La desesperanza de los adolescentes rohiny¨¢s
Los j¨®venes refugiados rohiny¨¢s viven en situaci¨®n cr¨ªtica. En el D¨ªa Mundial de la Salud Mental, la psic¨®loga coordinadora del hospital materno-infantil, gestionado por M¨¦dicos Sin Fronteras en Goyalmara (Cox?s Bazar, Banglad¨¦s), lo cuenta de primera mano
La crisis de los refugiados rohiny¨¢ se est¨¢ convirtiendo en algo cr¨®nico sin visos de soluci¨®n a corto plazo y eso, en t¨¦rminos de salud mental, se traduce en que cada vez m¨¢s vemos como muchos de los que asisten a nuestra consulta se refieren cada vez m¨¢s a la angustia que les provoca su situaci¨®n actual y menos al trauma de su salida de Myanmar. Hay que recordar que muchos vieron c¨®mo quemaban sus pueblos y c¨®mo familiares, vecinos y amigos eran atacados e incluso asesinados frente a sus ojos. Aun as¨ª, el presente les empieza a pesar m¨¢s que el pasado.
Una experiencia traum¨¢tica de a?os tiene un impacto en la salud mental de cualquier persona, pero si hablamos de un ni?o o un adolescente, cuatro o cinco a?os de angustia constante tienen un peso aun mayor que en un adulto. Simplemente es una buena parte de sus vidas, y adem¨¢s lo viven en una etapa clave para su crecimiento emocional, por lo que los efectos a medio y largo plazo pueden ser de muy largo recorrido.
Hay que recordar que muchos vieron c¨®mo quemaban sus pueblos y c¨®mo familiares, vecinos y amigos eran atacados e incuso asesinados frente a sus ojos
En adolescentes, lo que vemos en consulta son s¨ªntomas vinculados a la depresi¨®n, como la falta de apetito, la p¨¦rdida de inter¨¦s en actividades que sol¨ªan disfrutar, sentimientos de desesperanza y malestar corporal; en los casos en que hab¨ªa alguna patolog¨ªa previa, vemos muchos casos que no dejan de empeorar. La angustia de muchos j¨®venes est¨¢ vinculada a algo tan obvio como la absoluta falta de posibilidades de seguir su educaci¨®n. Muchos sienten que su futuro se ha esfumado, lo ven completamente negro y ven que las pocas esperanzas de cumplir alg¨²n sue?o se desvanecen. No pueden estudiar, as¨ª que no hay futuro, pero tampoco pueden trabajar, as¨ª que para los mayores tampoco hay mucho presente.
La angustia de muchos j¨®venes est¨¢ vinculada a algo tan obvio como la absoluta falta de posibilidades de seguir su educaci¨®n
En la cultura de muchas familias rohiny¨¢, los roles est¨¢n bastante marcados, y lo que se espera tanto de un chico como de una chica est¨¢ bastante claro, y el no poder aspirar a seguir ese camino que han seguido sus padres y sus abuelos se convierte en una losa muy pesada.
Es el caso de un paciente que llega a la consulta con 21 a?os y todos estos s¨ªntomas que han ido aumentando en el ¨²ltimo tiempo; deber¨ªa tener la posibilidad de sostener una familia como se espera de ¨¦l, pero no es as¨ª y no ha podido encontrar la manera de sobrellevar esos sentimientos que comentamos. Sufriendo incluso ideaci¨®n suicida, le causa dolor sentir que nadie lo entiende, a pesar de que para nosotros es claro que su problema no es individual sino colectivo.
En cuanto a los m¨¢s peque?os, a pesar de la resiliencia que se suele atribuir a los ni?os, las condiciones en los campos hacen muy dif¨ªcil un desarrollo m¨ªnimamente normal. Muchos no van ni a la escuela ¡ªla pandemia hizo que se cerraran los centros que impart¨ªan conocimientos b¨¢sicos para los menores¡ª y ni siquiera hay espacios aptos en los que puedan interactuar o jugar con otros menores. Reci¨¦n ahora se est¨¢n reabriendo esos espacios, despu¨¦s de un a?o y medio, por lo que habr¨¢ que ver el impacto que gener¨® estar tanto tiempo sin ning¨²n tipo de estimulaci¨®n positiva.
Hay que tener en cuenta que hay familias que llevan a¨²n m¨¢s de cuatro a?os, pero incluso las decenas de miles que llegaron en el verano de 2017 han seguido creciendo, sumando nuevos miembros mientras que el espacio f¨ªsico sigue siendo el mismo. En ocasiones incluso se ha reducido, ya que las familias que han perdido sus refugios en incendios o inundaciones suelen ver como su nuevo espacio es menor que el anterior.
Cada campo y casa est¨¢n cada vez m¨¢s llenos y eso tiene un impacto en la salud mental de los refugiados. Los ni?os absorben la tensi¨®n creciente entre familiares y vecinos, lo cual deja una huella que ya se empieza a ver, pero que tambi¨¦n se manifestar¨¢ m¨¢s adelante. Para los ni?os y ni?as es com¨²n copiar de los adultos a su alrededor actitudes negativas como los gritos o el trato violento. No es f¨¢cil hacer predicciones porque cada persona es un mundo, pero podemos decir que todas estas condiciones tendr¨¢n un impacto en el desarrollo a medio y largo plazo de muchos de estos menores y adolescentes.
Hay aspectos muy concretos que pueden parecer chocantes para los que hemos crecido en entornos diferentes. Por ejemplo, en lo relativo a la intimidad o en entender los roles dentro de la familia. Muchos ni?os tienen camisetas, pero nada m¨¢s, con lo cual corretean medio desnudos. En esas condiciones, si se quiere prevenir o detectar situaciones de abuso, es muy complicado siquiera explicarle a un menor cosas b¨¢sicas como qu¨¦ son las ?partes privadas. ?C¨®mo lo van a entender si son de todo menos privadas?
Tambi¨¦n detectamos aspectos preocupantes, por ejemplo, en el estilo de juegos de los ni?os. Es dif¨ªcil para muchos simplemente acceder a un juguete (tantas veces, instrumento terap¨¦utico) con lo cual no saben c¨®mo reaccionar cuando les mostramos uno en consulta, y eso se puede relacionar de forma directa con problemas en el desarrollo cognitivo y emocional.
La presi¨®n para las adolescentes se incrementa porque para las familias sin recursos encontrar un buen esposo para sus hijas puede representar una ayuda econ¨®mica esencial
En particular es preocupante a su vez la situaci¨®n de ni?as y adolescentes. Un entorno sin cuidados o espacios adecuados que incluyan seguridad, privacidad e iluminaci¨®n, las hace m¨¢s vulnerables a todo tipo de situaciones. Adem¨¢s, la edad para el matrimonio que se considera adecuada culturalmente es apenas despu¨¦s de la primera menstruaci¨®n, y la presi¨®n para las adolescentes se incrementa porque para las familias sin recursos encontrar un buen esposo para sus hijas puede representar una ayuda econ¨®mica esencial. Ante estas situaciones, la rebeld¨ªa ante los padres simplemente no es una opci¨®n, as¨ª que en vez de atravesar un proceso adolescente saludable, muchas chicas rohiny¨¢s enferman. Nos llegan casos de adolescentes j¨®venes con cuadros severos que incluyen incluso catatonia, mutismo, convulsiones y s¨ªntomas de apariencia psic¨®tica.
Sandra Zanotti es psic¨®loga y coordinadora del ¨¢rea de salud mental en el hospital materno-infantil gestionado por M¨¦dicos Sin Fronteras en Goyalmara (Cox?s Bazar, Banglad¨¦s).
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