¡°Si ser homosexual no fuese un crimen en ?frica, nosotros no estar¨ªamos en Espa?a¡±
El joven actor camerun¨¦s Ali Useni, que prefiere ser llamado Alex, se vio obligado a escapar de su pa¨ªs tras sufrir a?os de ataques hom¨®fobos
Ali Useni se vio obligado a abandonar a los 10 a?os su escuela, en Camer¨²n, para no ¡°contaminar¡± a sus compa?eros. Le hab¨ªa dicho a su t¨ªa, con quien viv¨ªa tras la muerte de su madre, que de mayor le gustar¨ªa casarse con un hombre. Ahora Useni, de 21 a?os, que prefiere ser llamado Alex, vive en Espa?a, donde trabaja como actor y est¨¢ a punto de estrenar El Salto, una pel¨ªcula que ha rodado con el director Benito Zambrano. Sin embargo, hasta llegar a este momento, sufri¨® lo que define como un ¡°calvario¡±. Porque Alex no sab¨ªa que aquella confesi¨®n que hizo de ni?o, la de que quer¨ªa casarse con un hombre, ser¨ªa el principio de a?os de maltrato f¨ªsico y psicol¨®gico que le empujaron a emprender una peligrosa traves¨ªa para cruzar el norte de ?frica hasta arribar a Espa?a en busca de refugio.
Camer¨²n, uno de los 69 pa¨ªses que, seg¨²n el ¨²ltimo informe de la Asociaci¨®n Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA, por sus siglas en ingl¨¦s), criminaliza la homosexualidad, contempla penas de prisi¨®n de seis meses a cinco a?os para quienes mantengan relaciones sexuales consentidas con otra persona de su mismo sexo. Pero las condenas no proceden exclusivamente de las leyes. ¡°Mi t¨ªa sab¨ªa que era homosexual y me echaba la bronca, me pegaba, me insultaba, me cortaba con navajas o me pon¨ªa pimienta en la sangre, perd¨ª su confianza, y la m¨ªa propia¡±, relata Alex.
La primera condena que sufri¨® el joven fue la de negarle el derecho a la educaci¨®n. ¡°Era un ni?o¡ me sacaron de la escuela porque dec¨ªan que a lo mejor pod¨ªa contaminar a los otros. Porque es una enfermedad, que ten¨ªa el demonio, que estaba en m¨ª¡±, cuenta durante una entrevista en Madrid, en la que relata que su t¨ªa le oblig¨® a vender zumos en la calle.
A los 13 a?os decidi¨® escapar de la casa de su t¨ªa, porque no pod¨ªa aguantar m¨¢s y no quer¨ªa acabar muerto. Viaj¨® a Duala, la ciudad con mayor poblaci¨®n de Camer¨²n y centro econ¨®mico del pa¨ªs, donde estuvo viviendo en una casa abandonada. Tuvo que pedir en la calle para sobrevivir. Seg¨²n narra, una se?ora musulmana se fij¨® en ¨¦l y le ofreci¨® un techo y trabajo en su restaurante. ¡°Durante los primeros dos meses me estuvo pagando y todo parec¨ªa que iba bien, hasta que a partir del tercer mes dej¨® de hacerlo y el trato ya no era el mismo del principio¡±, recuerda. Pero en aquel restaurante conoci¨® a un cliente que se convertir¨ªa en su ¡°gran amor¡±.
Camer¨²n contempla penas de prisi¨®n de seis meses a cinco a?os para quienes mantengan relaciones sexuales consentidas con otra persona de su mismo sexo
Alex y su pareja decidieron emprender un viaje hacia Europa para poder vivir su amor en libertad. Su objetivo era llegar a Francia, donde viv¨ªan los padres de su novio. Sin embargo, al final del camino, el novio de Alex intent¨® cruzar el Estrecho por su cuenta, pero nunca lo consigui¨®. ¡°Mi madre se me apareci¨® en sue?os. Me dijo que me quedase, que el mar estaba peligroso. Se lo dije a mi chico. Se fue sin m¨ª. Tras dos semanas sin noticias, me enter¨¦ de que hab¨ªa muerto en el viaje¡±, rememora.
Alex s¨ª lo logr¨®. Lleg¨® a Espa?a con su ¨²nica posesi¨®n, un libro del Cor¨¢n ¡ª¡°mi fe es lo ¨²nico que me ha ayudado a seguir adelante¡±¡ª, pidi¨® asilo y pas¨® un tiempo en un centro de menores en Almer¨ªa. Las primeras palabras que aprendi¨® en espa?ol, seg¨²n recuerda, fueron ¡°negro¡± y ¡°maric¨®n¡±. Despu¨¦s, lleg¨® a Madrid con el apoyo de la ONG Rescate, una asociaci¨®n dedicada desde 1960 a ayudar a personas refugiadas y que atiende adem¨¢s las necesidades espec¨ªficas del colectivo LGTBIQ.
¡°Vosotros [en alusi¨®n a los espa?oles] hab¨¦is podido luchar en vuestro pa¨ªs, pero es importante entender que, si ser homosexual no fuese un crimen en ?frica, nosotros no estar¨ªamos en Espa?a¡±, comenta Alex. Y a?ade, desde una posici¨®n en la que es consciente del privilegio de estar cumpliendo el sue?o de dedicarse a la actuaci¨®n: ¡°Ahora s¨¦ que hay un camino. Lo que m¨¢s me interesa es ayudar a otras personas¡±.
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