La casa de las mujeres que se construye con dignidad
En un chal¨¦ de la sierra madrile?a, una iniciativa inspirada en un proyecto brit¨¢nico intenta ayudar a las mujeres sin hogar y a paliar el efecto de la pandemia. Lo cuenta aqu¨ª su directora
¡°La casa de las mujeres¡±. As¨ª llaman en el pueblo de la sierra de Madrid al chal¨¦ que hemos habilitado en la Fundaci¨®n Luz Casanova para crear un espacio destinado a mujeres sin hogar. Se trata de un centro que nace como respuesta a la emergencia social desatada por la pandemia de la covid-19 y que tiene un objetivo: evitar las situaciones de sinhogarismo en mujeres y su cronificaci¨®n, a trav¨¦s de la detecci¨®n temprana y la prevenci¨®n.
Desde que se abri¨® en noviembre de 2020, en el Centro de Alojamiento de Emergencia para Mujeres Sin Hogar de la Comunidad de Madrid han vivido 46 mujeres. La emergencia social ha de garantizar que las personas no solo sobrevivan, sino que debe generar las condiciones necesarias para una vida con dignidad. Por ello, no podemos estar m¨¢s orgullosas del reconocimiento en el pueblo, pues es precisamente lo que pretendemos: un hogar desde donde iniciar la recuperaci¨®n, un espacio que respete la individualidad y la privacidad, pero que fomente la convivencia y la socializaci¨®n, generando v¨ªnculos, red y comunidad.
De las mujeres que han pasado por ella, el 87% ya ha salido consiguiendo lo que anhelaban: un trabajo, el acceso a una vivienda o habitaci¨®n con familiares o amistades
Nuestros datos indican que, de las mujeres que han pasado por ella, el 87% ya ha salido consiguiendo lo que anhelaban: un trabajo, el acceso a una vivienda o habitaci¨®n con familiares o amistades. Otras han pasado a vivir en sistemas de protecci¨®n estables, en funci¨®n de sus problem¨¢ticas. Ninguna mujer ha quedado en el sistema de personas sin hogar.
Al cumplir medio a?o de trabajo con ellas que, de un d¨ªa para otro y a consecuencia de la pandemia, se vieron en la calle al quedarse sin trabajo y sin vivienda, la mitad se ha incorporado de nuevo al mercado laboral.
Hasta ahora hemos dado cifras, pero hagamos el esfuerzo de poner tras esos n¨²meros los rostros, nombres y vivencias personales que arrastran cada una de esas mujeres, nacionales y extranjeras, de todas las edades. Hablo de personas que nunca pensaron que la crisis econ¨®mica, sanitaria y social las dejar¨ªa sin nada. ¡°He trabajado desde los 14 a?os en diversos oficios. Lo ¨²ltimo, como cuidadora. Pero durante el covid tuve un accidente, me despidieron y me qued¨¦ en la calle. Dorm¨ªa en Plaza del Carmen sobre cartones tap¨¢ndome con pl¨¢sticos, mantas o lo que encontrase. Estar en la calle significa el m¨¢s absoluto desamparo y ostracismo social¡±, nos contaba Laura Mart¨ªn (nombre ficticio) de 65 a?os. Hoy su historia de vida ha cambiado y tambi¨¦n la de otras mujeres que han pasado por la casa. Hoy ellas cuentan con mejores cposibilidades de futuro.
Los resultados del proyecto se?alan que hay posibilidades de transformaci¨®n social y que el camino y la v¨ªa pasa por la detecci¨®n temprana
Este trabajo est¨¢ inspirado en la iniciativa brit¨¢nica No Second Night, que busca dar soluciones ¨¢giles, evitar que las mujeres pasen una segunda noche en la calle y hacer todo lo posible para que la situaci¨®n de sinhogarismo y el deterioro que conlleva no tener techo se detengan lo antes posible. Trasladamos e hicimos propios esos aprendizajes del proyecto ingl¨¦s durante la pandemia en Madrid, con un programa del Ayuntamiento que ejecutamos durante unos meses y que ahora continuamos con esa misma filosof¨ªa desde este centro de la sierra de la mano de la Direcci¨®n General de Servicios Sociales e Innovaci¨®n de la Comunidad de Madrid.
Los resultados del proyecto se?alan que hay posibilidades de transformaci¨®n social y que el camino y la v¨ªa pasa por la detecci¨®n temprana. Cuando antes se responda a las necesidades de las mujeres vulneradas, mayor ser¨¢ la posibilidad de ¨¦xito. Para ello, nuestro trabajo ha estado centrado en la persona desde una perspectiva de g¨¦nero e interseccionalidad. Abordamos el acompa?amiento profesional de forma multidisciplinar y a trav¨¦s de una estrecha cooperaci¨®n con otras entidades y profesionales de la medicina, el mundo del derecho o la vivienda.
La Casa de las mujeres no hubiera sido posible sin la comunidad donde se desarrolla, este pueblo de la sierra de Madrid que ha acogido y facilitado su desarrollo, convirti¨¦ndose en red integradora y acogedora y algunas veces incluso ofreciendo una salida laboral a las mujeres de la casa. Hay salida.
Julia Almansa es directora de la Fundaci¨®n Luz Casanova.