Criar grillos para matar el hambre
Cedric Nkundwanabake, un ingeniero agr¨ªcola de Ruanda, que abri¨® su granja de grillos en 2016, afirma que estos insectos, como gusanos y otros, son una fuente de prote¨ªna inmejorable para la creciente poblaci¨®n mundial. Y no anda errado: hace a?os ya que la FAO asegura que pueden ayudar a paliar la demanda alimenticia
¡°Si a alguien le hacen falta prote¨ªnas, con cinco o seis grillos grandes le ser¨ªa suficiente para una comida. Tendr¨ªa que pagar por ellos unos 500 francos ruandeses (algo menos de 45 c¨¦ntimos de euro), lo que no es demasiado caro. ?Y est¨¢n muy buenos! Adem¨¢s, muchas personas en Ruanda no disponen de medios suficientes para comprar carne, pero estos insectos pueden paliar todas esas necesidades¡±, explica Cedric Nkundwanabake, de 31 a?os, mientras pasea entre una media docena de contenedores de pl¨¢stico que parecen saludarle con un gri, gri, gri. Y a?ade: ¡°La gente tiene la idea de que en la comida solo interesa la cantidad, pero lo que importa realmente es la calidad. Adem¨¢s, con estos bichos se pueden hacer otras cosas: mezclarlos con pan, elaborar harinas¡¡±.
Nkundwanabake, que proviene de una familia ruandesa tradicional y numerosa ¨Ctiene seis hermanos y una hermana¨C, estudi¨® Ingenier¨ªa Agr¨ªcola y se ha dedicado profesionalmente al cultivo de diferentes plantas comerciales y vegetales desde que acab¨® la universidad, adem¨¢s de al activismo contra el pl¨¢stico. Pero un viaje a Uganda, hace ya m¨¢s de un lustro, le abri¨® una puerta que nunca antes hab¨ªa pensado en cruzar. ?l lo recuerda as¨ª: ¡°En ese pa¨ªs vi a gente cocinando y comiendo insectos. Los disfrutaban, as¨ª que empec¨¦ a buscar informaci¨®n por internet. Toda la que pude: c¨®mo se alimentaban, qu¨¦ cosas necesitaba para su crianza¡ En 2016 comenc¨¦ con dos cajas de grillos y fund¨¦ mi propia compa?¨ªa, la Cricket Farming Rwanda. Lo hice en mi pueblo, Shyorongui, sin presi¨®n y sin ganas de competir con nadie. Primero quer¨ªa aprenderlo absolutamente todo¡±.
Desde entonces, todo ha sido un continuo experimento para Nkundwanabake y sus grillos. Ha probado diferentes tipos de alimentos, distintas cajas, diversas intensidades de luz artificial¡ ¡°Lo que m¨¢s les gusta son las zanahorias y otros vegetales como coles, pero los m¨¢s peque?os necesitan algunas prote¨ªnas extra. Desde que nacen del huevo hasta que nos los podemos comer, deben pasar unos tres meses como m¨ªnimo. Y, cuando el clima no es demasiado bueno, es mejor para las cr¨ªas si las meto en unas jaulas especiales. Por ejemplo, estos que vienen ahora son de cuarta generaci¨®n¡±, dice mientras se?ala una especia de cajonera llena de arena donde no se ve nada m¨¢s a simple vista. ¡°Hasta ahora tengo muchos gastos porque debo pagar tambi¨¦n el alquiler de la casa, pero ya los he probado y la verdad es que me gustan mucho¡±.
Combatir el hambre y preservar los recursos
Cedric Nkundwanabake no anda desencaminado al hablar de que los grillos, y los insectos en general, podr¨ªan ayudar de una manera notoria a luchar contra el hambre. En Ruanda, y pese a la significativa mejor¨ªa econ¨®mica experimentada en los ¨²ltimos a?os, el 40% de la poblaci¨®n del pa¨ªs (de algo menos de 13 millones de personas) vive todav¨ªa bajo el umbral de la pobreza. Y en ?frica, en general, las estad¨ªsticas no son m¨¢s halag¨¹e?as; pese a albergar al 16% de los habitantes del planeta, acoge tambi¨¦n al 30% de los pobres del globo y ¨²nicamente alcanza el 2,8% del PIB mundial. Uno de cada cuatro africanos padece desnutrici¨®n. ¡°Muchas de las naciones de nuestro entorno lloran y sufren malnutrici¨®n. Esto es una innovaci¨®n que puede ayudar a mucha gente¡±, afirma Nkundwanabake.
