¡°A m¨ª, mi novio me controla lo normal¡±
Alumnas que han madurado sus ideas sobre las relaciones de pareja se organizan, piden ayuda a sus profesores y dise?an y despliegan una campa?a contra el machismo
En un autob¨²s, estudiantes recostados en sus asientos trataban de descansar. Algunos escuchaban m¨²sica y miraban la pantalla del m¨®vil, otros conversaban en peque?os grupos. Hab¨ªa hecho mella el cansancio natural de toda excursi¨®n, la fatiga de varios d¨ªas fuera de casa junto a la alegr¨ªa de haberlo pasado bien.
Lola Alberdi Causse, por entonces profesora de Geograf¨ªa e Historia y directora del ...
En un autob¨²s, estudiantes recostados en sus asientos trataban de descansar. Algunos escuchaban m¨²sica y miraban la pantalla del m¨®vil, otros conversaban en peque?os grupos. Hab¨ªa hecho mella el cansancio natural de toda excursi¨®n, la fatiga de varios d¨ªas fuera de casa junto a la alegr¨ªa de haberlo pasado bien.
Lola Alberdi Causse, por entonces profesora de Geograf¨ªa e Historia y directora del Instituto P¨²blico de Educaci¨®n Secundaria Obligatoria (IESO) Sierra la Mesta, conversaba con varias alumnas de segundo curso de la ESO.
¡ªBueno, chicas, y ?qu¨¦ vais a hacer este fin de semana?, pregunta Alberdi.
¡ªProfe, este finde tenemos una fiesta en casa de Marisa (nombre ficticio). Sus padres no est¨¢n¡, responde una alumna.
¡ªPero, ?c¨®mo? ?A¨²n os queda energ¨ªa para fiestas! ?Yo estoy agotada! ?Y qui¨¦nes vais a ir?, se extra?a Alberdi.
¡ª?Iremos todas las amigas!, contesta otra estudiante.
¡ªA ¨²ltima hora seguro que falta la Yoli (nombre ficticio), su novio la tiene s¨²per controlada..., lamenta una tercera.
¡ª?Oye que, a m¨ª, mi novio me controla lo normal!¡±, estalla Yoli, visiblemente enojada.
El di¨¢logo hizo saltar todas las alarmas. El asombro dej¨® paralizada a la profesora. ?C¨®mo era posible que una chica adolescente se perdiera una fiesta con sus mejores amigas por evitar el enfado de su novio? Qu¨¦ quer¨ªa decir exactamente la frase ¡°?a m¨ª, mi novio me controla lo normal?¡±, se cuestion¨®. Algo no funcionaba.
Entonces, se puso manos a la obra, y decidi¨® dise?ar una secuencia de aprendizaje de indagaci¨®n cr¨ªtica, aprovechando la participaci¨®n de sus alumnas en un programa, iniciado recientemente en el instituto, denominado Desaf¨ªo 2.0.
Dependiente de la pareja
El instituto Sierra la Mesta, que est¨¢ situado en el entorno rural del municipio de Santa Amalia, en Badajoz, escolariza estudiantes con referencias culturales y aspiraciones acad¨¦micas muy heterog¨¦neas. El equipo educativo hab¨ªa tomado conciencia de esa singularidad y busc¨® alternativas a la rutina de encerrar el curr¨ªculo en un libro de texto. Esto es lo que pretend¨ªa el programa Desaf¨ªo 2.0, galardonado con el Premio Joaqu¨ªn Sama a la Innovaci¨®n Educativa en 2017, al abordar tem¨¢ticas de indagaci¨®n conectadas con los intereses de los estudiantes.
Una de cada tres j¨®venes considera aceptable que su pareja la controle
Esta iniciativa de enriquecimiento curricular, en la que participaba alumnado interesado en profundizar en determinados aprendizajes, se desarrollaba en horario de tarde y en modalidad online. Cont¨® con la dedicaci¨®n, tambi¨¦n voluntaria, de un equipo de profesores que se planteaban otras formas de ense?ar y aprender, dirigidas al fomento del estudio riguroso y creativo en estudiantes y docentes, y que utilizaban la metodolog¨ªa de proyectos de investigaci¨®n y resoluci¨®n de problemas, en grupos cooperativos.
En esta ocasi¨®n, el n¨²cleo tem¨¢tico del desaf¨ªo iba a ser distinto: aprovechar¨ªan el di¨¢logo inicial y plantear¨ªan a los estudiantes la pregunta ¡°?crees que vives en un ambiente machista?¡±.
