La sequ¨ªa convierte el r¨ªo Chobe de Namibia en una trampa para 200 hipop¨®tamos
El Gobierno utiliza bombas para suministrar agua a los estanques. Al tiempo, autoriza el sacrificio de 30 ejemplares y 83 elefantes, que se destinar¨¢n a carne ante la inseguridad alimentaria en el pa¨ªs
El Gobierno de Namibia lleva meses trabajando para rescatar a 200 hipop¨®tamos varados en charcos de lodo que encogen r¨¢pidamente a lo largo de un tramo de 16 kil¨®metros del r¨ªo Chobe, en la zona de conservaci¨®n de Salambala. En uno de los pa¨ªses m¨¢s ¨¢ridos al sur del S¨¢hara, una terrible sequ¨ªa agravada por la escasez de lluvias ha dejado a estos animales salvajes varados durante los ¨²ltimos cuatro meses en un cauce aislado y seco.
Para evitar su muerte, el Ministerio de Medio Ambiente, Bosques y Turismo ha excavado pozos de sondeo y utilizado bombas para suministrar agua a los estanques. Pero ha autorizado casi al mismo tiempo el sacrificio de cientos de animales salvajes de distintos parques nacionales, entre ellos 30 hipop¨®tamos y 83 elefantes, para reducir su poblaci¨®n debido a la escasez de pastos y agua.
En una medida que puede despertar recelos culturales, la carne se destinar¨¢ al programa de alivio puesto en marcha por el Gobierno para paliar los efectos de la sequ¨ªa, calificada como la peor que ha sufrido el pa¨ªs en 100 a?os, y que oblig¨® a declarar el estado de emergencia en mayo. Se calcula que 1,4 millones de namibios (el 48% de los habitantes) se enfrentan a altos niveles de inseguridad alimentaria aguda y requieren medidas urgentes para reducir las carencias y proteger sus medios de subsistencia, seg¨²n la Clasificaci¨®n Integrada de las Fases (CIF, en espa?ol, IPC, en ingl¨¦s), una herramienta mundialmente reconocida para el an¨¢lisis de la seguridad alimentaria y la nutrici¨®n.
Es desgarrador verlos desamparados, cubiertos de barro, desorientados y luchando por sobrevivirFabian Libanda, administrador de la zona de conservaci¨®n de Salambala
En Namibia viven cerca de 1.500 hipop¨®tamos, principalmente en las regiones de Zambezi y Kavango, en el noreste del pa¨ªs, fronterizas con Botsuana, Angola y Zambia, donde por lo general los abundantes humedales suelen mantener a sus poblaciones durante todo el a?o. Sin embargo, este a?o estas regiones no se han librado de la sequ¨ªa.
Fabian Libanda, administrador de la zona de conservaci¨®n de Salambala, en la regi¨®n de Zambezi, ha observado con creciente desesperaci¨®n c¨®mo los hipop¨®tamos salvajes languidec¨ªan en los cuatro estanques fangosos que se han formado al secarse el r¨ªo. ¡°Es desgarrador verlos desamparados, cubiertos de barro, desorientados y luchando por sobrevivir¡±, explicaba en una entrevista a este diario a mediados de agosto. ¡°Hasta ahora hemos tenido suerte de no perder ninguno, pero sin apoyo adicional, pronto estaremos contando cad¨¢veres¡±. Libanda describe la situaci¨®n en Salambala como ¡°desesperada¡± y se?ala que supone una grave amenaza no solo para los hipop¨®tamos varados, sino tambi¨¦n para otros animales salvajes, entre ellos los cocodrilos, y los fr¨¢giles ecosistemas que dependen del r¨ªo.