La Organizaci¨®n de Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) tambi¨¦n se ha pronunciado en t¨¦rminos parecidos. Ya en 2013 elabor¨® el extenso informe Insectos Comestibles. Perspectivas futuras para la seguridad alimentaria y de los piensos, donde indicaba que muchas especies ten¨ªan tantas prote¨ªnas como la carne, animaba a su consumo y afirmaba que su producci¨®n era mucho m¨¢s barata. Tambi¨¦n dec¨ªa este organismo de la ONU que ya entonces hab¨ªa 2.000 millones de personas en todo el mundo que hab¨ªan incorporado estos bichos a sus dietas. ¡°Ten en cuenta que nosotros podemos dormir aqu¨ª mientras criamos grillos en la habitaci¨®n contigua sin problemas. Adem¨¢s, muchas mujeres se quedan en casa diariamente para cuidar a sus hijos. Podr¨ªan tambi¨¦n atender a estos animales, lo que supondr¨ªa no solo una buena fuente de prote¨ªnas, sino tambi¨¦n una manera de conseguir ingresos extras para sus familias¡±, se aventura a decir Nkundwanabake.
Pero es que, adem¨¢s, la crianza de insectos podr¨ªa ayudar a rebajar la huella ecol¨®gica de las macrogranjas y reducir el consumo de recursos tan indispensables como escasos en algunos lugares del mundo. Los grillos, por ejemplo, producen 80 veces menos metano que las vacas y precisan menos comida; obtener medio kilo requiere ¨²nicamente un kilo de alimentos por los 12 kilos necesarios para conseguir medio kilo de carne de vaca. Y, con el agua, m¨¢s de lo mismo. Seg¨²n la FAO, se necesitan en torno a 15.000 litros de agua para generar un kilo de carne, mientras que los insectos que cr¨ªa Nkundwanabake en su pueblo consumen 40 litros para lograr un aporte proteico similar. ¡°A nivel internacional, el trato al ganado vacuno no es bueno y los animales sufren y se estresan mucho. Con los grillos no pasa esto; crecen de una forma org¨¢nica y natural¡±, asegura convencido el ingeniero.
Un hueco en el mercado
El mercado de insectos y de grillos se est¨¢ abriendo camino en Europa y en Estados Unidos a pasos agigantados, sobre todo para la elaboraci¨®n de harinas y piensos, y todo hace indicar que ir¨¢ a m¨¢s en el futuro: un informe publicado en 2019 calculaba que, para 2030, este negocio alcanzar¨¢ los 7.200 millones de euros, impulsado por la demanda de comida del creciente n¨²mero de humanos en la tierra. No en vano, se espera que la poblaci¨®n mundial aumente en casi 1.000 millones de personas para ese a?o y se sit¨²e en los 8.550 millones, y que en 2050 su a¨²pe hasta los casi 10.000 millones. Para satisfacer las necesidades de tanta gente, la producci¨®n de alimentos actual deber¨ªa duplicarse, lo que requiere encontrar m¨¦todos de producci¨®n sostenibles y respetuosos con el medio ambiente y que den como resultado comestibles que contengan altos niveles de nutrici¨®n. Y aqu¨ª, grillos, gusanos y compa?¨ªa se posicionan como una buena soluci¨®n.
Con todo, y pese a este presumible auge de los insectos en el mundo, Nkundwanabake explica que comercializarlos en Ruanda y en ?frica est¨¢ costando un poco m¨¢s. ¡°Es algo nuevo y hace falta una estructura mayor, por lo que no resulta f¨¢cil. Cambiar la mentalidad de la gente es un proceso lento y complicado, pero hay que explorar el sistema y hablar con las comunidades para que puedan ellos criar sus propias cajoneras. Hace falta mucho entrenamiento y muchas muestras para que, poco a poco, se vaya entendiendo todo mejor¡±, se?ala. Por ello, finaliza, su idea es seguir explorando, continuar experimentando las m¨²ltiples posibilidades que pueden dar sus grillos. ¡°Alrededor del mundo hay gente que hace hamburguesas, quesos¡ Yo quiero llegar hasta all¨ª. Ya me han llamado de alg¨²n hotel interes¨¢ndose, as¨ª que no s¨¦. Quiz¨¢s pueda surtirlos o abrir mi propio restaurante. Aunque no sea muy grande¡±.
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