Pan para todos y mercadillos antiinflaci¨®n para rescatar a los egipcios del abismo econ¨®mico
La subida de precios y el desplome de la divisa local empobrece a los habitantes del pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo ¨¢rabe pese las medidas del Gobierno para intentar paliar el desplome
En 2023 el mes musulm¨¢n del Ramad¨¢n no arrancar¨¢ hasta finales de marzo. Pero, en un solar de la calle Rey Faisal de la ciudad egipcia de Giza, a apenas cinco kil¨®metros de las pir¨¢mides, ya se ha instalado una gran carpa t¨ªpica de este periodo del a?o. La entrada est¨¢ presidida por un retrato del omnipresente presidente del pa¨ªs, Abdelfat¨¢ al Sisi y en su interior se encuentran varias decenas de estands con alimentos y otros productos b¨¢sicos a precios atractivos: dulces, t¨¦, carne, aceite, verduras, pescado, legumbres, congelados o especias.
Unos 150 carpas similares se han instalado en todo Egipto desde primeros de enero por iniciativa del Gobierno. No tanto para mostrar entusiasmo temprano por las fiestas, sino para aliviar la presi¨®n de unos precios desbocados en la inmensa mayor¨ªa de los hogares. De hecho, un segundo cartel a la entrada de la feria deja entrever su verdadera raz¨®n de ser: ¡°Iniciativa presidencial para luchar contra los altos precios¡±.
¡°El 90% de la gente que viene compra poco a poco, para el mes y para Ramad¨¢n¡±, explica Haisam, empleado de una editorial cairota que espera a su familia frente a la carpa de Faisal con varias botellas de aceite. ¡°Aqu¨ª los precios son razonables¡±, considera. En el ¨²ltimo a?o, los egipcios han presenciado con impotencia c¨®mo su poder adquisitivo se ve¨ªa seriamente mermado: la inflaci¨®n ha alcanzado su tasa m¨¢s alta del ¨²ltimo lustro (21,3% interanual en diciembre), la divisa local ha perdido cerca del 100% del valor y la falta de d¨®lares ha obligado a limitar todas las importaciones al pa¨ªs. La semana que viene est¨¢ previsto que arranque una nueva iniciativa del Gobierno para permitir que cualquiera pueda comprar pan subvencionado.
En diciembre, la inflaci¨®n en Egipto escal¨® hasta al 21,3% interanual
La sacudida econ¨®mica provocada por la guerra -cerca de un 85% de las importaciones de trigo proced¨ªan de Rusia y Ucrania antes de la guerra- , sumada a dos a?os de turbulencias asociadas a la pandemia de la covid-19, ha hecho saltar por los aires el modelo de desarrollo y crecimiento perseguido por las autoridades egipcias durante los ¨²ltimos a?os. Este se sustentaba principalmente en la acumulaci¨®n de deuda y una inversi¨®n muy elevada en grandes infraestructuras, como una nueva capital, a¨²n por acabar y de retorno econ¨®mico incierto.
Una fuga de capitales masiva, un asfixiante calendario de pago de intereses y un fuerte aumento de la factura de las importaciones, sobre todo de productos b¨¢sicos como el trigo, han expuesto los fr¨¢giles fundamentos de su econom¨ªa y han colocado al pa¨ªs ante el abismo.
En diciembre, la inflaci¨®n de este pa¨ªs de 109 millones de habitantes se vio impulsada por la fuerte subida de precios de los alimentos, que lleg¨® hasta el 37,2% pese a que el ¨ªndice de precios de la agencia de la ONU para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) encadena ya nueve meses de ca¨ªda y se sit¨²a por debajo de los precios registrados hace un a?o.
El 85% de los hogares han reducido el consumo de carne, el 75% el de pollo y huevos, el 61% el de pescado y casi el mismo porcentaje el de leche
¡°Soy un empleado de oficina y tengo un sueldo fijo, pero los precios no paran de subir¡±, se lamenta Haisam, que prefiere no dar su apellido.
M¨¢s pobres, m¨¢s desesperados
Las consecuencias para la amplia mayor¨ªa de egipcios han sido vertiginosas. Un informe de noviembre de la agencia estatal de estad¨ªsticas (CAPMAS) revel¨® que, por ejemplo, desde el inicio de la guerra en Ucrania, el 74% de familias del pa¨ªs ha reducido el gasto en comida y ha dejado de comprar art¨ªculos como carne. Un tercio afirm¨® tambi¨¦n que no hab¨ªa podido cubrir sus necesidades b¨¢sicas el mes anterior. Otra encuesta realizada entre octubre y noviembre a m¨¢s de 6.000 hogares pobres o casi pobres del pa¨ªs por el Instituto Internacional de Investigaci¨®n sobre Pol¨ªticas Alimentarias (IFPRI) revel¨® que el 85% de los hogares redujo el consumo de carne, el 75%, el de pollo y huevos, el 61%, el de pescado y casi el mismo porcentaje el de leche.
¡°Hay mucha gente que afirma que ha tenido dificultades con su presupuesto y que ha tenido que cambiar sus h¨¢bitos de consumo¡±, se?ala Sikandra Kurdi, investigadora del IFPRI y una de las autoras del informe.
La parte positiva recogida por el estudio de IFPRI es que el consumo de los alimentos subvencionados por el Estado, como el pan, az¨²car, aceite y pasta, apenas ha variado entre los hogares encuestados, lo que sugiere que la red de protecci¨®n existente, por limitada que sea, est¨¢ funcionando y ofreciendo un cierto sost¨¦n a las familias m¨¢s vulnerables. Un 70% de los egipcios dispone de tarjetas de racionamiento que permiten comprar alimentos y productos b¨¢sicos para el hogar y una proporci¨®n mayor tiene acceso a pan subvencionado. Adem¨¢s, existen otros dos programas de transferencias monetarias que llegan a m¨¢s de cuatro millones de familias.
