El poder de los insectos contra el hambre

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Comer insectos puede contribuir en la lucha contra el hambre y la inseguridad alimentaria. Son una fant¨¢stica fuente de nutrientes ¡ªcomo las prote¨ªnas¡ª y sirven como alimento cuando la producci¨®n de alimentos b¨¢sicos ¡ªcomo el ma¨ªz¡ª falla en ?frica debido al clima cambiante, las sequ¨ªas o el da?o producido por las plagas. El asunto protagoniz¨® este a?o el D¨ªa Mundial de la Alimentaci¨®n.

Es una antigua pr¨¢ctica que a¨²n perdura. Cerca de 2.000 millones de personas, m¨¢s de una cuarta parte de la poblaci¨®n mundial, comen insectos. La mayor¨ªa vive en ?frica, Asia y Latinoam¨¦rica.

Debemos sacarles provecho, ya que son una excelente manera de combatir el hambre y la desnutrici¨®n por varias razones: son abundantes y saludables, producirlos conlleva una menor huella de carbono y pueden ofrecer una gran variedad de oportunidades empresariales.

?Por qu¨¦ comer insectos?

Son abundantes. Hay much¨ªsimos en ?frica. En el continente cohabitan m¨¢s de 1.900 especies comestibles, en su mayor¨ªa escarabajos, orugas, saltamontes, avispas y hormigas.

Adem¨¢s, se reproducen r¨¢pidamente y tienen altas tasas de crecimiento, por lo que pueden alcanzar la madurez en menos de un mes. As¨ª, la mayor¨ªa de ellos tarda unas tres semanas, o incluso menos, en completar su ciclo vital. Adem¨¢s, criarlos no requiere mucha tierra y agua, como pasa en la agricultura tradicional.

Las granjas de insectos ya son una realidad en ciertas partes de ?frica. En Kenia, por ejemplo, los grillos se cr¨ªan en cubos y cajones donde las hembras adultas ponen los huevos fertilizados bajo un algod¨®n h¨²medo. Despu¨¦s de un mes, nacen las ninfas, que se alimentan de vegetales, harina de soja y agua. Tras tres meses, alcanzan finalmente la madurez. En Zimbabue, la empresa Mopane Worm cultiva los ¨¢rboles que las polillas utilizan para poner sus huevos. Posteriormente, estos eclosionan y las larvas se alimentan de las hojas. Es durante esta etapa cuando se cosechan las orugas mopane.

Son saludables. Los insectos pueden servir como fuente alternativa y sostenible de prote¨ªnas y otros nutrientes, ya que son ricos en amino¨¢cidos esenciales y prote¨ªnas. A veces, atendiendo al peso, son incluso superiores a las fuentes de prote¨ªnas tradicionales, como la carne de ternera, pollo, cabra y oveja. Los beneficios nutricionales pueden variar de una especie a otra. Por ejemplo, los ort¨®pteros ¡ªentre los que se incluye el saltamontes¡ª tienen el mayor contenido proteico.

Son mejores para el medioambiente. La agricultura y la ganader¨ªa emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero. En comparaci¨®n con la agricultura, los insectos producen muchos menos: tan solo una d¨¦cima parte de metano y una cent¨¦sima parte de ¨®xido nitroso.

Son generadores de ingresos. Proporcionan una estupenda oportunidad para emprender. Millones de africanos ya los est¨¢n comiendo y se podr¨ªan crear nuevos negocios, puesto que se pueden ingerir tal cual o se pueden procesar ¡ªpor ejemplo, como prote¨ªnas en polvo que sirvan como suplementos. Por ello, ya han aparecido varias empresas centradas exclusivamente en la producci¨®n de insectos para la alimentaci¨®n humana y animal. Esta actividad comprende pa¨ªses tan dispares como Pa¨ªses Bajos, Sud¨¢frica y Kenia.

Pruebas

Comer insectos es una pr¨¢ctica muy extendida en ?frica. En Costa de Marfil, una encuesta reciente afirm¨® que m¨¢s del 59% de los encuestados los consum¨ªa. Del mismo modo, en Zimbabue, otro sondeo confirm¨® que la mayor¨ªa de las personas los hab¨ªa ingerido. Esto se produce en las zonas rurales, m¨¢s que en las ciudades.

En Sud¨¢frica, comer insectos es habitual. Encabezando la lista de los m¨¢s populares se encuentra la oruga mopane, un manjar tambi¨¦n presente en otros pa¨ªses africanos, como Zimbabue y Namibia.

En Kenia, los agricultores y los empresarios est¨¢n recurriendo cada vez m¨¢s a insectos para luchar contra el hambre. Por ejemplo, las familias de los peque?os agricultores consumen termitas para complementar sus comidas en ¨¦pocas de cosechas fallidas. Asimismo, cr¨ªan insectos para venderlos en los mercados locales. Un reciente estudio en Kenia, mostr¨® que m¨¢s del 80% de los encuestados afirmaron incluirlos en su dieta, siendo las termitas y las moscas de los lagos las primeras de la lista. Tambi¨¦n consumen otros insectos como saltamontes, langostas, hormigas y grillos.

A¨²n queda mucho por hacer

Utilizar los insectos para luchar contra el hambre, la inseguridad alimentaria y la desnutrici¨®n tambi¨¦n acarrea una serie de desaf¨ªos. Como entom¨®loga ¡ªque ha tratado con colonias de insectos en laboratorio¡ª s¨¦ de primera mano el trabajo que supone. Es decir, manipularlos requiere una atenci¨®n y un trato especiales. Esto incluye regular la temperatura y la humedad y mantener un alto nivel de higiene, ya que son muy susceptibles a las infecciones microbianas y bacterianas. De momento, no existe regulaci¨®n al respecto. Por ello, se debe establecer una nueva legislaci¨®n para garantizar que los empresarios que decidan aventurarse en la cr¨ªa de insectos mantengan unos est¨¢ndares adecuados de higiene y alimentaci¨®n.

Pero dado que numerosos desaf¨ªos ¡ªcomo las sequ¨ªas relacionadas con el cambio clim¨¢tico¡ª contin¨²an agravando los problemas relacionados con la seguridad alimentaria, los insectos ofrecen una oportunidad para innovar.

Esther Ndumi Ngumbi es investigadora posdoctoral en el departamento de entomolog¨ªa de la universidad de Illinois (EE UU). Art¨ªculo procedente de The Conversation.

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