Asediados por las compa?¨ªas de cr¨¦ditos r¨¢pidos en Pakist¨¢n
En un pa¨ªs azotado por la alt¨ªsima inflaci¨®n y el desempleo, algunos paquistan¨ªes que recurren a aplicaciones de pr¨¦stamos instant¨¢neos denuncian el acoso al que son sometidos cuando no pueden devolver el dinero
Mansoor Khan solicit¨® un pr¨¦stamo instant¨¢neo para una urgencia sanitaria. Hab¨ªa visto en internet el anuncio de una aplicaci¨®n que solo requer¨ªa su identificaci¨®n oficial y su n¨²mero de tel¨¦fono. Este hombre, que prefiere mantener su nombre y el de la aplicaci¨®n en el anonimato por motivos de seguridad, cuenta que se sinti¨® tentado por la oportunidad ante la falta de otras opciones para conseguir dinero. ¡°Me mud¨¦ a Karachi [la capital econ¨®mica de Pakist¨¢n] desde mi pueblo el a?o pasado y no tengo una cuenta bancaria¡±, explica. Esta aplicaci¨®n le pareci¨® una mejor opci¨®n que tener que pasar verg¨¹enza pidiendo prestado a amigos y familiares. Un mes despu¨¦s, el cr¨¦dito de 20.000 rupias paquistan¨ªs (unos 68 euros) se hab¨ªa triplicado.
Solo pudo devolver el dinero porque el jefe de su mujer intervino para ayudarle. Pero no todo el mundo tiene tanta suerte. A mediados de julio de este a?o, la sociedad paquistan¨ª vivi¨® una conmoci¨®n cuando Mohammad Masood, un hombre de 42 a?os, se quit¨® la vida en Rawalpindi, una ciudad al norte del pa¨ªs, tras no conseguir devolver dos pr¨¦stamos r¨¢pidos de 800.000 rupias (unos 2.700 euros). La familia culpa a las aplicaciones que, aseguran, presionaron a Masood hasta niveles insoportables.
Gran parte de la poblaci¨®n de Pakist¨¢n sufre dificultades financieras, con una inflaci¨®n que este a?o ronda el 27,1% y unas tasas de empleo en m¨ªnimos hist¨®ricos. La industria de la agricultura, que aporta un 18,5% del PIB, seg¨²n la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO), se ha visto tremendamente afectada por inundaciones que en 2022 provocaron una crisis humanitaria sin precedentes y que han arruinado las cosechas, provocando p¨¦rdidas de 15.000 millones de d¨®lares (unos 14.200 millones de euros).
Una gran parte de la poblaci¨®n de Pakist¨¢n se dedica al trabajo informal, que supone el 35% del PIB nacional, seg¨²n diversos informes. Estos trabajadores no tienen solvencia econ¨®mica y ning¨²n tipo de relaci¨®n con las entidades financieras. En 2017, solo el 21% de los paquistan¨ªes ten¨ªan una cuenta en el banco y el 35% hab¨ªa conseguido ahorrar algo en el a?o anterior, seg¨²n el ¨ªndice Global Findex. Apenas el 26% de los adultos de este pa¨ªs asi¨¢tico tienen conocimientos sobre finanzas, seg¨²n la mayor encuesta sobre el tema. En este caldo de cultivo han surgido en el ¨²ltimo a?o en internet multitud de aplicaciones que conceden microcr¨¦ditos instant¨¢neos de forma muy f¨¢cil.
Los principales consumidores de estas plataformas suelen ser personas con dificultades econ¨®micas e ingresos bajos. HayBiyar Qalandrani, trabajador social y fundador del Consejo de Derechos Humanos de Baluchist¨¢n, ha estudiado el impacto que estas aplicaciones tienen en los consumidores vulnerables. Le preocupan especialmente los ni?os y adolescentes. ¡°He observado la cantidad de veces que aparecen anuncios de este tipo dentro de ciertos juegos que son populares entre ellos. Puede ser peligroso: la idea del dinero instant¨¢neo puede resultar atractiva para los j¨®venes que no son conscientes de los peligros que entra?an estos pr¨¦stamos¡±, se?ala.
