Afganist��n, uno de los dos reductos de poliomielitis en el mundo

Razia, de 14 a?os, con su familia en casa, a las afueras de Kabul. La adolescente contrajo polio en los primeros meses de vida y depende de su familia para todo en el d��a a d��a.Thibault Lef��bure (EL PA?S)

Narghis, la madre de Razia, no cuenta con ninguna ayuda para encargarse de su hija. ��Tras el desayuno, la cargo a mi espalda para llevarla al jard��n y que tome el sol. Est�� fuera hasta la tarde, cuando vuelvo a darle comida y le cambio la ropa��, explica. ��No dice cu��ndo quiere ir al ba?o. Lo hace aqu�� mismo��, cuenta, sin tapujos. ��Le doy menos comida para que no tenga necesidad de ir mucho al ba?o��.Thibault Lef��bure (EL PA?S)

La familia de Razia se instal�� a las afueras de Kabul, en el barrio de Pul-e-Charkhi, donde el alquiler les asfixia econ��micamente. El d��a a d��a se convierte en un camino de obst��culos.Thibault Lef��bure (EL PA?S)

Cuando Razia lleg�� por primera vez al hospital de Kabul, los m��dicos le dijeron que fuera a Pakist��n para recibir tratamiento. La familia, sin recursos, no pudo seguir las recomendaciones m��dicas. Despu��s de dos a?os, el problema empeor��.Thibault Lef��bure (EL PA?S)

El director del Hospital de Ni?os Indira Gandhi, en Kabul, el doctor Mohammad Hasib, es talib��n. El cambio de r��gimen ha reemplazado los antiguos cargos del hospital por los fundamentalistas.Thibault Lef��bure (EL PA?S)

Los sistemas de salud fr��giles y el rechazo de las familias a la vacunaci��n en las zonas rurales han dificultado la erradicaci��n de la enfermedad. Adem��s, antes de su vuelta al poder, los talibanes se negaban a que los vacunadores actuaran, ya que consideraban que serv��an como instrumento de espionaje para el ej��rcito estadounidense. En la imagen, pacientes en las salas de espera del hospital de Kabul.Thibault Lef��bure (EL PA?S)

Nasiba con su hija Rushana, quien ha estado bajo observaci��n en un ala atestada del hospital durante varios d��as por sospecha de poliomielitis.Thibault Lef��bure (EL PA?S)

En noviembre de 2021, los talibanes aceptaron que se retomara la campa?a de vacunaciones. El reto: llegar a los 3,3 millones de ni?os que no hab��an recibido dosis desde 2018, la ��ltima vez que los equipos de vacunaci��n pudieron llegar a las ��reas m��s remotas de Afganist��n. En la foto, una madre con su beb�� entra en el hospital.Thibault Lef��bure (EL PA?S)

En el hospital de Kabul, un m��dico pasa una llave debajo del pie de un beb�� para probar su sensibilidad.Thibault Lef��bure (EL PA?S)

Una trabajadora de la salud vacuna a un beb�� en el hospital de Kabul. A finales de febrero de este a?o, varios ataques simult��neos acabaron con la vida de ocho vacunadores, lo que oblig�� a la ONU a suspender temporalmente las inmunizaciones en Kunduz y Tahar, las provincias del norte de Afganist��n afectadas. Thibault Lef��bure (EL PA?S)

En las sillas del pasillo del Hospital Indira Gandhi, madres e hijos esperan su turno. En la imagen, dos mujeres y un ni?o aguardan en una sala de espera.Thibault Lef��bure (EL PA?S)