8 fotosPlaneta FuturoCasa Frida, un espacio seguro para migrantes LGBTIQ+ en M¨¦xico Un refugio con sedes en la capital mexicana y en la frontera con Guatemala ofrece un hogar temporal para quienes huyen de la homofobiaMarta Saiz Julia Molins Ciudad de M¨¦xico / Tapachula - 04 ene 2024 - 05:35CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceCasa Frida es una organizaci¨®n mexicana que ofrece refugio a migrantes LGTBIQ+ (lesbianas, gais, transexuales y bisexuales). Uno de ellos es Juan (como el resto de protagonistas de este reportaje, no comparte su apellido por motivos de seguridad). Natural de Venezuela, luce en su pecho un tatuaje con el nombre de su pareja, Daniel, y una medalla con medio coraz¨®n que su madre le regal¨® cuando emprendi¨® la ruta hacia Ecuador. Fue en ese pa¨ªs donde conoci¨® a Daniel y a su hijo, con quienes lleg¨® a Casa Frida en Ciudad de M¨¦xico una de las dos sedes de la ONG, que tambi¨¦n tiene un centro en Tapachula (en la frontera con Guatemala). ¡°Este proyecto nace por la convicci¨®n de luchar, defender la diversidad sexual y hacer visible la defensa de los derechos humanos y la b¨²squeda de espacios seguros¡±, afirma Lisbeth Su¨¢rez, directora del Programa de Protecci¨®n Integral y Acompa?amiento de este centro. Tras tres meses en el refugio, Juan y su pareja encontraron trabajo y vivienda en la capital mexicana, con el prop¨®sito siempre de cruzar la frontera norte. Cada d¨ªa, a las 10 de la ma?ana, se conectaban a una aplicaci¨®n para ver si les confirmaban su entrevista con Migraci¨®n. Un mes despu¨¦s de dejar el refugio consiguieron la cita, y ahora viven en Estados Unidos. Julia Molins El proyecto de Casa Frida, inaugurado en mayo de 2020, se llama as¨ª en honor a una mujer trans de Oaxaca ya fallecida. La organizaci¨®n, en la que trabajan unas 30 personas y que recibe financiaci¨®n y donaciones de varias embajadas extranjeras, empresas privadas y ONG, ha ayudado a unas 1.700 personas desde su creaci¨®n. Por ejemplo, a Leo y a su hija, fotografiadas el pasado mes de agosto. En 2012, esta mujer y su pareja fueron violadas por un grupo de miembros de una 'mara' en su casa de San Pedro Sula, en Honduras, donde viv¨ªan con la hija de Leo, de solo tres a?os, por ser lesbianas. Unos d¨ªas m¨¢s tarde, durante la noche, el mismo grupo dispar¨® desde fuera de la vivienda. ¡°Mi pareja result¨® herida con cuatro impactos de bala en la pierna", narra Leo. "Hab¨ªa m¨¢s de 70 impactos de bala en la casa¡±. Tuvieron que dejarlo todo y marcharse a Ceiba (norte de Honduras), donde intentaron empezar una nueva vida. Pero all¨ª tambi¨¦n sufrieron amenazas y hostigamientos, hasta que la pareja de Leo decidi¨® marcharse a M¨¦xico ¡°para rebajar la tensi¨®n¡±. Leo tambi¨¦n acab¨® decidi¨¦ndose, tras la llamada de una madre del colegio: ¡°Su hijo hab¨ªa escuchado que un marero pretend¨ªa violar a mi hija adolescente¡±. Con la ni?a,?Leo lleg¨® hace tres meses al refugio de Casa Frida en Tapachula (Chiapas), donde recibieron ayuda para tramitar su documentaci¨®n y reunir de nuevo a la familia. Julia Molins Oliver, natural de Ciudad de M¨¦xico, se identifica como un hombre bisexual al que le gusta llevar joyas, aretes, pulseras