Tailandia est¨¢ deportando refugiados camboyanos
Tres opositores huidos han sido devueltos a su pa¨ªs a pesar de las alarmas de Acnur. Voeun Veasna, Voeung Samnang y Thavry Lanh no tienen estatus legal en Tailandia, ya que el pa¨ªs asi¨¢tico no es firmante de la Convenci¨®n de Ginebra de 1951, ni se contempla el principio de no devoluci¨®n en su legislaci¨®n
Tailandia ha sido se?alada por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) por la deportaci¨®n de tres camboyanos que hab¨ªan obtenido protecci¨®n internacional y que estaban acusados de conspirar contra el Gobierno de su pa¨ªs. Los hechos sucedieron el 8 de noviembre, cuando la polic¨ªa tailandesa arrest¨® y deport¨® a Camboya al activista Voeun Veasna y el exfuncionario Voeung Samnang, ambos miembros del opositor Partido Nacional de Rescate de Camboya (CNRP), el cual fue disuelto en 2017. Solamente diez d¨ªas despu¨¦s tambi¨¦n fue arrestada Thavry Lanh, una funcionaria electa de la misma formaci¨®n pol¨ªtica.
En un comunicado, Acnur expres¨® que hab¨ªa notificado a las autoridades que estas personas ten¨ªan estatus de refugiados. En el mismo texto, indic¨® que hab¨ªan solicitado al Gobierno no devolverlas a Camboya porque les preocupa su seguridad.
Sin embargo, parte del problema al que se enfrentan Veasna, Samnang, Lanh y tantos otros refugiados en Tailandia es que, aunque est¨¦n reconocidos por Acnur, no tienen estatus legal en este pa¨ªs asi¨¢tico, ya que no es firmante de la Convenci¨®n de Refugiados de Ginebra de 1951, ni se contempla el principio de no devoluci¨®n en su legislaci¨®n. Estas deportaciones ¡°son contrarias al principio que obliga a los Estados, incluida Tailandia, a no expulsar a las personas a un territorio donde su vida o su libertad pueden estar amenazadas¡±, denunci¨® el Alto Comisionado, que ha calificado la situaci¨®n de ¡°alarmante¡±.
Adem¨¢s, como se?ala en un correo electr¨®nico Andrea Giorgetta, director de Asia para la Federaci¨®n Internacional por los Derechos Humanos (FIDH), ¡°Tailandia a menudo ignora su obligaci¨®n bajo derecho internacional de no devolver a las personas a un pa¨ªs donde se enfrentan a graves amenazas a su vida o libertad¡±. Seg¨²n el activista, ignora estas obligaciones de forma selectiva, ya que, por ejemplo, desde el golpe de Estado de febrero en Myanmar, no se han registrado casos de deportaci¨®n por parte de Tailandia de los opositores birmanos a la junta militar.
Phil Robertson, subdirector de la divisi¨®n de Asia de Human Rights Watch (HRW), comenta por correo electr¨®nico que mucha gente en Tailandia est¨¢ especulando con que la devoluci¨®n de los tres refugiados camboyanos puede ser una retribuci¨®n relacionada con la desaparici¨®n forzada de un activista tailand¨¦s de los Camisas Rojas, el grupo de seguidores del ex primer ministro Thaksin Shinawatra.
Este hecho sucedi¨® en junio de 2020 y Camboya ha evadido constantemente cualquier esfuerzo para investigar el suceso. El activista expresa que, como tantas cosas relacionadas con estos casos, ¡°solo los niveles superiores de ambos gobiernos conocen la verdad y, por supuesto, lo niegan¡±.
Los tres refugiados recientemente deportados a Camboya tienen un pasado similar. Samnang fue acusado en 2019 por los fiscales camboyanos de conspiraci¨®n e incitaci¨®n a cometer un delito grave, motivo por el que huy¨® a Tailandia en 2020. Como indica Robertson, las autoridades no han desvelado de qu¨¦ se le acusa espec¨ªficamente, porque en realidad ¡°se trata de un cargo inventado¡±: ¡°Decenas de activistas han sido acusados de cargos de esa ¨ªndole durante los ¨²ltimos tres a?os¡±, comenta.