As¨ª, en el curso 2015-2016, Alberdi dise?¨® este proyecto pedag¨®gico en colaboraci¨®n con Luis Antonio L¨®pez Risco, profesor de matem¨¢ticas. Pretenden que los estudiantes investiguen, se informen y tomen conciencia de los comportamientos machistas, escasamente o nada reflexionados, considerados ¡°naturales¡± en su ambiente. Tratan de romper ¡ªdesde lo educativo¡ª con la ¡°representaci¨®n androc¨¦ntrica de la reproducci¨®n social que, tradicionalmente, ha venido invistiendo de autoridad el poder socio-sexual ejercido por el modelo normativo de lo humano (var¨®n) en el ¨¢mbito familiar y dom¨¦stico¡± (?Qu¨¦ dice el ¨²ltimo Informe sobre v¨ªctimas mortales por violencia de g¨¦nero?).
La directora de la Fundaci¨®n ANAR, Diana D¨ªaz, abunda en la pertinencia de esta tarea al advertir la presencia entre adolescentes de expresiones como ¡°para ¨¦l la confianza es que le muestre el m¨®vil; yo lo entiendo porque tiene mucho miedo a perderme¡±. Al tiempo, las cifras oficiales del momento avisaban de que una de cada tres j¨®venes considera aceptable que su pareja la controle.
Al principio, el proyecto fue muy sencillo. Una secuencia de indagaci¨®n, reflexi¨®n, elaboraci¨®n y aplicaci¨®n de una encuesta sobre las manifestaciones machistas en su entorno. El trabajo culminaba en un peque?o informe, con un resumen de datos, gr¨¢ficas, interpretaciones y una conclusi¨®n valorativa.
Pero el proyecto no se acaba en este primer ensayo. Da paso a otra experiencia educativa mucho m¨¢s relevante que incorpora a todo el instituto. Dos cursos m¨¢s tarde, en el 2017-18, las alumnas de la conversaci¨®n inicial han madurado sus ideas sobre las relaciones de pareja, hasta el punto de tomar la iniciativa. Se organizan, piden ayuda a sus profesores y dise?an y despliegan una campa?a contra el machismo. ¡°El resto de los estudiantes ten¨ªa que abrir los ojos como antes lo hab¨ªan hecho ellas mismas¡±, comenta Alberdi.
Para ¨¦l la confianza es que le muestre el m¨®vil. Yo lo entiendo porque tiene mucho miedo a perdermeUna adolescente, sobre su novio
La campa?a del 8 de marzo de 2018 fue todo un ¨¦xito. Las chicas replicaban las actividades que hab¨ªan hecho en el proyecto inicial, pero iban m¨¢s all¨¢: dise?aron actividades propias, imprimi¨¦ndoles su sello personal.
Alberdi qued¨® impresionada, y decidi¨® darle forma did¨¢ctica a la experiencia y transformarla en un recurso educativo abierto (REA), accesible a todo el profesorado. As¨ª, en el curso 2018-2019 publica la secuencia ¡°Mi novio me controla lo normal¡± en el repositorio del Centro Nacional de Desarrollo Curricular en Sistemas no Propietarios del Ministerio de Educaci¨®n y Formaci¨®n Profesional.
Igualdad de g¨¦nero
La experiencia se traslada, entonces, a un recurso profesional que alterna la pr¨¢ctica investigativa y el di¨¢logo colectivo sobre la igualdad de g¨¦nero. Los usuarios utilizan un diario personal como herramienta did¨¢ctica donde escriben las preocupaciones, interpretaciones y propuestas de avance no solo racionales, sino emocionales y de comportamiento que surg¨ªan en el transcurso de la secuencia did¨¢ctica.
En el texto introductorio se formula este enunciado: ¡°Miraremos a nuestro alrededor para ver c¨®mo se comporta la gente y comprobaremos si existen o no conductas machistas en las personas que conocemos. Analizaremos los medios de comunicaci¨®n, algunas pel¨ªculas, m¨²sica y otros aspectos de nuestra vida cotidiana. Llevaremos a cabo una investigaci¨®n sobre el tema para finalmente concebir una acci¨®n que contribuya a mejorar el mundo¡±.
