El aumento del hambre en el mundo hipoteca el futuro de los ni?os

Hospitales desbordados, m¨¦dicos fatigados y miles de ni?os que se van a dormir cada noche con el est¨®mago vac¨ªo: esta es la realidad que en menos de un a?o han atravesado las regiones del noreste y noroeste de Nigeria. La crisis alimentaria que enfrentan este y otros pa¨ªses ha llevado a organismos internacionales a alertar sobre los niveles ¡°catastr¨®ficos¡± de hambre y escasez de alimentos. ¡°No quiero ser sensiblera, pero yo empec¨¦ a trabajar en esto en 2004 y jam¨¢s he visto una situaci¨®n como la que estamos viviendo este a?o¡±, asegura la coordinadora m¨¦dica de M¨¦dicos sin Fronteras (MSF) en Abuja, Cristina Mach, durante una reuni¨®n virtual con periodistas para alertar de la emergencia en el pa¨ªs africano.

La especialista se refiere a los estados de Zamfara y Sokoto, en el noroeste, pero su compa?era Ximena Campos, coordinadora de Operaciones de MSF en Bruselas, describe una situaci¨®n similar en el otro extremo del pa¨ªs, que acaba de visitar: el Estado de Borno, en el noreste. De enero a agosto, 4.400 pacientes han sido hospitalizados por desnutrici¨®n severa y 4.000 han recibido atenci¨®n ambulatoria en Maiduguri, la ciudad m¨¢s poblada. Suponen un 160% y un 94% m¨¢s que en el mismo periodo del a?o anterior.

Estas cifras son apenas la punta del iceberg de la realidad que enfrenta el mundo en torno a la lucha contra la inseguridad alimentaria. De acuerdo con el ¨²ltimo ?ndice Global del Hambre (GHI), publicado el pasado jueves, el planeta se enfrenta a un debilitamiento de sus sistemas alimentarios y a un retroceso en los logros alcanzados. En los ¨²ltimos siete a?os la disminuci¨®n del hambre en el mundo ha sido de 0,9 puntos, comparado con a?os anteriores, en donde los avances alcanzaron los 28 y 24 puntos en el 2000 y el 2007. El impacto del hambre, seg¨²n el informe, recae sobretodo en pa¨ªses como Honduras, India, Nigeria y Vietnam, en donde las disparidades de retraso en el crecimiento de los ni?os de entre cero y cinco a?os fueron particularmente pronunciadas.

La infancia es la m¨¢s vulnerable a estas crisis. La subalimentaci¨®n en los infantes implica efectos a largo plazo como la desnutrici¨®n cr¨®nica, que tiene impactos a nivel cognitivo y de aprendizaje. ¡°Los ni?os y ni?as con desnutrici¨®n ya no podr¨¢n adquirir todo su potencial, ser¨¢n demasiado bajos para su estatura, sufrir¨¢n trastornos neurol¨®gicos. Y todo ello impactar¨¢ en sus familias, en sus comunidades e, incluso, en las econom¨ªas de los pa¨ªses donde viven, perpetuando el ciclo de la pobreza¡±, aseveran desde Unicef. Este organismo estima que al menos 40 millones de ni?os padecen inseguridad nutricional grave en 15 pa¨ªses. Adem¨¢s, 21 millones de ni?os no tienen acceso a una cantidad suficiente de alimentos para satisfacer las necesidades alimentarias m¨ªnimas. Es la conocida como desnutrici¨®n cr¨®nica.

El caso de Abuja, en Nigeria, evoca a una de las problem¨¢ticas m¨¢s recurrentes de la desnutrici¨®n: a falta de alimentos, mayores probabilidades de vulnerabilidad ante enfermedades oportunistas. Ximena Campos, de MSF en Maiduguri, al noreste del pa¨ªs, reconoce que la saturaci¨®n de pacientes en la zona ha obligado a extender el sistema asistencial a niveles que exceden su capacidad. ¡°En hospitalizaci¨®n cont¨¢bamos con 80 camas y una capacidad de expansi¨®n de hasta 120 como m¨¢ximo. Este a?o tuvimos que aumentar esa capacidad e incluso abrimos otro sitio de hospitalizaci¨®n. Ahora tenemos m¨¢s de 300 camas exclusivamente para pacientes pedi¨¢tricos con desnutrici¨®n aguda complicada¡±.

