El Bouma: la m¨²sica feminista que sobrevuela Egipto
El nuevo ¨¢lbum de las hermanas Samir, ¡®Mazghuna¡¯, es el resultado de varios encuentros con tres grupos de mujeres de tres localidades del sur de Egipto, la zona m¨¢s pobre, m¨¢s descuidada y m¨¢s olvidada del pa¨ªs
La relaci¨®n de Mariam Samir con la m¨²sica en Egipto siempre estuvo marcada por una cierta sensaci¨®n de vac¨ªo e incomprensi¨®n. Segu¨ªa y pod¨ªa identificarse en determinados aspectos con algunos de los artistas de la escena, pero a la hora de reflexionar y de poner voz, letra e instrumental a lo que pensaba y sent¨ªa como mujer, no hab¨ªa referentes claros.
¡°A veces puedo verme reflejada en otros artistas, pero como feminista no encontr¨¦ grupos que cantaran lo que pienso o lo que siento¡±, desliza la joven de El Cairo. ¡°Me puedo identificar con otros, pero no cuando se trata de esta manera en espec¨ªfico¡±, apunta.
Para hacerse con ese espacio, Mariam decidi¨® sumarse a la banda Bent El Masarwa (Las Hijas de Egipto) que hab¨ªa cofundado en 2015 su hermana, Marina Samir, con la idea de producir canciones basadas en sus experiencias y en las de otras mujeres que viven en el contexto egipcio, y tratando de reflexionar sobre tantas vivencias como fuera posible.
[El ¨¢lbum] me representa como mujer y como feminista. En ¨¦l nos aferramos a nuestras ideas y a nuestros sonidosMariam Samir, componente de El Bouma
Tras presentar un primer ¨¢lbum bajo el mismo nombre que la banda, las hermanas Samir apostaron por dar un paso m¨¢s all¨¢ en su voluntad de no centrarse solo en las experiencias de las mujeres que viven en El Cairo. Y para su siguiente proyecto, se sumergieron en un camino de m¨¢s de un lustro hasta llegar a recoger, y dar a conocer, el fruto de su trabajo.
El resultado ha sido?un nuevo ¨¢lbum de nueve canciones, lanzado este agosto, que ahonda en las ideas, temas y reflexiones conjuntas surgidas de tres encuentros con tres grupos de mujeres de tres pueblos del sur de Egipto, la zona m¨¢s pobre, m¨¢s descuidada y m¨¢s olvidada del pa¨ªs. Su t¨ªtulo, Mazghuna, es una alusi¨®n al antiguo nombre de la primera localidad que visit¨® el grupo, y que para las mujeres del lugar ten¨ªa un significado: una mujer a la que se la ha impedido hablar, que ha sido silenciada, seg¨²n cuentan.
Aprovechando el lanzamiento del ¨¢lbum, Marina y Mariam decidieron cambiar el nombre de la banda para reflejar la evoluci¨®n que hab¨ªan experimentado a lo largo del proceso, tanto en su composici¨®n como en su idea de m¨²sica feminista. El nuevo nombre, El Bouma (El B¨²ho) encarna bien su naturaleza y mayor profundidad: en contextos como el egipcio ¡ªdicen¡ª los b¨²hos cargan con una mala reputaci¨®n, asociada a desgracias y mala suerte, y a menudo se usa el t¨¦rmino para referirse a mujeres tristes o que se quejan.
Las hermanas Samir, sin embargo, quisieron darle la vuelta a esa interpretaci¨®n y abrazar al b¨²ho como una criatura bonita, con buen o¨ªdo, expresivo, capaz de ver en la oscuridad y de enfrentarse a animales mucho m¨¢s grandes ¨C como ellas ante el sistema patriarcal.
Los tres encuentros que sirvieron para inspirar Mazghuna llevaron a la banda, entre agosto de 2016 y febrero de 2017, a Abu Ghreir, en la gobernaci¨®n de Minya, a unos 250 kil¨®metros al sur de El Cairo, Deir Drunka, en Asiut, y Asu¨¢n, en el extremo sur del pa¨ªs.
De all¨ª surgieron las letras y el acompa?amiento musical, m¨¢s experimental, que juega con sonidos y elementos folcl¨®ricos, de ambiente, electr¨®nicos y populares. Las canciones est¨¢n acompa?adas de expresivas ilustraciones elaboradas por la artista egipcia Aliaa Ali.