Kurdi alerta, sin embargo, de que, aunque estas ayudas est¨¦n brindando una protecci¨®n importante, un cambio tan marcado en la dieta como el registrado acarrear¨ªa secuelas a largo plazo. Porque, aunque las necesidades b¨¢sicas se pueden cubrir con los alimentos b¨¢sicos subvencionados en Egipto, el ¡°problema es que tambi¨¦n necesitas prote¨ªnas, grasas y micronutrientes, vitaminas b¨¢sicamente¡±, se?ala la experta.
Los egipcios son la primera nacionalidad que ha llegado a Italia por mar, con un aumento de m¨¢s del 200% respecto al pasado a?o
En el ¨²ltimo a?o, el Gobierno ha aprobado medidas para paliar las dificultades econ¨®micas, como la subida del sueldo m¨ªnimo para funcionarios hasta las 3.000 libras al mes (93 euros), aunque en el sector privado sigue fijado en 2.400 libras (74€) y a menudo ni siquiera se cumple. Tambi¨¦n se han ampliado los programas de protecci¨®n social, han subido las pensiones y las exenciones fiscales y se han congelado los precios de la electricidad.
Pero la inflaci¨®n ha provocado una fuerte bajada del valor real de salarios, pensiones y subsidios en un contexto que ya era delicado. La ¨²ltima tasa de pobreza que se hizo p¨²blica en el pa¨ªs, hace tres a?os, era del 29,7%. Pero Egipto marca el umbral en 10.300 libras al a?o (unos 320€ al cambio actual) mientras que el Banco Mundial lo sit¨²a en 744€, un limite que, si se aplicara, har¨ªa que la tasa de pobreza del pa¨ªs se disparara.
En estas circunstancias, desde principios de 2022, los egipcios se han convertido en la primera nacionalidad de los migrantes que llegan a Italia por mar tras cruzar la peligrosa ruta del Mediterr¨¢neo central, con un aumento de m¨¢s del 200% respecto al a?o anterior.
La clase media paga el precio
El informe de IFPRI recoge tambi¨¦n que el 84% de las familias encuestadas ha tenido que dejar de pagar deudas y un porcentaje considerable afirma haber tenido que reducir gastos en sanidad (43%) y educaci¨®n (25%). Son datos que muestran que la clase media del pa¨ªs se ve especialmente afectada por este contexto econ¨®mico hostil.
La mayor¨ªa de egipcios no llegan a las 3.000 libras al mes. El d¨®lar ha ca¨ªdo a la mitad, pero los precios han subido el triple.Vecino del barrio El-Gamaleya
¡°Son los que m¨¢s impuestos pagan, y sin ninguna seguridad social a cambio. Tienen que pagar cantidades exorbitantes por la educaci¨®n y la sanidad, que son necesidades b¨¢sicas, mientras sus salarios apenas pueden cubrir necesidades cotidianas¡±, se?ala Jouna El Habbal, una analista pol¨ªtica que ha dedicado parte de su investigaci¨®n a este estrato socioecon¨®mico en Egipto. ¡°Es una relaci¨®n unidireccional¡±, sentencia.
Un vecino del barrio donde se encuentra el tur¨ªstico bazar de Jan El Jalili, en El Cairo, que prefiere mantener el anonimato, explica que en el ¨²ltimo a?o ha tenido que combinar tres trabajos para llegar a final de mes. Y lamenta que el dinero que destinaba a la comida, el alquiler, la factura de la electricidad y los gastos escolares de sus dos hijos ahora lo dedica solo a la alimentaci¨®n y ni siquiera puede comprar lo mismo que antes.
¡°?Qui¨¦n puede vivir de esta forma? La mayor¨ªa de egipcios ni siquiera llega a cobrar 3.000 libras [93€] Yo soy afortunado. ?C¨®mo lo hacen?¡±, se lamenta.
En Egipto, todo el mundo ha bajado al menos un estrato socialJouna El Habbal, analista pol¨ªtica
Uno de los escasos indicios que refleja estas dificultades es que, en el tercer trimestre de 2022 ¨Cel ¨²ltimo del que hay cifras disponibles de la Autoridad de Regulaci¨®n Financiera¨C los pr¨¦stamos al consumo aumentaron un 60% interanual.
El anterior entrevistado cuenta que antes de que estallara la crisis actual participaba en una asociaci¨®n informal de ahorro y cr¨¦dito rotativo. Un modelo muy popular en Egipto por el que un grupo de personas se une para ahorrar y prestarse dinero conjuntamente sin la intermediaci¨®n de un banco. En su caso, la cantidad era de 80.000 libras (unos 2.500€), con la que esperaba comprarse un coche o pagar el primer plazo de un piso. Pero, en el momento en el que le toc¨® recibir el dinero, su valor hab¨ªa ca¨ªdo dr¨¢sticamente. ¡°Ahora ya me he olvidado de todo [lo que quer¨ªa comprar]¡±, apunta.
Para El Habbal, la magnitud de la crisis en curso es dif¨ªcil de estimar. ¡°Es bastante seguro decir que todo el mundo ha bajado al menos un estrato social¡±, considera. ¡°[La crisis actual] ha hecho imposible que nadie mantenga su estatus¡±, resume la analista pol¨ªtica.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter, Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra ¡®newsletter¡¯.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.