La emergencia clim¨¢tica multiplica las epidemias de c¨®lera mientras las vacunas escasean

El mundo vive una emergencia de brotes de c¨®lera nunca vista desde que hay vacunas. Solo en 2022, esta enfermedad ha surgido en 30 pa¨ªses frente a una media anual de 20 epidemias en el ¨²ltimo lustro, seg¨²n ha alertado la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), que adem¨¢s destaca que la letalidad se ha triplicado. Las causas son m¨²ltiples, pero los investigadores y expertos coinciden que el aumento global de temperaturas debido al cambio clim¨¢tico juega un papel fundamental en la intensificaci¨®n de los casos de c¨®lera, unido a las migraciones forzosas y los conflictos. Todo ello se est¨¢ produciendo en un contexto de escasez de vacunas, que ha obligado a reducir de dos a una las dosis que se administran en estos brotes.

¡°El aumento global de las temperaturas y los eventos clim¨¢ticos extremos favorecen la reproducci¨®n del bacilo causante del c¨®lera. Las sequ¨ªas reducen las fuentes de agua y elevan el riesgo de contaminaci¨®n, mientras que las inundaciones destruyen sistemas de canalizaci¨®n, lo que beneficia el contagio. Si a eso unes las migraciones clim¨¢ticas y los conflictos, estamos ante la tormenta perfecta, con millones de personas viviendo en campos de desplazados, con un acceso limitado a la salud y condiciones de saneamiento malas¡±, asegura Miriam Al¨ªa, responsable de vacunaci¨®n y respuesta a epidemias de M¨¦dicos sin Fronteras (MSF).

El c¨®lera es un viejo conocido de la Humanidad, una enfermedad diarreica aguda provocada por la ingesti¨®n de alimentos y sobre todo agua contaminada con el bacilo Vibrio cholerae. End¨¦mica en la actualidad en 47 pa¨ªses del mundo, los menos desarrollados, donde los sistemas de saneamiento e higiene son m¨¢s precarios, es capaz de matar en tan solo a cuatro horas. Tiene una tasa de letalidad de hasta el 50% sin acceso a tratamientos, b¨¢sicamente hidrataci¨®n oral o intravenosa para casos m¨¢s graves, pero que se reduce al 1% si hay una detecci¨®n precoz y atenci¨®n sanitaria. La mejor noticia es que hay vacuna y que es relativamente f¨¢cil de gestionar.

[El c¨®lera] tiene una tasa de letalidad de hasta el 50% sin acceso a tratamientos, b¨¢sicamente hidrataci¨®n oral o intravenosa para casos m¨¢s graves, pero que se reduce al 1% si hay una detecci¨®n precoz y atenci¨®n sanitaria

Hait¨ª es uno de los pa¨ªses afectados. El brote comenz¨® a finales de septiembre y ya alcanza un centenar de fallecidos y pr¨¢cticamente 10.000 casos, con un gran foco en la capital, Puerto Pr¨ªncipe. El ritmo de expansi¨®n es alarmante. En Siria llevaban 15 a?os sin la presencia del c¨®lera, pero el pasado mes de septiembre ha reaparecido con fuerza, alcanzando los 13.000 casos y 60 fallecidos. En Malaui es mucho m¨¢s letal: el brote se ha extendido a los 29 distritos del pa¨ªs, provocando 10.300 casos y 300 muertos. En su origen est¨¢ el paso de la tormenta tropical Ana y el cicl¨®n Gombe, en enero y marzo de este a?o, que provocaron grandes inundaciones y el desplazamiento de miles de personas que ahora tienen poco acceso al agua, saneamiento y las condiciones adecuadas de higiene. L¨ªbano, Kenia, Nigeria o Bangladesh son otros pa¨ªses con epidemias activas.

El pasado mes de octubre, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, lanzaba la voz de alerta: ¡°No solo estamos viendo m¨¢s brotes, sino m¨¢s brotes mortales. Los datos de que disponemos, que son limitados, muestran que la tasa media de letalidad en lo que va de a?o casi triplica la de los ¨²ltimos cinco a?os¡±. A su juicio, no hay ninguna duda: ¡°Los fen¨®menos clim¨¢ticos extremos, como las inundaciones, los ciclones y las sequ¨ªas, reducen a¨²n m¨¢s el acceso al agua potable y crean el entorno ideal para la propagaci¨®n del c¨®lera¡±. Esta enfermedad, a?adi¨®, ¡°se nutre de la pobreza y los conflictos, pero ahora se est¨¢ viendo potenciada por el cambio clim¨¢tico¡±.

Los fen¨®menos clim¨¢ticos extremos, como las inundaciones, los ciclones y las sequ¨ªas, reducen a¨²n m¨¢s el acceso al agua potable y crean el entorno ideal para la propagaci¨®n del c¨®lera

Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS

La vacuna contra el c¨®lera ¡°es oral, como la de la polio, y aguanta hasta 14 d¨ªas fuera de la cadena de fr¨ªo¡±, asegura Al¨ªa. Sin embargo, la producci¨®n actual para las necesidades tanto preventivas como destinadas a los brotes activos, no es suficiente. En 2022 estaba previsto producir unos 36 millones de dosis, la mayor¨ªa de ellas para la llamada vacunaci¨®n reactiva o de prevenci¨®n. Sin embargo, la aparici¨®n ¡°sin precedentes¡± (seg¨²n la OMS) de brotes en una treintena de pa¨ªses ha obligado a destinar m¨¢s dosis para las emergencias. Por ello, el pasado 19 de octubre el Grupo Internacional de Coordinaci¨®n (ICG, por sus siglas en ingl¨¦s), que coordina esta inmunizaci¨®n, decidi¨® reducir de dos a una las dosis de respuesta ante epidemias, lo que reduce el tiempo de inmunidad. ¡°La estrategia de una dosis ha demostrado ser eficaz para responder a los brotes, aunque las pruebas sobre la duraci¨®n exacta de la protecci¨®n son limitadas. Parece ser mucho menor en los ni?os¡±, asegura el ICG.

Pr¨¢cticamente toda la producci¨®n de vacunas contra el c¨®lera est¨¢ concentrada en dos f¨¢bricas situadas en India y Corea del Sur, pero est¨¢n al l¨ªmite de su capacidad. ¡°No vamos a tener un incremento en la fabricaci¨®n al menos en los pr¨®ximos dos a?os y el stock actual no es suficiente¡±, explica Al¨ªa, quien insiste que, en todo caso, la vacunaci¨®n preventiva es tan solo un pilar de la lucha contra esta enfermedad, ¡°el m¨¢s barato y eficaz¡±, pero debe ir acompa?ado de medidas como la mejora de los sistemas de saneamiento. Algunos pa¨ªses que preve¨ªan inmunizar a su poblaci¨®n de riesgo han tenido que retrasar estos planes para abordar brotes, como Nigeria, Camer¨²n o la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo (RDC).

La emergencia de epidemias debido al cambio clim¨¢tico supone un serio tropiezo para la estrategia definida por el Grupo de Trabajo Mundial sobre el Control del C¨®lera (GTFCC, por sus siglas en ingl¨¦s), cuyo objetivo era reducir en un 90% los casos en el a?o 2030 mediante la vacunaci¨®n preventiva en los 47 pa¨ªses donde esta enfermedad es end¨¦mica. M¨¢s de la mitad de la producci¨®n iba a parar a tres pa¨ªses africanos, Etiop¨ªa, Nigeria y la RDC, que ahora vuelcan sus esfuerzos en atender la emergencia.

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