La odisea de la cadena de suministro en fr¨ªo y de la vacuna de la covid-19 para llegar a todas partes
En inter¨¦s de la salud global y por pura justicia social, las dosis de inmunizaci¨®n deben distribuirse con igualdad entre las poblaciones con menos recursos. Pero en muchos pa¨ªses del mundo preservarlas congeladas es imposible
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Para que sirvan como instrumento de reducci¨®n de las desigualdades sanitarias y de impulso de la justicia social, las vacunas contra el coronavirus tambi¨¦n deben distribuirse entre las poblaciones que cuentan con menos servicios y entre aquellas comunidades a las que es dif¨ªcil acceder.
Aunque no haya demasiados lugares en Estados Unidos a los que no se pueda llegar por carretera, s¨ª que existen otras circunstancias que plantean retos. As¨ª, por ejemplo, muchos hospitales de zonas rurales poseen un suministro el¨¦ctrico inestable, o bien no pueden permitirse congeladores que enfr¨ªen a temperaturas extremadamente bajas. Sin embargo, si hay voluntad por parte del Gobierno y se destinan los recursos necesarios, estas dificultades podr¨¢n superarse.
Pero esto no es as¨ª en la mayor¨ªa de pa¨ªses del resto del mundo.
Uno de los miembros de nuestro equipo, Tim Ford, es investigador en salud global y ha realizado un gran n¨²mero de estudios internacionales sobre agua y condiciones sanitarias en lugares donde las cadenas de suministros no llegan. Su ¨²ltimo destino han sido varias zonas rurales de Hait¨ª. Otro miembro de nuestro grupo, Charles Schweik, centra sus investigaciones en las formas en las que la extensi¨®n de las innovaciones (tanto digitales como materiales) pueden ayudar a resolver las desigualdades y los problemas sociales acuciantes.
Las vacunas de Pfizer y Moderna suponen un gran punto de partida, y es algo que debemos celebrar. Pero su eficacia exige una ¡°cadena de fr¨ªo¡±, es decir, una compleja cadena de suministros que implica congeladores y m¨¦todos de transporte que integren control de temperatura. Esta necesidad de preservar la cadena de fr¨ªo (y el hecho de que en muchas partes del mundo esto sea imposible) ha hecho que en torno a este asunto surjan una serie de preocupaciones relativas a la equidad y justicia del reparto de vacunas. Hay investigadores que est¨¢n trabajando a destajo para desarrollar vacunas que no necesiten de la pesadilla log¨ªstica y econ¨®mica que supone que la distribuci¨®n tenga que respetar una cadena de fr¨ªo.
Donde la cadena de fr¨ªo no llega
En las regiones pobres, en las zonas del mundo m¨¢s remotas o en aquellos lugares donde la temperatura media durante el d¨ªa es muy elevada y no hay acceso a la electricidad (o este acceso es muy deficiente), evidentemente no se dan las condiciones necesarias para mantener las vacunas a temperaturas bajas. En estos lugares, de hecho, puede no haber ni siquiera carreteras (y no hablemos de aeropuertos). E incluso en los casos en los que haya carreteras, estas pueden resultar impracticables durante ciertas ¨¦pocas del a?o, o bien resultar inaccesibles por razones pol¨ªticas o por inestabilidad armada.
Pero tanto la vacuna de Moderna como la de Pfizer deben permanecer congeladas, y para su transporte se debe preservar la cadena de fr¨ªo. Solo los pa¨ªses m¨¢s ricos disponen de los recursos necesarios para implementar una cadena de fr¨ªo s¨®lida, y esto significa que grandes franjas de la poblaci¨®n mundial no tendr¨¢n una vacuna contra la covid-19.
Esto es malo en t¨¦rminos de salud p¨²blica, y adem¨¢s resulta injusto y poco equitativo.
Vacunas a temperatura ambiente
Las vacunas que se est¨¢n desarrollando no requieren temperaturas de almacenamiento tan bajas. Algunas empresas, entre las que se cuentan AstraZeneca y Johnson & Johnson, est¨¢n desarrollando vacunas que solo requieren de una refrigeraci¨®n convencional y no temperaturas bajo cero. A finales de diciembre Reino Unido autoriz¨® el uso de la vacuna de AstraZeneca, y tanto esta como la de Johnson & Johnson deber¨ªan llegar al mercado mundial en los pr¨®ximos dos meses y as¨ª ampliar en gran medida el n¨²mero de personas que podr¨¢n ser vacunadas.