El c¨®lera, el sarampi¨®n, la varicela y la malaria son algunas de las enfermedades m¨¢s recurrentes en esta regi¨®n. ¡°La baja cobertura vacunal, la falta de capacidad log¨ªstica y de recursos humanos y el debilitamiento del sistema inmunitario de los miles de ni?os con malnutrici¨®n hacen una combinaci¨®n mort¨ªfera¡±, sentencia Campos. Seg¨²n los datos del GHI, en la actualidad 828 millones de personas sufren de escasez de alimentos, en calidad y cantidad, mientras que, seg¨²n el Informe Mundial sobre las Crisis Alimentarias 2022, el n¨²mero de personas que padece hambre aguda tambi¨¦n aument¨® en los ¨²ltimos dos a?os, alcanzando casi 193 millones en 2021. Los impactos m¨¢s severos se est¨¢n produciendo en ?frica subsahariana, Asia del sur, Centroam¨¦rica y Sudam¨¦rica.

La tormenta perfecta para la desnutrici¨®n

Abdul, con tan solo seis meses, sufre de desnutrici¨®n cr¨®nica. Su madre, Kaya, tuvo que huir de Burkina Faso por el conflicto armado que enfrenta el pa¨ªs y los largos meses de sequ¨ªa. ¡°Cuando di a luz, yo estaba enferma y no ten¨ªa leche, por eso mi beb¨¦ se desnutri¨®. Cuando vine aqu¨ª por primera vez, pesaba solo tres kilos¡±, relata la madre en declaraciones recogidas por Unicef. La pobreza, el cambio clim¨¢tico, la covid-19 y las guerras han sido los disparadores para que los avances en la lucha contra el hambre se detengan dr¨¢sticamente. ¡°Esto es a lo que denominamos la tormenta perfecta para la desnutrici¨®n¡±, advierten desde esta agencia de las Naciones Unidas.

El GHI insiste en que los pa¨ªses en donde se ha percibido mayor impacto del hambre son los territorios en donde millones de personas ya viv¨ªan con inseguridad alimentaria. Los conflictos armados fueron el principal motor de la inseguridad alimentaria aguda en 2021, seg¨²n el Informe Mundial sobre las Crisis Alimentarias de 2022. De acuerdo con este documento, 193 millones de personas viven sin saber si tendr¨¢n qu¨¦ comer cada d¨ªa, de estos, para 139 millones la causa principal de esta falta de acceso a alimentos est¨¢ relacionada con guerrillas internas y conflictos locales.

Alberto Casado, director de Sensibilizaci¨®n de la ONG Ayuda en Acci¨®n, menciona que las guerrillas internas en pa¨ªses de ?frica como Yemen, Rep¨²blica Centroafricana y Madagascar, y en Centroam¨¦rica como El Salvador y Guatemala, impactan directamente en el acceso a alimentos seguros. ¡°Este es un fen¨®meno que obliga a los afectados a huir de sus hogares a refugios en donde pr¨¢cticamente quedan condenados a la dependencia de la ayuda humanitaria, porque son despojados de sus tierras y de sus fuentes econ¨®micas. Estas agrupaciones incluso llegan a impedir la entrega de alimentos en las comunidades que est¨¢n dentro de sus territorios¡±, asever¨® el pasado jueves en Madrid, durante una rueda de prensa convocada por la ONG para presentar el GHI. Entre 2010 y 2021, el n¨²mero de conflictos estatales y no estatales se duplic¨® de 83 a 175, seg¨²n el Banco Mundial y la FAO.

El cambio clim¨¢tico, el enemigo silencioso

Las temperaturas extremas, as¨ª como las sequ¨ªas, las lluvias monz¨®nicas u otros fen¨®menos naturales desmedidos tambi¨¦n dan como resultado los desplazamientos de personas y el deterioro de los sistemas de producci¨®n agr¨ªcolas, de las que estos pa¨ªses dependen. Fatuma es una de los 89 millones de personas en el mundo que se han visto obligadas a desplazarse fuera de sus hogares en busca de alimentos. Sus cinco hijos y ella salieron del suroeste de Somalia tras una fuerte temporada de lluvias que ha devastado sus cultivos y diezmado su ganado. Ten¨ªa seis ni?os, pero uno no sobrevivi¨®. ¡°Mi hijo, de nueve meses, ha muerto a causa del hambre. Ahora no puedo llorar porque debo encontrar alimentos para los otros¡±, lamenta en declaraciones a Unicef.