¡°[Los encuentros] fueron delicados porque ¨¦ramos muy conscientes de las diferencias entre nosotras y las otras mujeres. Nosotras somos mujeres que venimos de El Cairo, del centro, de una posici¨®n m¨¢s privilegiada¡±, explica Marina. ¡°Pero [decidimos] no dejar que estas diferencias fueran una barrera. Por ejemplo, nosotras est¨¢bamos compartiendo nuestras experiencias, no solo escuchando¡±, agrega. ¡°Fue bueno ver a todas las mujeres compartiendo sus experiencias. Fue una buena encarnaci¨®n de solidaridad¡±.
Uno de los primeros temas del ¨¢lbum aborda una de las grandes batallas del movimiento feminista en Egipto: el matrimonio infantil forzado. Pese a ser ilegal, en Egipto casi una de cada 20 ni?as de entre 15 y 17 a?os estaba casada o lo hab¨ªa estado seg¨²n un censo de 2017, que revel¨® que el porcentaje aumentaba a una de cada diez hasta los 19 a?os. La pr¨¢ctica, de la que habla la canci¨®n?Ya Arousa?(Oh, novia), tiene un fuerte car¨¢cter rural, y suele conllevar mayor violencia machista, abandono escolar o aumento de la fecundidad.
Da una vuelta por la ciudad.
?Qui¨¦n ser¨¢ la pr¨®xima novia?
Una ofrenda a la miseria.
S¨¢cala de la escuela,
fuera de su casa.
Mu?ecas, caballos de juguete y canicas ser¨¢n parte de su dote.
Una apuesta conmovedora es la de la canci¨®n Al Barr (la orilla), que se adentra en la compleja relaci¨®n entre madres e hijas a partir de una met¨¢fora de una barquera. Mariam explica que muchas canciones que hablan sobre las madres reflejan una relaci¨®n perfecta, mientras que en su caso se acercan desde una perspectiva diferente. Una visi¨®n m¨¢s cruda, en la que la hija entiende que su progenitora, por haber sido inicialmente oprimida, repite y ejecuta esos mismos patrones de conducta hacia la siguiente generaci¨®n, como prisionera y carcelera.
Sobre las ondas del Nilo, siempre veo los ojos de mi madre
La que se suma a mi dolor
La que me agobia.
S¨¦ que no depende de ti.
La tradici¨®n te ata.
El miedo es una mirada de carcelero,
siempre observ¨¢ndote.
Repites una pr¨¢ctica que t¨² mismo odias.
Otros temas que tratan otras cuestiones que forman parte de largas luchas feministas en el pa¨ªs incluyen Astek Ya Astek (El¨¢stico, Oh El¨¢stico) acerca de?la extendida mutilaci¨®n genital femenina. Tambi¨¦n Kont Fakra (Hab¨ªa pensado), que habla del racismo que sufren las mujeres del sur del pa¨ªs, que tienen la piel m¨¢s oscura.
Adem¨¢s de estas cuestiones, el ¨¢lbum se adentra en territorios que, seg¨²n Mariam, no est¨¢n relacionados exclusivamente con las mujeres ¡ªuna caracter¨ªstica m¨¢s presente en Bent El Masarwa¡ª y con el que cualquiera puede sentirse identificado, aunque est¨¦ basado siempre en sus experiencias y en aquellas de las mujeres que han conocido.
Ejemplos de este giro son canciones como?Ana Ramla?(Soy arena),?Kollena Bendour?(Todos buscamos) y?El Selem el Mousiki (La escalera musical), que ponen voz a motivos como la libertad, el car¨¢cter inamovible de muchas vidas y la falta de libre albedr¨ªo.
Intent¨¦ cavar en la arena para encontrar las ra¨ªces.
Han pasado los a?os y una ¨²nica pregunta dentro de m¨ª persiste:
?Cu¨¢nto tiempo lleva aqu¨ª esta palmera?
?Y qu¨¦ han hecho para que sea tan grande, robusta y cruel?
Igual que yo.
Satisfechas con el resultado, en los pr¨®ximos meses las componentes de El Bouma esperan poder volver a los tres pueblos del sur de Egipto para poder mostrar de primera mano el ¨¢lbum a las mujeres con las que se encontraron hace unos a?os, aunque aseguran que, desde la distancia, lo han recibido con agrado.
¡°[El ¨¢lbum] me representa como mujer y como feminista. Fue un viaje muy largo para descubrirnos a nosotras mismas, tomando decisiones desde esa perspectiva¡±, defiende Mariam. ¡°En ¨¦l nos aferramos a nuestras ideas y a nuestros sonidos¡±.
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