La gran pregunta es qu¨¦ va a hacer la comunidad internacional para responder a estas flagrantes violaciones de la protecci¨®n de los refugiados que son a la vez indignantes e inaceptablesPhil Robertson, subdirector de la divisi¨®n de Asia de Human Rights Watch (HRW)
El experto en derechos humanos explica que estos activistas se consideran que est¨¢n siendo perseguidos por razones pol¨ªticas y que ¡°ser¨¢n declarados culpables¡± porque el gobernante Partido Popular de Camboya (PPC) as¨ª lo solicitar¨¢ a los jueces.
Veasna huy¨® a Tailandia a principios de 2020 tras ser acusado, en abril de 2021 como Samnang, de incitar a la pr¨¢ctica de un delito grave y de obstruir las medidas contra la covid-19. Robertson remarca que el cargo relacionado con la pandemia puede tener que ver con las cr¨ªticas que realiz¨® en redes sociales a las normas de contenci¨®n tomadas por el Gobierno.
Lanh fue arrestada en Tailandia el 19 de noviembre y enviada a Camboya al d¨ªa siguiente. Fue acusada en 2017 de incentivar un delito de traici¨®n, por lo que ese mismo a?o huy¨® de su pa¨ªs. Esta activista es miembro activo del CNRP y fue elegida jefa de una comuna en la provincia de Banteay Meanchey en las elecciones de 2017. Particip¨® activamente en la promoci¨®n del regreso del l¨ªder exiliado del CNRP, Sam Rainsy, por lo que Robertson piensa que fue acusada por motivos pol¨ªticos.
Tailandia no se enfrenta a ninguna consecuencia por las expulsiones, a excepci¨®n del da?o a su reputaci¨®nAndrea Giorgetta, director de Asia para la Federaci¨®n Internacional por los Derechos Humanos
La portavoz regional para Asia y el Pac¨ªfico de Acnur, Catherine Stubberfield, expresa en un correo electr¨®nico que est¨¢n buscando ¡°una aclaraci¨®n urgente¡± de las autoridades tailandesas sobre las circunstancias que llevaron a estas expulsiones y por qu¨¦ ocurrieron.
No obstante, tras la salida de estos tres activistas, ¡°Tailandia no enfrenta ninguna consecuencia, a excepci¨®n del da?o a su reputaci¨®n¡±, expone Giorgetta, de la FIDH, y recuerda que, hace menos de dos semanas, el Gobierno comunic¨® a la comunidad internacional que no est¨¢ efectuando deportaciones. Este anuncio se hizo p¨²blico un d¨ªa despu¨¦s de las devoluciones de Veasna y Samnang.
Giorgetta explica que el primer ministro de Tailandia, Prayuth, y su hom¨®logo camboyano, Hun Sen, ambos conocidos por ser l¨ªderes autoritarios, ¡°han acordado no permitir que se realicen actividades antigubernamentales en los territorios camboyano y tailand¨¦s por sus respectivos disidentes¡±. En su opini¨®n, estos destierros son una consecuencia directa de este convenio, sobre todo teniendo en cuenta que se han producido en un momento de gran represi¨®n contra los disidentes que comenz¨® antes de las elecciones generales de 2018.
Robertson, de HRW, comparte una opini¨®n similar a la de Giorgetta, y expone que el arresto y el regreso forzado de estos tres refugiados demuestra que el acuerdo de ¡°intercambio comercial¡± entre las autoridades camboyanas y tailandesas est¨¢ operando ¡°a toda velocidad¡±, pasando por alto la protecci¨®n y los derechos de los refugiados.
El experto en derechos humanos detalla que Hun Sen busca detener a los exiliados del CNRP en Bangkok, con lo cual algunos de sus asesores se reunieron con las autoridades tailandesas para llegar a un acuerdo. Considera que este ¡°nefasto arreglo¡± busca detener a quienes puedan y, en el proceso, hacer que todos los dem¨¢s exiliados del CNRP en Tailandia intenten reasentarse en un tercer pa¨ªs.
Roberston piensa, adem¨¢s, que no es coincidencia que la ofensiva de Hun Sen contra el CNRP se produzca mientras se realizan los preparativos para las elecciones comunales nacionales de 2022. El mandatario camboyano y su partido, el PPC, ¡°tradicionalmente han reprimido a los activistas pol¨ªticos y defensores de los derechos en el per¨ªodo previo a las elecciones¡± y sostiene que siguen operando en el mismo sentido.
Para Robertson, la gran pregunta es qu¨¦ va a hacer la comunidad internacional para responder a estas ¡°flagrantes violaciones¡± de la protecci¨®n de los refugiados que son a la vez ¡°indignantes e inaceptables¡±.
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