Las mujeres ghanesas y sus historias olvidadas de liberaci¨®n

Pocas veces los medios de comunicaci¨®n ponen el foco en las luchas de las africanas por sus derechos, menos a¨²n en eventos del pasado en los que, como en las resistencias contra la colonizaci¨®n, las mujeres subsaharianas jugaron un rol clave.

Lo cierto es que la historia puede haberlas olvidado, pero marcaron un antes y un despu¨¦s en el devenir de sus sociedades. En 2006 tuvo lugar en Accra, la capital de Ghana, el Foro Feminista Africano. En ¨¦l participaron activistas multidisciplinares de todo el continente, as¨ª como de la di¨¢spora africana. Fruto de este encuentro se redact¨® la Carta de Principios Feministas en la que expusieron su visi¨®n del feminismo y del patriarcado y defendieron su identidad especifica como feministas africanas proponiendo una serie de compromisos ¨¦ticos a nivel individual e institucional.

Accra fue elegida para celebrar dicho foro continental visto el activismo de sus mujeres, quienes en 2004 redactaron el conocido como Manifiesto de las Mujeres para Ghana considerado como el culmen del feminismo ghan¨¦s. Manifiesto en el que se realiza un l¨²cido diagn¨®stico de las discriminaciones interseccionales que sufren y en el que hacen un llamamiento a la acci¨®n, incluido el ¨¢mbito del derecho a la salud. Un rol activo que se asemeja al que en la ¨¦poca pre-colonial ostentaban determinadas mujeres a nivel pol¨ªtico, social, econ¨®mico, espiritual o jur¨ªdico. Viajemos para ello al noroeste de Accra.

El poder de las lideresas ashanti

Esta ciudad del centro-sur del pa¨ªs fue el epicentro de uno de los m¨¢s importantes Imperios de ?frica del oeste durante el siglo XIX, el ashanti o asante [existente desde el XVII y cuyo poder¨ªo fue de la mano del comercio de oro y esclavos con los europeos]. En la actual Ghana recuerdan con orgullo el rol preponderante que tuvieron las madres y hermanas de los sucesivos reyes ashanti: las ashantehemaa. En esta sociedad, en la que la l¨ªnea de sucesi¨®n real se transmit¨ªa por v¨ªa materna, la ashantehemma era quien daba ¨®rdenes y consejos al rey o asanthene. Era igualmente la que decid¨ªa sobre la tierra, impart¨ªa justicia (apoyada por un consejo de hombres) o daba inicio a los rituales anuales de purificaci¨®n dedicados a los difuntos en el seno de sistemas de liderazgo dual.

Son destacables lideresas como Nana Yaa Asantewaa (1832-1923), reina madre del linaje ejisu, considerada como la Juana de Arco africana y una hero¨ªna en Ghana. Nana Yaa lider¨® en 1900 la armada ashanti contra las tropas del colonizador brit¨¢nico que hab¨ªa arrestado en 1896 al Asanthene Prempeh I y pretend¨ªa hacerse con el s¨ªmbolo de la autoridad y alma ashanti: Sika Dwa Kofi, el taburete de oro. Reunidos en Kumasi los diferentes linajes y frente al discurso derrotista de muchos ashantene, Nana Yaa puso en pie a este pueblo. Aun hoy resuenan sus palabras: ¡°Ahora veo que algunos de ustedes temen seguir adelante para luchar por nuestro rey (¡­) ?Es cierto que la valent¨ªa de los ashanti ya no existe? ?No puede ser! Debo decir esto: si ustedes, los hombres ashanti, no avanzan, entonces lo haremos nosotras, las mujeres. Voy a hacer un llamamiento a mis compa?eras. Lucharemos contra los hombres blancos. Lucharemos hasta que la ¨²ltima de nosotras caiga en los campos de batalla¡±.

Perdi¨® la batalla, pero no qued¨® en el olvido y su figura fue reivindicada por el l¨ªder panafricanista Nkrumah como modelo de resistencia anticolonial en su lucha por la independencia lograda en 1957. En reconocimiento al rol jugado por las mujeres, en especial las comerciantes, el Ghana independiente decidi¨® en 1959 guardarles 10 asientos parlamentarios, siendo as¨ª el primer pa¨ªs subsahariano en introducir una pol¨ªtica de cuotas. A pesar de a?os de invisibilidad y posiciones subalternas bajo el dominio de los valores victorianos coloniales, no borrados por la independencia, la capacidad de agencia de las ghanesas no desapareci¨®. No es casualidad que la primera mujer en recibir el Premio del Leadership africano fuera una ghanesa, la empresaria Esther Ocloo. O que las ashantehemaa sigan teniendo un rol hoy, incluso en la di¨¢spora.

Hitos y figuras femeninas que no han de hacernos olvidar que aun en la actualidad solo el 14,55% de esca?os parlamentarios est¨¢ en manos de mujeres (42,98% en Espa?a) o que este pa¨ªs ocupa el puesto 135 de 189 en el ?ndice de Desigualdad de G¨¦nero (Espa?a ocupa el 16) siendo especialmente preocupante la situaci¨®n de las mujeres rurales y/o con discapacidad.

En Ghana solo el 14,55% de esca?os parlamentarios est¨¢ en manos de mujeres y ocupa el puesto 135 de 189 en el ?ndice de Desigualdad de G¨¦nero

Es en este contexto rural donde la desigualdad es acuciante y es m¨¢s necesario que nunca actuar para garantizar la autosuficiencia econ¨®mica, la salud y el empoderamiento de las mujeres. Y es que ellas no solamente sufren discriminaci¨®n en el acceso a recursos econ¨®micos y bienes materiales, sino que est¨¢n m¨¢s expuestas a enfermedades de la pobreza como las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD). Estas enfermedades sufridas por las poblaciones m¨¢s olvidadas, en especial ni?as y mujeres, son las causantes de una alta carga de enfermedad, discapacidad y discriminaci¨®n.

Las mujeres rurales no solo sufren discriminaci¨®n en el acceso a recursos econ¨®micos y bienes materiales, sino que est¨¢n m¨¢s expuestas a enfermedades de la pobreza como las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD).

Para combatirlas, organizaciones como Fundaci¨®n Anesvad intervienen por el derecho a la salud desde un enfoque integral, donde los determinantes de la salud se abordan junto al enfoque biom¨¦dico. Entre estos determinantes, la perspectiva de g¨¦nero es clave para contribuir al desarrollo sostenible y el empoderamiento de estas mujeres. Una lucha por el derecho a la salud que se realiza no solo fortaleciendo el sistema de salud de la mano de las autoridades ghanesas, sino tambi¨¦n en partenariado con organizaciones hist¨®ricas del feminismo regional como WILDAF Ghana y, entre otros, en los territorios del antiguo imperio ashanti. Y es as¨ª que Anesvad, entrando por la puerta olvidada de las enfermedades desatendidas, pone el foco en las necesidades espec¨ªficas de las ni?as y mujeres afectadas, al mismo tiempo que trata de apoyarse en sus capacidades y anhelos de emancipaci¨®n.

D¨¢ndole de nuevo voz a Nana Yaa Asantewaa: ¡°A veces los gobernantes nos vemos obligados a pensar por aquellos que encuentran dif¨ªcil tomar riesgos en la vida¡±. Tomemos el riesgo de luchar contra las enfermedades tropicales desatendidas, hag¨¢moslo desde el liderazgo de las mujeres subsaharianas, en especial de las m¨¢s olvidadas.

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