Las dos empresas est¨¢n colaborando tambi¨¦n con COVAX Facility, que se define a s¨ª misma como ¡°un mecanismo global de mutualizaci¨®n de riesgos para la adquisici¨®n conjunta y la distribuci¨®n equitativa de las pr¨®ximas vacunas contra la covid-19¡±. El objetivo es hacer que la vacuna est¨¦ a disposici¨®n de todos los pa¨ªses que participan en el programa COVAX, con independencia de su nivel de ingresos. A mediados de diciembre, 92 pa¨ªses de ingresos bajos y medio-bajos se hab¨ªan suscrito al programa.
La refrigeraci¨®n convencional supone un avance con respecto al almacenamiento en congeladores, pero para las regiones m¨¢s remotas lo ideal ser¨ªa que las vacunas se pudieran conservar a temperatura ambiente. Por este motivo hay investigadores que est¨¢n trabajando en el desarrollo de vacunas termoregulables que no necesiten refrigeraci¨®n. Desde hace d¨¦cadas se vienen utilizando con ¨¦xito t¨¦cnicas que eliminan la dependencia de las vacunas de las cadenas de fr¨ªo. Las vacunas liofilizadas son un ejemplo, pero la primera vacuna termoregulada se desarroll¨® en 1955 contra la viruela, y a ella se debe una parte del m¨¦rito de haber erradicado esta enfermedad.
En la actualidad, los investigadores siguen buscando m¨¦todos innovadores para estabilizar las vacunas contra los virus, desde desecarlas por contacto con el aire gracias a pel¨ªculas de az¨²car de bajo coste a desecarlas con diferentes agentes estabilizadores. Algunos investigadores tambi¨¦n est¨¢n trabajando en f¨®rmulas l¨ªquidas estables, sobre todo con ciertas variedades de virus vivos atenuados de la gripe, con lo que se evita el costoso proceso de desecado con aire, que no siempre es posible para los pa¨ªses con ingresos bajos y medios-bajos. Todas estas t¨¦cnicas se podr¨ªan aplicar a vacunas basadas en virus atenuados, como la de la vacuna contra la gripe o las vacunas contra el coronavirus que est¨¢n desarrollando AstraZeneca y Johnson & Johnson.
?Esperanza para las vacunas de la covid-19?
Por el momento, todo esto se trata en gran medida de investigaci¨®n b¨¢sica, pero los progresos en este campo ser¨ªan de gran ayuda para satisfacer las necesidades sanitarias globales.
Hasta la fecha, los esfuerzos m¨¢s prometedores en pos del desarrollo de vacunas contra la covid-19 a temperatura ambiente vienen de China e India. Un grupo de cient¨ªficos chinos ha desarrollado un m¨¦todo para envolver una vacuna de ARN mensajero en nanopart¨ªculas de l¨ªpidos que la mantienen refrigerada a temperatura ambiente. Otro grupo de cient¨ªficos indios est¨¢ desarrollando un fragmento de prote¨ªna que soporta temperaturas elevadas. Y m¨¢s recientemente, un grupo de investigadores de Reino Unido ha empezado a colaborar en el desarrollo de una vacuna basada en un pol¨ªmero estabilizador, de dosis s¨®lida y sin agujas.
Dadas las limitaciones que impone la cadena de fr¨ªo, existe una serie de obligaciones morales, ¨¦ticas y relativas a la salud p¨²blica que exigen que se invierta en vacunas que puedan distribuirse de forma m¨¢s sencilla. Para los habitantes de muchos lugares, esto representa su ¨²nica esperanza de ser vacunados.
Timothy Ford es profesor y catedr¨¢tico de Ciencias Biom¨¦dicas y Nutricionales, en la Universidad de Massachusetts Lowell. Charles M. Schweik es profesor de Conservaci¨®n Ambiental, en la Universidad de Massachusetts Amherst.
Este art¨ªculo fue publicado originalmente en The Conversation.
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