Lo que la gente quiere es liderazgo clim¨¢tico

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Para muchos populistas, el jurado a¨²n no se expidi¨® sobre la ciencia clim¨¢tica y el calentamiento global es un mito, un invento o una mentira. Pero la mayor¨ªa de los ciudadanos reconocen que los hallazgos cient¨ªficos son s¨®lidos y que la amenaza del cambio clim¨¢tico es real. Y, como demuestra la nueva encuesta sobre el clima del Banco Europeo de Inversiones, la gente exige acci¨®n frente a este problema.

En Europa, el 75% de los ciudadanos dice que el cambio clim¨¢tico ya est¨¢ teniendo un impacto en sus vidas cotidianas. En China, la cifra asciende al 94%; y hasta en Estados Unidos, el 72% de los participantes dicen sentir los efectos del cambio clim¨¢tico.

Por supuesto, el elefante en la habitaci¨®n es la covid-19, que todav¨ªa se est¨¢ cobrando una cantidad enorme de vidas y subsistencias humanas. La encuesta determina que, si bien el cambio clim¨¢tico era la mayor prioridad para los europeos en 2019, desde entonces se ubic¨® detr¨¢s de la pandemia y las crisis de desempleo y financiera que ha causado.

Esto es entendible, dada la inmediatez y gravedad de la crisis sanitaria. De todos modos, la poblaci¨®n y los responsables de las pol¨ªticas no deben perder de vista el mayor desaf¨ªo a largo plazo que enfrenta la humanidad. Necesitamos ocuparnos de la covid-19 y de sus consecuencias sociales y econ¨®micas sin desatender la crisis clim¨¢tica y otros problemas ambientales en el proceso.

Por cierto, estas dos cuestiones est¨¢n relacionadas. Ambas amenazas demuestran que necesitamos generar m¨¢s resiliencia en el sistema econ¨®mico. La poblaci¨®n es plenamente consciente de esta situaci¨®n. La encuesta del BEI determina que una mayor¨ªa de los europeos quieren una recuperaci¨®n verde mientras reconstruimos nuestras econom¨ªas.

Cinco a?os despu¨¦s de su firma, las metas de reducci¨®n de emisiones del Acuerdo de Par¨ªs siguen al alcance. La UE, China, Jap¨®n y Corea del Sur han prometido alcanzar una neutralidad clim¨¢tica para mediados de siglo o poco despu¨¦s, y a ellos se sumar¨¢ Estados Unidos con el nuevo gobierno. En conjunto, estas econom¨ªas representan las dos terceras partes del PIB global y m¨¢s del 50% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero.

Pero las promesas no son suficientes. Ahora necesitamos que m¨¢s pa¨ªses, ciudades, empresas e instituciones financieras lideren con el ejemplo, no simplemente discutiendo planes de descarbonizaci¨®n concretos, sino en realidad llev¨¢ndolos a la pr¨¢ctica. Tambi¨¦n necesitamos seguir enverdeciendo el sistema financiero global estableciendo est¨¢ndares, definiciones y requerimientos de divulgaci¨®n comunes para canalizar el poder de las finanzas hacia un futuro m¨¢s sustentable.

El BEI, que viene siendo un l¨ªder en materia clim¨¢tica desde hace mucho tiempo, es el prestador multilateral m¨¢s grande del mundo para proyectos de acci¨®n clim¨¢tica. El mes pasado, nuestros accionistas ¨Clos 27 Estados miembro de la Uni¨®n Europea¨C aprobaron de forma un¨¢nime la Hoja de ruta 2021-2025 del Banco Clim¨¢tico del Grupo BEI. Este plan guiar¨¢ nuestras actividades en los pr¨®ximos cinco a?os y despu¨¦s.

Necesitamos ocuparnos de la covid-19 y de sus consecuencias sociales y econ¨®micas sin desatender la crisis clim¨¢tica y otros problemas ambientales en el proceso

Asimismo, la decisi¨®n un¨¢nime env¨ªa otra fuerte se?al de que la UE habla en serio sobre enfrentar el cambio clim¨¢tico y quiere abrir el camino para que otros sigan sus pasos. Y refuerza el papel esencial que el Grupo BEI pretende desempe?ar para respaldar la implementaci¨®n del Pacto Verde Europeo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en todo el mundo.

La hoja de ruta se centra en cuatro ¨¢reas. Primero, para fines de esta d¨¦cada, el Grupo BEI apunta a otorgar por lo menos un bill¨®n de euros (1,2 billones de d¨®lares) en inversi¨®n en acci¨®n clim¨¢tica y sustentabilidad ambiental. Para 2025, m¨¢s del 50% del financiamiento del BEI ser¨¢ destinado a ese tipo de proyectos, comparado con alrededor del 30% hoy. Nuestro objetivo es acelerar la transici¨®n verde y facilitar la participaci¨®n generalizada del sector privado.

Segundo, respaldaremos una transici¨®n justa para las regiones, comunidades y empresas m¨¢s vulnerables al cambio a una econom¨ªa de bajo consumo de carbono y a los efectos adversos de un clima cambiante.

Tercero, para fines de este a?o, seremos el primer banco de desarrollo multilateral del mundo en alinear todas las nuevas operaciones con los objetivos del Acuerdo de Par¨ªs. Esto significa que estaremos alineados con el l¨ªmite de 1,5¡ãC para el calentamiento global (en relaci¨®n con el nivel preindustrial) y con una trayectoria para la neutralidad clim¨¢tica en 2050. Por ejemplo, ya no necesitaremos respaldar una energ¨ªa constante de combustibles f¨®siles, actividades agr¨ªcolas de un uso intensivo de carbono o expansiones de aeropuertos.

Por otra parte, el BEI adherir¨¢ a un precio sombra del carbono que aumentar¨¢ a 250 euros por tonelada en 2030, y a 800 euros por tonelada en 2050. Esto fortalecer¨¢ el argumento econ¨®mico para proyectos que ahorren carbono y penalicen a aquellos que aumentan las emisiones.

La nueva hoja de ruta del Banco Clim¨¢tico es un hito para la UE y el mundo en general

Cuarto, como pioneros de los bonos verdes, entendemos que la transparencia y responsabilidad son esenciales para movilizar las finanzas sustentables en escala. Seguiremos ayudando a desarrollar la taxonom¨ªa de la UE para inversiones verdes y el est¨¢ndar de bonos verdes de la UE. Al ayudar a impedir el maquillaje verde, nuestro trabajo hace que las finanzas verdes resulten m¨¢s atractivas a los inversores privados.

La nueva hoja de ruta del Banco Clim¨¢tico es un hito para la UE y el mundo en general. Es sumamente alentador que en la reciente Cumbre Finanzas en Com¨²n, 450 bancos de desarrollo de todo el mundo prometieran respaldar el Acuerdo de Par¨ªs y los Objetivos de Desarrollo Sostenibles. En conjunto, estos bancos invierten aproximadamente 2,3 billones de d¨®lares anuales, un 10% de la inversi¨®n p¨²blica y privada global.

Pero ninguna instituci¨®n puede abordar el cambio clim¨¢tico por cuenta propia. Todos nuestros socios deben volverse l¨ªderes clim¨¢ticos globales. A la hora de trazar un curso para la seguridad clim¨¢tica, cuantas m¨¢s hojas de ruta, mejor.

Ambroise Fayolle es vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones. Copyright: Project Syndicate.

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