Erradicar la pobreza con el poder y el capital del sector privado
Un nuevo informa examina c¨®mo se pueden aplicar las mediciones del ¨ªndice de pobreza multidimensional de la ONU al mundo de los negocios y las finanzas para que este sector pueda ayudar a combatir esta lacra
Los enfoques tradicionales para evaluar la pobreza tienden a centrarse en m¨¦todos monetarios, sobre todo en la L¨ªnea Internacional de la Pobreza (IPL) del Banco Mundial, de 1,9 d¨®lares al d¨ªa. Sorprendentemente, casi uno de cada diez habitantes del planeta sigue viviendo por debajo de esa cantidad. Si bien la pobreza engloba inevitablemente elementos econ¨®micos, tambi¨¦n tiene que ver con factores sociales, como la falta de acceso a la educaci¨®n; factores sanitarios, como el hambre o la malnutrici¨®n; y con elementos f¨ªsicos, como el acceso a la electricidad, a combustibles limpios para cocinar, a agua y saneamiento y, por supuesto, a una vivienda adecuada. Adem¨¢s, abarca aspectos culturales como la desigualdad, la discriminaci¨®n social y la exclusi¨®n, e incluso elementos pol¨ªticos, como la falta de participaci¨®n en los procesos de toma de decisiones. Est¨¢ inextricablemente ligada a la falta o ausencia de derechos humanos fundamentales.
Entonces, ?c¨®mo podemos capturar estos elementos m¨¢s granulares de la privaci¨®n, como forma de intentar entender, abordar y erradicar la pobreza? Un ¨ªndice de pobreza multidimensional (IPM), como el elaborado por la Iniciativa de Oxford para la Pobreza y el Desarrollo Humano (OPHI) y el Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD), puede se?alar las medidas en las que una persona es pobre, y ha sido adoptado en las mediciones oficiales por el PNUD, el Banco Mundial y m¨¢s de 30 pa¨ªses.
Este enfoque multidimensional se examina en un nuevo informe (Citi GPS: Eliminar la pobreza) publicado conjuntamente por los investigadores de Global Insights y cient¨ªficos de datos de Citi, uno de los mayores bancos de inversi¨®n del mundo, en colaboraci¨®n con el equipo de Oxford SOPHIA (un socio sin ¨¢nimo de lucro de OPHI) para ayudar a llevar esta destacada metodolog¨ªa de modo m¨¢s generalizado al mundo de los negocios y las finanzas.
El examen de esta granularidad ofrece una lectura aleccionadora y pone de manifiesto un problema mucho m¨¢s profundo y extendido de lo que sugieren las medidas monetarias por s¨ª solas, como los 2.650 millones de personas de todo el mundo que no tienen acceso a combustibles limpios para cocinar, o los 2.000 millones que carecen de acceso al saneamiento b¨¢sico.
Erradicar de la pobreza puede impulsar el crecimiento econ¨®mico, dar lugar a mejor mano de obra y aumentar el poder adquisitivo de los consumidores
Los beneficios para el sector p¨²blico son obvios: permite a los responsables pol¨ªticos identificar las causas subyacentes de la pobreza y desarrollar programas espec¨ªficos en consecuencia. Pero m¨¢s all¨¢ de los obvios argumentos morales, ?por qu¨¦ deber¨ªa tener importancia para la comunidad empresarial y financiera? Pues bien, sencillamente, la erradicaci¨®n de la pobreza puede impulsar de forma importante el crecimiento econ¨®mico, puede dar lugar a una mano de obra m¨¢s numerosa, mejor formada, m¨¢s sana y m¨¢s comprometida, as¨ª como aumentar el poder adquisitivo de los consumidores, generando fuentes totalmente nuevas de clientes y demanda: un c¨ªrculo virtuoso, tanto social como econ¨®micamente. Aunque las empresas de los mercados desarrollados crean que no est¨¢n directamente afectadas por la pobreza, la realidad es que todas lo est¨¢n, aunque solo sea en virtud de sus cadenas de suministro.
Estas cuestiones tambi¨¦n son cada vez m¨¢s relevantes para los inversores, dado el creciente deseo de que sus inversiones tengan un impacto social y medioambiental como parte del incremento de la inversi¨®n en ESG. Los activos bajo gesti¨®n de los firmantes de los Principios de Inversi¨®n Responsable respaldados por Naciones Unidas ascienden ahora a m¨¢s de 100 billones de d¨®lares, y los inversores est¨¢n adoptando cada vez m¨¢s los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y alineando sus estrategias de inversi¨®n a los 17 objetivos, el primero de los cuales es, por supuesto: erradicar la pobreza.
El capital no solamente est¨¢ ah¨ª, y est¨¢ dispuesto a invertir de forma responsable, sino que adem¨¢s quiere demostrar c¨®mo se invierte de forma sostenible, otra ¨¢rea en la que las m¨¦tricas de un IPM podr¨ªan cambiar las reglas del juego. La tarea de la comunidad financiera es movilizar este capital, creando los veh¨ªculos de inversi¨®n apropiados que permitan que este capital fluya, pues su falta es en gran parte la raz¨®n del actual estancamiento.
La financiaci¨®n mixta, que combina diferentes fuentes de capital con diferentes apetitos de riesgo, ofrece un enorme potencial, al igual que los nuevos e innovadores instrumentos financieros, como los bonos sociales, de sostenibilidad y vinculados a los KPI. En este ¨²ltimo caso (en el que la consecuci¨®n de un indicador clave de rendimiento, que es lo que significan las siglas KPI, puede cambiar efectivamente el cup¨®n en un bono), un MPI podr¨ªa ayudar a identificar los KPI m¨¢s importantes para un programa de erradicaci¨®n de la pobreza y podr¨ªa originar y dirigir ese capital a las ¨¢reas de inversi¨®n m¨¢s efectivas.
Pero no se trata solo de la zanahoria de la oportunidad; tambi¨¦n hay un palo, ya que con el tiempo puede resultar m¨¢s dif¨ªcil, m¨¢s caro o, en ¨²ltima instancia, imposible proporcionar capital a las empresas, a los estados, o invertir en ellos, cuando no se hacen esfuerzos para mejorar los factores sociales y erradicar la pobreza.
El informe identifica una oportunidad de inversi¨®n agregada relacionada con los elementos del MPI de 1,6 billones de d¨®lares al a?o. Sin embargo, no debemos caer en la trampa de considerar la lucha contra la pobreza como un coste; a nivel macroecon¨®mico, las inversiones destinadas a la lucha contra la pobreza pueden tener efectos espectaculares sobre el crecimiento econ¨®mico a trav¨¦s de sus importantes efectos multiplicadores, de entre dos y siete veces.
Para concluir, la pobreza no es un problema de nicho, aislado o espec¨ªfico. Est¨¢ por todas partes, adopta muchas formas y sigue arruinando demasiadas vidas. ?Cu¨¢ntas veces nos enfrentamos a una oportunidad de inversi¨®n de billones de d¨®lares, con el dinero preparado, con atractivos rendimientos y con efectos multiplicadores en oferta, que puede lograr beneficios inconmensurables para la sociedad y mejorar dr¨¢sticamente la calidad de vida de miles de millones de personas en todo el mundo? La lucha contra la pobreza representa, precisamente, esa oportunidad. Tenemos la obligaci¨®n moral de aceptar ese reto y construir un futuro mejor y m¨¢s inclusivo donde nadie se quede atr¨¢s.
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