas estructuras que hemos construido¡ Esto es por lo que ¨¦l luch¨®¡±. Lo dice en una de las escenas de Povos da Floresta (Pueblos del bosque). El documental, dirigido por Rafa Calil y estrenado en septiembre, es un pedazo de la Amazon¨ªa contada por los que la habitan y por quienes la protegen. Es la historia de cientos de colibr¨ªes intentando apagar el fuego.
Francisco Alves Mendes Filho, m¨¢s conocido como Chico Mendes (Xapuri, Acre, Brasil, 1944) fue uno de los que m¨¢s alto denunci¨® que la Amazon¨ªa estaba siendo masacrada. Este carism¨¢tico recolector de caucho y sindicalista creci¨® en la selva con el miedo constante a ser despojado de ella. Ese temor y la merma de la riqueza vegetal y animal del pulm¨®n del mundo prendi¨® la llama de su activismo. En los setenta se convirti¨® en uno de los l¨ªderes m¨¢s importantes de la lucha pac¨ªfica contra la extracci¨®n de madera y la expansi¨®n de los pastizales, hasta que fue asesinado a finales de 1988, frente a la puerta de su casa. Hoy, m¨¢s de tres d¨¦cadas despu¨¦s, sus compa?eros y los ind¨ªgenas siguen sus pasos.
Tras el asesinato de Chico, m¨²ltiples organizaciones aunaron sus esfuerzos para constituir entidades que mantuvieran vivo el recuerdo del activista. La misma noche de su asesinato se cre¨® el Comit¨¦ Chico Mendes, que en la actualidad realiza una importante labor de archivo y difusi¨®n de noticias vinculadas a la selva. Y en 2006 se constituy¨® el Instituto Chico Mendes con el fin de educar a los j¨®venes de las comunidades ind¨ªgenas y transmitir la lucha por la conservaci¨®n de la naturaleza de generaci¨®n a generaci¨®n. ?ngela Mendes, una de sus hijas, se encarga de que su estela no se esfume, pero reconoce que no es f¨¢cil: ¡°Mi padre inici¨® un proyecto de resistencia muy inteligente y visionario en su ¨¦poca y nosotros estamos siguiendo su sendero, aunque lo hacemos en el pa¨ªs en el que te matan por ser activista y con un Gobierno que preferir¨ªa que no estuvi¨¦semos¡±, explica por tel¨¦fono.
En 2019, Brasil fue el cuarto pa¨ªs con m¨¢s activistas asesinados, con al menos 24 ¨Dentre ind¨ªgenas y ecologistas¨D. En los ¨²ltimos 16 a?os, la cifra acumula 653 asesinados, seg¨²n datos del Observat¨®rio do Terceiro Setor. ¡°El Gobierno ve la Amazon¨ªa desde dos prismas: una cosa son los derechos de los habitantes y otra la de los madereros, grileiros [quienes queman las tierras para poder ocuparlas ilegalmente] y los criminales¡±, critica ?ngela, ¡°Para ¨¦l solo es prioritario este ¨²ltimo grupo. Los dem¨¢s estorbamos¡±.
¡°Cuando los madereros observan el bosque solo consiguen ver madera detr¨¢s de los grandes cedros. Otros vienen y ven oro; otros, petr¨®leo¡±, explica, en una de las escenas del documental, el antrop¨®logo Terri Aquino. ¡°Los ind¨ªgenas miran el bosque y ven plantas medicinales, ven a sus ancestros enterrados y sus esp¨ªritus que permanecen alrededor del ¨¢rbol de Sama¨²ma. ?C¨®mo van a derribarlo?¡±, se pregunta. ¡°Ellos son los ¨²nicos que pueden garantizar la preservaci¨®n de esto porque no van a devastar lo que necesitan para vivir¡±.
La lucha de los activistas medioambientales no tiene c¨®mo separarse de la de los ind¨ªgenas
De fondo, los sonidos se camuflan. Las pisadas de las botas en las hojas secas, el chillido de los macacos y la sinton¨ªa de los mil y un p¨¢jaros de la Amazon¨ªa son la banda sonora de este paseo por la rutina de los recolectores de caucho y los responsables de las Unidades de Conservaci¨®n del ICMBIO, quienes desde 2012 fiscalizan las nuevas viviendas localizadas en la Reserva Extractivista de Chico Mendes. El documental es una ventana al pulm¨®n del mundo y el grito de los que dependen de ¨¦l. Ecologistas e ind¨ªgenas. Dinaman Tux¨¢, uno de los coordinadores de la APIB (Articulaci¨®n de los Pueblos Ind¨ªgenas de Brasil) es tambi¨¦n muy cr¨ªtico con el Gobierno de Jair Bolsonaro: ¡°En los ¨²ltimos a?os se han desmantelado las pol¨ªticas que defend¨ªan el medio ambiente y sus pueblos. La destrucci¨®n de la Amazon¨ªa es oriunda de una pol¨ªtica genocida, ecocida y etnocida¡±.
La lucha de los activistas medioambientales no tiene c¨®mo separarse de la de los ind¨ªgenas. Ni del resto de la sociedad brasile?a. En el relato audiovisual, la sabidur¨ªa de estas comunidades y sus formas de entender y utilizar la naturaleza, est¨¢n latentes de principio a final. La Amazon¨ªa como Patrimonio de la Humanidad ¨Daunque el presidente reniegue de ello¨D es una idea que ya vislumbraba Chico al iniciar su carrera como l¨ªder de la conservaci¨®n: ¡°Esta lucha no es inter¨¦s solo de los trabajadores del caucho o del indio. Es una lucha del pueblo brasile?o y todo el planeta. Nuestro discurso no es solo ecol¨®gico. No queremos convertir la Amazon¨ªa en un santuario; pero tampoco queremos una selva devastada¡±. Este es un homenaje a sus guardianes.
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