El pa¨ªs es uno de los m¨¢s avanzados del ?frica subsahariana en acceso a la educaci¨®n, pero tiene a¨²n desaf¨ªos por delante, sobre todo en igualdad de oportunidades para chicos y chicas. Adem¨¢s, un n¨²mero importante de peque?os sufre malos tratos, especialmente las ni?as, que mayoritariamente niegan el trauma
Ruanda, con algo m¨¢s de 13 millones de habitantes, es uno de los pa¨ªses del ?frica subsahariana con mejor situaci¨®n educativa, seg¨²n Unicef. Un 98% de los ni?os y ni?as van a la escuela primaria. Pero el pa¨ªs sigue enfrent¨¢ndose a varios retos. En la imagen, una escuela de Kigali en junio de 2023.Albert GarciaPese a que la mayor¨ªa de ni?os y ni?as est¨¢n inscritos en la educaci¨®n primaria, solo un 71% la completan. Las clases tienen demasiados alumnos, una media de 62 por cada profesor debidamente cualificado.
En la imagen, dos ni?as en un pueblo del distrito de Nyanza, en junio.Albert GarciaEn las clases suele haber el mismo n¨²mero de ni?os que de ni?as, pero el absentismo escolar es m¨¢s elevado en las chicas, seg¨²n datos de la oficina de Unicef en Ruanda. Los chicos son m¨¢s numerosos que las chicas en las escuelas primarias de 26 de los 30 distritos de Ruanda. Y conforme la educaci¨®n avanza, esta diferencia entre sexos se hace m¨¢s notable. En la imagen, una ni?a en la avenida central de la peque?a localidad de Juru, en el distrito de Bugesera.Albert Garcia
Un grupo de ni?os con uniforme escolar caminan a la salida del colegio en un peque?o pueblo del distrito de Nyanza, en el sur de Ruanda.Albert GarciaSolo el 57% de la poblaci¨®n ruandesa tiene acceso a agua potable en un radio de 30 minutos de su casa, seg¨²n datos de Unicef. Y aunque haya agua cerca de los hogares, a menudo no es potable. Cuando los ni?os beben agua contaminada, corren el riesgo de enfermar gravemente, e incluso de morir, de enfermedades transmitidas por el agua. En la foto, unos ni?os juegan en el distrito de Nyanza. Albert GarciaCuando los ni?os pasan tiempo recogiendo agua, a menudo no van a la escuela. Se trata de un problema que afecta especialmente a las ni?as, que asumen gran parte de las tareas dom¨¦sticas. En la foto, unos ni?os en el distrito de Nyanza. Albert Garcia
Ni?os del distrito Nyanza, al lado de una s¨¢bana donde se seca el mijo, uno de los cereales que se cultivan en Ruanda, en una imagen tomada en junio de 2023. Seg¨²n cifras de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT), un 5,3% de los ruandeses de entre cinco y 13 a?os y un 30,7% de los de entre 14 y 17 trabajaban en 2016 (¨²ltimas cifras disponibles)Albert GarciaUn 27,4% de los ruandeses de entre 14 y 25 a?os padece alg¨²n tipo de desorden psicol¨®gico. Los conflictos familiares, la violencia sexual, la pobreza, el consumo de drogas, el genocidio de 1994 (que provoc¨® un mill¨®n de muertos en apenas 100 d¨ªas), una exposici¨®n alta a las redes sociales, factores gen¨¦ticos o los embarazos en adolescentes son los principales detonantes de estos problemas, seg¨²n un estudio realizado por Unicef en 2020. En la imagen, tres j¨®venes en la entrada de su casa, en un pueblo del distrito de Nyanza.Albert GarciaEn Ruanda, m¨¢s de la mitad de las ni?as y ni?os sufren alg¨²n tipo de violencia durante la infancia, mayoritariamente de parte de personas que conocen. En la imagen, una joven madre ruandesa con su hijo en el mercado de Kimironko, uno de los m¨¢s grandes de Kigali, fotografiada en junio de 2023Albert GarciaEn Ruanda, solo el 60% de las ni?as v¨ªctimas de violencia se lo cuentan a alguien y el porcentaje es a¨²n m¨¢s bajo en el caso de los ni?os. Denyse Amahirwe, especialista de protecci¨®n infantil en Unicef en el pa¨ªs, considera que la pobreza material en la que muchos adolescentes viven les impide en ocasiones reconocer su sufrimiento y pedir ayuda. "Las chicas son las m¨¢s afectadas por esta violencia y las que m¨¢s en riesgo est¨¢n. Muchas veces ni siquiera se sienten heridas y niegan el trauma. Se ven como las culpables y callan porque saben que, si dicen algo, ser¨¢n cuestionadas incluso por su propia familia", explic¨® a este diario. En la imagen, dos mujeres caminan con sus hijos por el centro de Kigali, en junio de 2023.Albert Garcia
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