No es f¨¢cil admitir ser machista, pero al bucear en su interior se llevan alguna sorpresa
¡°Antes de empezar, ?saltemos!¡±, comienza la secuencia, y se plantean algunos t¨®picos sobre la idoneidad de ciertas tareas y comportamientos culturalmente asignados a hombres y mujeres, como por ejemplo: ¡°Las mujeres est¨¢n m¨¢s capacitadas que los hombres para cuidar de los beb¨¦s¡±, ¡°las mujeres son muy emocionales por lo que sus emociones siempre terminan controlando sus vidas¡±, ¡°los hombres en cambio son m¨¢s racionales que las mujeres¡±, etc¨¦tera. Cada estudiante se manifiesta de acuerdo o no, brincando a izquierda o derecha. Mas tarde, debaten las distintas opciones declaradas y anotan las consideraciones. Al final, escriben sus reflexiones en su diario de aprendizaje (uno individual y otro colectivo).
No es f¨¢cil admitir ser machista, pero al bucear en su interior, los estudiantes se llevan alguna sorpresa. Esta es la premisa de partida que someten a reflexi¨®n individual y colectiva. Se les muestra el siguiente di¨¢logo entre Yoli y V¨ªctor, su novio (nombres ficticios), y de Yoli con sus amigas, sobre una salida de fin de semana.
Despu¨¦s de contestar a un cuestionario, que suscita el debate, reflexionan sobre las ideas dominantes sobre el amor y la amistad. ¡°?Qu¨¦ piensas de las amigas de Yolanda?, ?Quieren que Yolanda salga y vuelva a ser como era antes de empezar a salir con V¨ªctor?, ?Pablo y Rub¨¦n quieren ligar con Yolanda?, ?Es normal que V¨ªctor se sienta mal y pida a Yolanda que deje de salir con ellos?, ?Yolanda deber¨ªa tener m¨¢s cuidado y atender la relaci¨®n si realmente le quiere?¡±, se preguntan unas a otras.
Luego, analizan algunos v¨ªdeos para recapacitar sobre la vigencia de comportamientos considerados normales entre adolescentes y que generan un alto impacto. La estereotipada imagen de la mujer (¡°hacer las cosas como una ni?a¡±), o los micromachismos (que est¨¢n ah¨ª, aunque no queramos verlos). Se comentan, siguiendo una rutina de pensamiento, con la que cuestionar los esquemas mentales y discursivos del modelo androc¨¦ntrico, que resultan de las asimilaci¨®n acr¨ªtica de relaciones asim¨¦tricas de poder.
?Es normal que V¨ªctor se sienta mal y pida a Yolanda que deje de salir con ellos?
Entonces, establecido un marco conceptual sobre el machismo, se organizan en equipos cooperativos para investigar en su entorno. Utilizan el m¨¦todo cient¨ªfico para elaborar una respuesta justificada y racional. Parten de una hip¨®tesis previa (mi entorno es machista, o no lo es) que deben aceptar o refutar, recogiendo informaci¨®n de otras experiencias similares. Seleccionan la poblaci¨®n diana, confeccionan una encuesta ¡ªdicot¨®mica para los m¨¢s peque?os y de escala Likert para los mayores¡ª en un formulario online, lo env¨ªan por correo electr¨®nico y lo insertan en el blog de clase; al final elaboran un informe de resultados y conclusiones.
¡°?Mu¨¦vete y cambia el mundo!¡±, dicen. El mundo cambia con el ejemplo. Es importante terminar el proyecto con una acci¨®n que involucre al centro y al entorno, tal y como hicieron las alumnas, aquel 8 de marzo. Piensan colectivamente en c¨®mo desplegar una campa?a de concienciaci¨®n en el instituto y en el barrio, recordando acciones anteriores.
Difusi¨®n
El valor educativo de un proyecto de sensibilizaci¨®n aumenta cuando se dise?a como recurso abierto, de uso libre por los profesionales de la ense?anza. Con este prop¨®sito se incorpora en varios repositorios p¨²blicos: el CEDEC, la web de publicaciones del Ministerio de Educaci¨®n y Formaci¨®n Profesional y la plataforma eScholarium de la Junta de Extremadura.
Es dif¨ªcil seguir el rastro a un recurso publicado en abierto y en plataformas sin perfil de usuario. No obstante, tenemos constancia de su utilizaci¨®n en institutos como Las Lagunas de Mijas (M¨¢laga), Marqu¨¦s de Santillana de Colmenar Viejo (Madrid), Mercedes Labrador de Fuengirola (M¨¢laga), entre otros. Tambi¨¦n en el Ayuntamiento de Rafelbunyol (Valencia), en concreto en 12 cursos de primero y segundo de la ESO. Fue seleccionado como referencia en el curso de formaci¨®n de recursos educativos abiertos organizado por el Centro de Profesores de Palma de Mallorca.
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