El reclutamiento de ni?os soldado se acelera en la guerra de Sud¨¢n
El estallido del conflicto civil entre el principal grupo paramilitar del pa¨ªs y el Ej¨¦rcito ha aumentado los casos de alistamiento de menores de edad, sobre todo entre los primeros, seg¨²n documentan organizaciones de derechos humanos
El barrio de al-Shajara, en el oeste de Jartum, ha sido en los ¨²ltimos meses el escenario de algunos de los combates m¨¢s duros librados entre el Ej¨¦rcito sudan¨¦s y las paramilitares Fuerzas de Apoyo R¨¢pido, enzarzadas en una guerra por el poder desde el pasado abril. All¨ª se encuentra el cuartel general del cuerpo de blindados del pa¨ªs, una de las pocas, pero posiciones estrat¨¦gicas que todav¨ªa retienen las Fuerzas Armadas en la capital de Sud¨¢n, y que los paramilitares codician en su batalla por hacerse con el control total de la ciudad.
En agosto, durante un asalto infructuoso de las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido a la base militar, se difundieron en redes sociales v¨ªdeos de sus tropas movilizadas en la zona que habr¨ªan pasado desapercibidos si no hubiese sido por la presencia de ni?os vistiendo su uniforme y asumiendo roles como conducir un veh¨ªculo de combate. Grupos de derechos humanos tambi¨¦n recabaron luego testimonios que afirmaron que entre los efectivos desplegados por los paramilitares figuraban menores de edad, algunos de los cuales fallecieron.
Lejos de tratarse de un episodio aislado, lo ocurrido en al-Shajara fue solo un recordatorio del riesgo que corren los ni?os de Sud¨¢n de ser utilizados por grupos armados, incluso en posiciones de combate, en el marco de la guerra civil. Se trata a¨²n de una actividad poco documentada, pero diversos grupos de derechos humanos locales aseguran a este diario que hay entre decenas y cientos de menores reclutados, una situaci¨®n por la que ha expresado tambi¨¦n preocupaci¨®n la relatora de la ONU sobre la trata de personas, Siobh¨¢n Mullally.
¡°El deterioro de la situaci¨®n humanitaria y la falta de acceso a alimentos y otros servicios b¨¢sicos convierten a los ni?os, especialmente a los no acompa?ados y separados de sus familias en las calles, en objetivos f¨¢ciles para el reclutamiento por parte de grupos armados¡±, afirm¨® Mullally en un comunicado a mediados de octubre. ¡°Es necesario actuar con urgencia para abordar estas preocupaciones acuciantes y tomar medidas eficaces para prevenir la trata de ni?os y proporcionar una protecci¨®n efectiva¡±, expres¨®.
¡°Nos alarma la situaci¨®n, porque el reclutamiento se est¨¢ generalizando y convirtiendo en sistem¨¢tico¡±, se?ala Mossaad Mohamed Ali, un abogado de derechos humanos y director del Centro Africano de Estudios sobre Justicia y Paz (ACJPS, por sus siglas en ingl¨¦s).
De Darfur a Jartum
Antes de estallar la guerra de abril, la mayor¨ªa de casos de reclutamiento de menores se documentaban entre las filas de movimientos rebeldes de Darfur, que est¨¢n desempe?ando por ahora un papel perif¨¦rico en la contienda. En este sentido, un informe del Consejo de Seguridad de la ONU, de mediados de 2022, que abarcada los dos a?os anteriores ¡ªy que es el ¨²ltimo que se ha publicado¡ª verific¨® 25 casos de reclutamiento y utilizaci¨®n de ni?os por parte de grupos armados en Sud¨¢n, aunque anot¨® que la cifra real podr¨ªa ser m¨¢s alta.
Entre los menores afectados se contaron 21 ni?os y 4 ni?as, y el informe alert¨® que los factores principales que les empujaron a los brazos de los movimientos rebeldes inclu¨ªan la inseguridad en Darfur, el desplazamiento, la separaci¨®n de sus familias y la pobreza.
Desde el inicio de la guerra entre el Ej¨¦rcito y las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido, sin embargo, el n¨²mero de reclutamientos se ha acelerado, los responsables han cambiado, y se est¨¢n produciendo de forma m¨¢s generalizada fuera de Darfur, seg¨²n abogados y grupos de derechos humanos. Ahora, la mayor parte de casos se registran en las filas paramilitares, que tratan de captar a ni?os sobre todo en las zonas m¨¢s marginalizadas de Darfur, de la gran regi¨®n meridional de Kordof¨¢n y del estado de Jartum, de acuerdo a distintas fuentes.
Ali, del ACJPS, se?ala que tambi¨¦n hay informaci¨®n, aunque por ahora no documentada, sobre reclutamiento de ni?os en campa?as de movilizaci¨®n de las Fuerzas Armadas que llaman a los j¨®venes a alistarse para asistir en la protecci¨®n de barrios de los ataques de los paramilitares. El director del grupo activista Youth for Darfur, Ahmed Abdallah, que han estado siguiendo el fen¨®meno desde finales de mayo, coincide en que hay ni?os que han ¡°declarado su apoyo¡± al Ej¨¦rcito. Pero apunta que por ahora no hay constancia de que hayan asumido posiciones de combate, como es el caso en las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido.