Al otro lado del continente el problema se replica. En Ckocas, Bolivia, Paulina P¨¦rez y Crist¨®bal Flores, una pareja de agricultores, hablan de las dificultades de aprendizaje que enfrentan sus hijos debido a una alimentaci¨®n deficiente. ¡°Producimos patatas, ma¨ªz y habas, y de eso nos alimentamos¡±, comentan a la ONG Ayuda en Acci¨®n. Insisten, adem¨¢s, en la desesperaci¨®n que sienten al no saber qu¨¦ dar de comer a su familia. ¡°Nuestra producci¨®n est¨¢ amenazada por las sequ¨ªas y lluvias torrenciales¡±.

Los pa¨ªses que viven de la agricultura ven mermada su seguridad alimentaria debido a los efectos del cambio clim¨¢tico, cada vez m¨¢s recurrentes, extremos y prolongados, dice la responsable de proyectos de Ayuda en Acci¨®n en Centroam¨¦rica, Almudena Barrios. Adem¨¢s, detalla que los sistemas mundiales no est¨¢n pensados para alimentar a la poblaci¨®n, sino para comercializar.

La pobreza y el hambre, una relaci¨®n inquebrantable

La pandemia y ahora la Guerra en Ucrania han exacerbado la debilidad de los sistemas alimentarios con el aumento del precio del combustible y de los fertilizantes; el cierre de las cadenas de suministros y la falta de pol¨ªticas p¨²blicas enfocadas en garantizar el derecho a una alimentaci¨®n de calidad. El GHI habla de que, solo en 2021, la crisis provocada por la covid-19 aument¨® por primera vez en este siglo los niveles de pobreza extrema de 641 millones de personas a 714 millones. ¡°Sumadas cada una de estas tenemos un c¨®ctel inminente de pobreza¡±, detalla el documento.

M¨¢ximo Torero, subdirector general de la FAO, menciona en su art¨ªculo Acabar con el hambre, ?un sue?o o todav¨ªa una posibilidad? ¨Cpublicado dentro del informe GHI¨C que el problema del hambre no tiene que ver con una falta de alimentos para dar de comer a todos los habitantes del mundo; sino con que ¡°las personas que pasan hambre solo carecen de acceso a ellos¡±. Tambi¨¦n asegura que el aumento de los precios ¨Cproducto de la inflaci¨®n de la guerra en Ucrania¨C ya ha puesto incluso los alimentos m¨¢s b¨¢sicos fuera del alcance de muchas familias pobres de todo el mundo.

El informe, que recaba datos de 136 naciones del mundo, prev¨¦ que 46 pa¨ªses no alcanzar¨¢n un nivel del hambre bajo en 2030 y posiciona a otros 36 en un rango moderado de inseguridad alimentaria; mientras que 35 se encuentran en una situaci¨®n de hambre grave y nueve en situaci¨®n alarmante. Aunque el documento coloca un panorama desolador, organismos como Unicef, Ayuda en Acci¨®n y M¨¦dicos sin Fronteras afirman que esta no ha sido una d¨¦cada perdida: al menos un pa¨ªs de casi todas las regiones del mundo han mejorado sus cifras; 32 en total. Y sostienen que la ¨²nica manera para impedir este sufrimiento es un trabajo coordinado entre los organismos internacionales, nacionales y locales. ¡°Son las mismas comunidades quienes conocen sus necesidades. Es importante buscar el respeto a sus conocimientos ancestrales, potenciar su liderazgo mediante la creaci¨®n de capacidades y financiaci¨®n¡±, asegura Almudena Barrios, de Ayuda en Acci¨®n.

¡°No podemos clasificar a las v¨ªctimas, elegir a quien ayudar, todas las vidas son importantes. Esta es una emergencia que exige una intervenci¨®n inmediata¡±, concluye Ximena Campos, de MSF. Y advierte que lo peor de la crisis humanitaria en el noreste y noroeste de Nigeria a¨²n est¨¢ por llegar. ¡°Septiembre y octubre es ¨¦poca de escasez, cuando la desnutrici¨®n se dispara porque la cosecha no empieza hasta noviembre¡±, detalla. Y aclara que con los a?os ha visto que los periodos de sequ¨ªa empiezan cada vez un poco antes y terminan despu¨¦s. ¡°Este a?o, el incremento de casos empez¨® en abril, as¨ª que no sabemos qu¨¦ nos espera en los pr¨®ximos meses¡±, concluye.

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