Tambi¨¦n afirma que la crisis ¡°afecta profundamente¡± a las comunidades locales, cuyo sustento est¨¢ estrechamente ligado a la supervivencia de los hipop¨®tamos. ¡°Las comunidades que viven en esa parte de Chobe y sus alrededores han perdido los medios de subsistencia que antes obten¨ªan de las actividades tur¨ªsticas y pesqueras¡±, explica. As¨ª, ya no son posibles los cruceros en barco con turistas que acud¨ªan sobre todo a observar hipop¨®tamos y cocodrilos en su h¨¢bitat salvaje.
¡°Los cuatro estanques ¡ªRungara, England, Sinda y Munambezi¡ª albergan m¨¢s de 200 hipop¨®tamos y decenas de cocodrilos¡±, relata. ¡°Como los hipop¨®tamos son extremadamente territoriales, la mayor¨ªa no abandon¨® el lecho del r¨ªo a pesar de que se estaba secando, y aunque todav¨ªa pueden acceder a algunos pastos por la noche, su situaci¨®n durante el d¨ªa es cr¨ªtica y requiere una intervenci¨®n urgente¡±.
Las comunidades que viven en esa parte de Chobe y sus alrededores han perdido los medios de subsistencia que antes obten¨ªan de las actividades tur¨ªsticas y pesquerasFabian Libanda, administrador de la zona de conservaci¨®n de Salambala
Libanda explica que, para paliar la crisis, la zona de conservaci¨®n de Salambala ha colaborado estrechamente con el Gobierno de Namibia y las autoridades de Botsuana, y aunque ya ha llegado algo de ayuda a Rungara, los otros tres estanques siguen necesitando asistencia urgente.
En junio, trabajadores del Gobierno bombearon agua a la charca para aliviar a los hipop¨®tamos, que para entonces ya no ten¨ªan otras fuentes de agua. ¡°Alivi¨® algo la presi¨®n para, pero necesitamos m¨¢s bombas para llevar agua a estos animales¡±, afirma Libanda, e insiste: ¡°Sin una acci¨®n inmediata, la p¨¦rdida de vidas ser¨¢ devastadora¡±.
Romeo Muyunda, portavoz del Ministerio de Medio Ambiente, Bosques y Turismo, explica que el estado de los hipop¨®tamos se evalu¨® en mayo, y en aquel momento la situaci¨®n ¡°hab¨ªa llegado a un punto cr¨ªtico que requer¨ªa medidas inmediatas para aliviar la angustia de los animales¡±. ¡°En julio adquirimos una nueva bomba de mayor capacidad que se sum¨® a varias ya instaladas en el lugar¡±. Desde entonces, el nivel del agua ¡°ha mejorado significativamente¡±, lo que seg¨²n Muyunda, ha permitido a los hipop¨®tamos ¡°sumergirse por completo de nuevo¡±.
¡°Podemos afirmar con seguridad que la crisis inmediata se ha resuelto, esperemos que hasta la pr¨®xima temporada de lluvias [que comienza en noviembre]¡±, asegura. ¡°Aunque la situaci¨®n ha mejorado, a¨²n no est¨¢ resuelta, y seguimos atentos para explorar todas las soluciones posibles¡±.
Libanda difiere de esta visi¨®n optimista. En una nueva conversaci¨®n con este diario, el lunes, explica que el bombeo de agua al estanque donde se encuentran algunos de los hipop¨®tamos no est¨¢ dando los resultados esperados: ¡°Si no llueve o el Gobierno no aumenta el volumen de agua que se bombea actualmente al estanque, aumentar¨¢ el temor a que mueran hipop¨®tamos en los pr¨®ximos meses¡±, a?ade. Tambi¨¦n le preocupa el posible brote de enfermedades entre los hipop¨®tamos atrapados.
Patrones clim¨¢ticos impredecibles
Libanda advierte de que ¡±la situaci¨®n podr¨ªa deteriorarse a¨²n m¨¢s con patrones clim¨¢ticos impredecibles¡±. ¡°La primera vez que nos enfrentamos a una crisis as¨ª fue en 2019, pero es mucho peor ahora, en 2024, con m¨¢s animales en peligro¡±, subraya.