y collares. Cuando fue tomada esta fotograf¨ªa de sus pertenencias, en septiembre de 2023, ten¨ªa 22 a?os y se hab¨ªa ido de casa pocos meses antes. ¡°Todo empez¨® a ra¨ªz de la pandemia, durante la que comenc¨¦ a compartir m¨¢s tiempo en casa con mi familia. Ah¨ª pude escuchar algunos comentarios hom¨®fobos¡±, recuerda. Cuando confes¨® su orientaci¨®n sexual, la madre lo llev¨® a un psic¨®logo para hacer una terapia de conversi¨®n y lo oblig¨® a ir con ella a la iglesia. Oliver incluso la sorprendi¨® rezando en su habitaci¨®n mientras dorm¨ªa, pidi¨¦ndole a Dios que lo volviera heterosexual. ¡°Cuando llevaba mis joyas, me giraba la cara y no me hablaba hasta que me las quitaba¡±. Un d¨ªa le dijo que, si no cambiaba de forma de vestir, deb¨ªa buscarse otro lugar donde vivir. Seg¨²n datos del informe Los Rastros de la Violencia por Prejuicio, durante 2022 se registraron 87 muertes violentas de personas LGBTIQ+ en M¨¦xico, por motivos presuntamente relacionados con su orientaci¨®n sexual o identidad y expresi¨®n de g¨¦nero. El mismo informe reconoce que la cifra real puede rozar los 200 homicidios. Julia MolinsEn 2018, ?scar fue a una fiesta de cumplea?os a seis cuadras de su casa, cerca de la ciudad de Tegucigalpa, en Honduras. All¨ª conoci¨® a un chico con el que sinti¨® una gran conexi¨®n. Salieron a la calle, y, en el momento de besarse, les alcanzaron varias balas. ?scar sufri¨® da?os en el coraz¨®n, los brazos, los pulmones, el h¨ªgado, la pelvis... "En el hospital pensaron que no sobrevivir¨ªa", recuerda, mostrando sus cicatrices en agosto del a?o pasado. El supuesto agresor, un vecino, sigue libre, asegura. Tras varias semanas de recuperaci¨®n, ?scar decidi¨® que ten¨ªa que salir de su pa¨ªs. Meses atr¨¢s le hab¨ªan atropellado deliberadamente junto a un grupo de amigos. ¡°La polic¨ªa me dijo que no denunciara, que el conductor era hijo de un alto mando¡±, subraya. A lo largo de su vida ha sufrido tambi¨¦n maltratos, abusos sexuales, agresiones y humillaciones. En todo el mundo, 64 Estados miembro de la ONU todav¨ªa criminalizan las relaciones consensuadas entre personas adultas del mismo sexo, seg¨²n la Asociaci¨®n Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex. Y 11 pa¨ªses condenan la homosexualidad con la pena de muerte. Julia Molins Itzanami y Juan, en la imagen, compart¨ªan habitaci¨®n en el refugio Casa Frida. Cuando fue tomada la foto, en julio de 2023, Juan estaba a punto de mudarse a un apartamento. Itzanami, por su parte, es del Estado mexicano de Guanajuato y se identifica como una mujer trans bisexual. Asegura que sufri¨® un intento de asesinato por parte de un hombre que la maltrataba, y que a pesar de denunciar el agresor no fue a prisi¨®n y sigui¨® acos¨¢ndola. Tuvo que huir y pedir refugio en Casa Frida. Seg¨²n varias organizaciones como Amnist¨ªa Internacional, la vida de las personas de la comunidad LGBTIQ+ corre peligro en multitud de pa¨ªses, especialmente la de las personas trans: entre 2008 y septiembre de 2022 fueron asesinadas 4.369 personas trans en todo el mundo. Am¨¦rica Latina y el Caribe fueron las regiones con mayor n¨²mero de asesinatos registrados. Unas cifras que, seg¨²n el