Qalandrani explica las diferencias de estas aplicaciones de pr¨¦stamos r¨¢pidos con otros sistemas de cr¨¦ditos que funcionan en Pakist¨¢n, como EasyPaisa y Jazz Cash, donde ¨¦l mismo ha pedido cr¨¦ditos en el pasado. ¡°Las plataformas verificadas, como EasyPaisa, tienen un tipo de inter¨¦s fijo y, si no devuelves el dinero prestado, recurren a la justicia. En cambio, estas otras aplicaciones no suelen establecer un tipo de inter¨¦s por adelantado y, de repente, se presentan ante los prestatarios con una suma enorme a pagar. Tambi¨¦n los acosan y amenazan cuando se dan cuenta de que no pueden devolver esa cantidad, que no para de aumentar¡±, subraya.
Eso estuvo a punto de pasarle a Shahida Aslam, una viuda de 40 a?os de Karachi que trabaja como esteticista a domicilio. Cuenta que necesit¨® dinero porque cada vez le resulta m¨¢s dif¨ªcil llegar a fin de mes por culpa de la inflaci¨®n en Pakist¨¢n. No ten¨ªa ni idea de c¨®mo solicitar un cr¨¦dito por la v¨ªa formal, y, aunque sab¨ªa que una persona de su comunidad conced¨ªa pr¨¦stamos a vecinos, tampoco se lo solicit¨® porque sab¨ªa que ten¨ªa fama de ser cruel a la hora de pedir su devoluci¨®n. Acab¨® recurriendo a una aplicaci¨®n de la que le hab¨ªa hablado su vecina. ¡°No s¨¦ leer ni escribir, as¨ª que no era consciente de las condiciones ni de la cantidad de intereses que cobraban¡±, lamenta. ¡°Fue tan f¨¢cil que no me par¨¦ a pensar en nada m¨¢s¡±. Aunque finalmente consigui¨® devolver el pr¨¦stamo, el aumento de la cantidad a deber y los constantes mensajes hicieron mella en su salud f¨ªsica y mental. ¡°Hab¨ªa o¨ªdo hablar de gente amenazada y me preocupaba que me pasara lo mismo¡±, recuerda.
El trabajador social Qalandrani se?ala que resulta relativamente f¨¢cil averiguar datos personales a partir de un n¨²mero de Tarjeta de Identidad Nacional Computarizada (CNIC por sus siglas en ingl¨¦s), que se necesita para solicitar un pr¨¦stamo, por lo que, asegura, estas aplicaciones a menudo no solo buscan detalles personales del prestatario, sino tambi¨¦n de sus familias. ¡°Muy a menudo vemos que obtienen informaci¨®n de mujeres de la familia para acosarlas, porque las consideran objetivos m¨¢s f¨¢ciles¡±, alerta.
Para frenar el acoso, Google ha tomado cartas en el asunto. Junto con la Comisi¨®n de Valores y Bolsa de Pakist¨¢n (SECP por sus siglas en ingl¨¦s), el gigante tecnol¨®gico ha actualizado su pol¨ªtica de pr¨¦stamos personales para garantizar que las aplicaciones no puedan acceder a los contactos e informaci¨®n personal de los usuarios.
Las plataformas de pr¨¦stamo pueden, por otra parte, tener la ventaja de hacer la vida m¨¢s f¨¢cil a un sector demogr¨¢fico marginado por los bancos hasta ahora. ¡°Creemos que acceder a los servicios financieros es un derecho de todos¡±, explica a EL PA?S la portavoz de la Comisi¨®n de Valores y Bolsa de Pakist¨¢n, Musarat Jabeen. ¡°No pretendemos que este sector deje de funcionar. Lo que queremos es regularizarlo, porque los m¨¦todos tradicionales de concesi¨®n de pr¨¦stamos, como los usureros, son muy inhumanos¡±.
La SECP lleva m¨¢s de un a?o trabajando para regular estas aplicaciones, asegura Jabeen. ¡°Las aplicaciones que no est¨¢n aprobadas por la SECP, y que por lo tanto operan ilegalmente, no est¨¢n disponibles en [la tienda de aplicaciones m¨®viles] Play Store, aunque, por desgracia, se pueden encontrar en internet. Recibimos quejas y muchas veces conseguimos que la gente recupere su dinero. Si se trata de aplicaciones no reguladas, remitimos las quejas a la Agencia Federal de Investigaci¨®n¡±, detalla.
Puedes seguir a Planeta Futuro en X, Facebook, Instagram y TikTok y suscribirte aqu¨ª a nuestra ¡®newsletter¡¯.