Mulife Muyoba, responsable de control del organismo Fauna Salvaje y Parques Nacionales de Zambezi, se?ala que durante la crisis de 2019, en la que unos 60 hipop¨®tamos quedaron atrapados, el Gobierno aplic¨® una estrategia similar que inclu¨ªa la perforaci¨®n de pozos y la instalaci¨®n de bombas de agua. ¡°Entonces no hubo v¨ªctimas mortales, y este a?o solo hemos registrado una muerte¡±, declara Muyoba en una entrevista. ¡°Sin embargo, lo m¨¢s importante es entender el comportamiento de la fauna salvaje en estas condiciones. Cient¨ªficamente, estos animales se trasladan instintivamente a otras zonas en un radio de 20 kil¨®metros cuando sus h¨¢bitats se secan, pero eso no ha ocurrido¡±.
En el punto ¨¢lgido de la crisis de 2019, Namibia autoriz¨® la venta de m¨¢s de 1.000 animales salvajes, entre ellos elefantes y jirafas, para evitar m¨¢s p¨¦rdidas de vidas y recaudar 1,1 millones de d¨®lares para su conservaci¨®n. La decisi¨®n se tom¨® tras la declaraci¨®n de cat¨¢strofe nacional debido a las extremas condiciones de sequ¨ªa que afectaban a la fauna salvaje y a los esfuerzos de conservaci¨®n. Cinco a?os despu¨¦s, la sequ¨ªa vuelve a afectar gravemente a las iniciativas de conservaci¨®n en todo el pa¨ªs.
Sacrificio de animales
Una de las soluciones planteadas por Libanda consiste en hacer m¨¢s profundos algunos de los estanques vac¨ªos y llenarlos de agua suficiente para crear un h¨¢bitat sostenible para los animales. Tambi¨¦n sugiere la soluci¨®n m¨¢s extrema de sacrificar a los animales y destinar la carne a los programas actuales de ayuda a los afectados por la sequ¨ªa o permitir que se venda la carne para generar fondos. Precisamente, el Ministerio de Medio Ambiente, Bosques y Turismo anunci¨® el lunes que se han seleccionado m¨¢s de 723 animales ¡ª83 elefantes, 30 hipop¨®tamos, 60 b¨²falos, 50 impalas, 100 ?us, 300 cebras y 100 ant¨ªlopes eland¡ª para su sacrificio, que proceder¨¢n de parques nacionales con poblaciones de caza sostenibles.
M¨¢s de 150 de estos animales ya han sido cazados y han proporcionado 56.875 kilos de carne. ¡°Esto ayudar¨¢ a gestionar la actual presi¨®n sobre los pastos y el agua, reduciendo el n¨²mero de animales salvajes en algunos parques en los que creemos que el n¨²mero excede los pastos y el agua disponibles¡±, afirma el comunicado. ¡°Este ejercicio es necesario y est¨¢ en consonancia con nuestro mandato constitucional de que nuestros recursos naturales se utilicen en beneficio de los ciudadanos namibios. (...) Nos alegra poder ayudar al pa¨ªs en estos momentos tan dif¨ªciles y cuando es absolutamente necesario¡±, a?ade.
Sin embargo, esta sugerencia plantea problemas culturales. Raphael Mbala, historiador y escritor perteneciente a la tribu masubia, expresa el malestar de su comunidad por el posible sacrificio de los hipop¨®tamos. ¡°Cuando una comunidad sacrificaba un hipop¨®tamo, sab¨ªa que determinadas partes ¡ªcomo el vientre, la cara, el lomo y la grasa¡ª estaban reservadas exclusivamente para el rey o el jefe¡±, explica. ¡°Las violaciones de estas costumbres se castigaban hist¨®ricamente con multas, que a menudo se pagaban con ganado¡±, agrega, se?alando tambi¨¦n que otros animales, como las jirafas, los ant¨ªlopes y los elefantes, est¨¢n igualmente protegidos por las autoridades tradicionales.
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