Observatorio de Personas Trans Asesinadas, reflejan tan solo ¡°la punta del iceberg¡± de esta violencia.Un c¨®rdoba, moneda nicarag¨¹ense, y un anillo son los dos objetos que Jhonny, de 26 a?os, llev¨® durante su ruta migratoria, desde su ciudad en Nicaragua hasta la frontera sur de M¨¦xico. ¡°Son mis amuletos, me protegen. La moneda tiene un arco¨ªris, que es lo que me da fuerzas para continuar. El anillo me lo regal¨® mi sobrina¡±. Jhonny cuenta que, cuando su hermano lo viol¨®, decidi¨® huir. Sin el apoyo de su familia, que tambi¨¦n lo maltrataba por su orientaci¨®n sexual, trabaj¨® durante unos meses para ahorrar dinero y salir del pa¨ªs. ¡°Cuando ocurri¨® ese ¨²ltimo incidente [la violaci¨®n] estuve ingresado en el hospital 15 d¨ªas sin poder ir al ba?o. Mi familia no fue ni a visitarme. Iba a presentar mi tesis de final de carrera, pero perd¨ª la oportunidad¡±. Cuando habla del futuro, le brillan los ojos. Tiene la ilusi¨®n de revalidar sus estudios de Trabajo Social y trabajar con organizaciones sociales. La foto fue tomada en agosto de 2023.Julia Molins El tel¨¦fono de Jorge (camiseta azul) est¨¢ lleno de fotograf¨ªas con su novio Kevin. Se conocieron en Ecuador, donde Jorge hab¨ªa migrado tiempo atr¨¢s desde Venezuela. Salieron del pa¨ªs debido a las extorsiones que recib¨ªan en el barrio donde alquilaban un apartamento. ¡°Por nuestra identidad y por ser extranjeros¡±, subrayan. Consiguieron llegar hasta la frontera con Estados Unidos. ¡°Nos dijeron que no hab¨ªa necesidad de una cita con Migraci¨®n, que a las parejas homosexuales les arreglaban los papeles para pasar al otro lado. Pero era mentira¡±, lamenta Jorge. Se les acab¨® el dinero ¡ªdesde su salida de Ecuador, cada uno se hab¨ªa gastado cerca de 4.500 euros, comiendo solo una vez al d¨ªa para ahorrar¡ª y fueron detenidos. A Jorge lo deportaron a la frontera sur, entreg¨¢ndole un papel con una supuesta entrevista que, afirma, no tuvo lugar, y con una prohibici¨®n de entrada de cinco a?os a EE UU. Kevin segu¨ªa detenido cuando fue tomada esta foto, el pasado agosto. Jorge intent¨® subir de nuevo a lomos del tren conocido como La Bestia, pero la polic¨ªa lo volvi¨® a detener y a enviar a Tapachula, donde pidi¨® refugio en Casa Frida. Julia MolinsQuetzali, de 21 a?os y natural del Estado mexicano de Jalisco, mira a c¨¢mara el pasado mes de julio desde su habitaci¨®n del refugio en Ciudad de M¨¦xico, maquillada con la paleta de pinturas que le regal¨® su hermana. Quetzali regres¨® a casa de sus padres pocos meses ante, pero all¨ª se sinti¨® limitada para vestir y expresarse. Un d¨ªa, recuerda, su padre la encontr¨® por la calle maquillada y la ech¨® de casa. Sin saber muy bien hacia d¨®nde ir, Quetzali pidi¨® ayuda a una conocida y esta la mand¨® a un refugio en Ciudad de M¨¦xico para personas en situaci¨®n de calle. ¡°All¨ª no me sent¨ª segura, la mayor¨ªa eran hombres¡±, se?ala. Pidi¨® ayuda a Casa Frida, adonde lleg¨® en julio de 2023. Empez¨® a trabajar como teleoperadora y logr¨® encontrar un lugar para vivir. ¡°Para m¨ª, Casa Frida ha sido muy importante. Me han ayudado psicol¨®gicamente, en la b¨²squeda de empleo¡ Siempre voy a llevarla en mi coraz¨®n¡±. Julia Molins