No es necesario demostrar el uso de la fuerza para que el reclutamiento de ni?os por parte de grupos armados constituya una ¡°violaci¨®n flagrante de los derechos humanos¡±Siobh¨¢n Mullally, relatora de la ONU sobre la trata de personas
El director de Save the Children en Sud¨¢n, Arif Noor, explica por su parte que el personal de la organizaci¨®n ha sido testigo de casos de ¡°ni?os que llevaban armas en puestos de control, especialmente frecuentes en la regi¨®n de Darfur y en el estado de Jartum¡±. Noor cuenta asimismo que, seg¨²n los relatos de locales que han podido recabar, una escuela en la capital apoyada por ellos ¡°fue reutilizada temporalmente como centro de reclutamiento¡±.
Un portavoz de las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido rechaz¨® ¡°rotundamente¡± a EL PA?S en un correo electr¨®nico que el grupo reclute a menores de edad, y afirm¨® que sus pr¨¢cticas de alistamiento se ajustan a la legislaci¨®n sudanesa y son transparentes. Tambi¨¦n asegur¨® que ¡°los sudaneses suelen parecer j¨®venes, una caracter¨ªstica arraigada en la gen¨¦tica de la poblaci¨®n sudanesa¡±.
Aunque la guerra que estall¨® en abril ha devuelto el foco sobre esta cuesti¨®n, las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido, que fueron establecidas como tal en 2013, pero que hunden sus ra¨ªces en las milicias ¨¢rabes patrocinadas por el r¨¦gimen del exdictador Omar Al Bashir en Darfur, cuentan con un largo historial de acusaciones de reclutamiento de menores en sus filas.
¡°Son totalmente despiadados, mienten descaradamente, sobre todo [su l¨ªder, Mohamed Hamdan Dagalo], y no les importa en absoluto el derecho internacional humanitario ni los derechos humanos¡±, se?ala Eric Reeves, un investigador del instituto Rift Valley y fideicomisario del colegio de abogados de Darfur que ha estudiado las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido desde su creaci¨®n. ¡°Si un chico parece capaz de ayudar militarmente, lo reclutan¡±.
El reclutamiento y el uso de ni?os soldado tambi¨¦n est¨¢ siendo empleado por las partes enfrentadas con fines propagand¨ªsticos. A mediados de noviembre, por ejemplo, las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido publicaron un v¨ªdeo en el que aparec¨ªa un grupo de menores que hab¨ªan sido detenidos poco antes en Darfur Occidental y que testificaban haber sido reclutados por el Ej¨¦rcito como soldados, pero el ACJPS afirma que fueron coaccionados y manipulados.
Sin comida
Para abogados y grupos de derechos humanos, la devastaci¨®n y la brutalidad de la guerra est¨¢n propiciando estos casos. Mullally, la relatora especial de la ONU, declar¨® en una nota en octubre que las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido captan a ni?os no acompa?ados y de familias pobres para reclutarlos en funciones de combate. Y Ali, del ACJPS, apunta en esta l¨ªnea que muchos ni?os j¨®venes que no pueden ni siquiera satisfacer sus necesidades m¨¢s b¨¢sicas, incluida la comida, ven en los grupos armados un medio de supervivencia.
Hay m¨¢s de tres millones de ni?os de Sud¨¢n que se encuentran desplazados dentro del pa¨ªs o han buscado refugio en los pa¨ªses vecinos, lo que la convierte en la peor crisis de desplazamiento infantil del mundo, seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU. Unos 14 millones de ni?os sudaneses necesitan tambi¨¦n desesperadamente acceso a ayuda humanitaria, seg¨²n datos de la misma agencia.
Algunos de los ni?os reclutados pertenecen asimismo a las tribus de las que proceden la mayor¨ªa de soldados de las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido y son reclutados a partir de los 14 a?os, en ocasiones a trav¨¦s de sus familias, seg¨²n se?ala Siddig Ali, miembro del grupo sudan¨¦s Abogados de Emergencia. Este apunta que otros menores se alistan para vengar a familiares muertos. Tambi¨¦n existen casos en los que se alista a ni?os que han sido detenidos de forma arbitraria o desaparecidos a la fuerza, de acuerdo con Ali, del ACJPS.
Independientemente del motivo, Mullally record¨® en su nota que el consentimiento de un menor de 18 a?os es ¡°jur¨ªdicamente irrelevante¡±. Y que ¡°no es necesario demostrar el uso de la fuerza¡± para que su reclutamiento por parte de grupos armados para cualquier forma de explotaci¨®n constituya una ¡°violaci¨®n flagrante de los derechos humanos, un delito grave y una violaci¨®n del derecho internacional humanitario¡±.
El efecto para las v¨ªctimas es profundo, alerta Noor, de Save the Children. ¡°La experiencia de estar asociado con un grupo armado puede tener repercusiones y consecuencias inmediatas y duraderas. Esto incluye desde muerte, violencia sexual, explotaci¨®n y abuso hasta lesiones f¨ªsicas o discapacidad, as¨ª como impactos psicol¨®gicos a largo plazo¡±.
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