Si no es inclusiva, la cooperaci¨®n no es sostenible
?Qu¨¦ puede y debe hacer el sistema de ayuda internacional para contribuir al logro de la igualdad efectiva de las personas LGTBI en los pa¨ªses con los que colabora? Integrar en las pol¨ªticas p¨²blicas a uno de los colectivos m¨¢s discriminados, e incluso perseguidos y violentados, es fundamental
La reducci¨®n de desigualdades, sin dejar a nadie atr¨¢s, est¨¢ en el ADN de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Tambi¨¦n en los objetivos y metas que propone, y que subrayan la necesidad de potenciar y promover la inclusi¨®n social, econ¨®mica y pol¨ªtica de todas las personas, garantizar la igualdad de oportunidades y eliminar todas las leyes, pol¨ªticas y pr¨¢cticas discriminatorias.
En ese contexto, se vuelve especialmente urgente la pregunta: ?qu¨¦ pueden y deben hacer las agencias de cooperaci¨®n para avanzar hacia el logro de la igualdad efectiva de las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales (LGTBI) en los pa¨ªses con los que trabajan? ?Cu¨¢l es su papel a la hora de contribuir a garantizar la protecci¨®n de los derechos de este colectivo en contextos en los que sigue sufriendo exclusi¨®n, marginaci¨®n y violencia?
Las personas LGTBI a menudo se ven atrapadas en ciclos de pobreza debido a la discriminaci¨®n social y legal a la que se ven sometida. Esta tiene un impacto directo en sus oportunidades econ¨®micas y en su capacidad para acceder a los servicios p¨²blicos y para el ejercicio efectivo de derechos fundamentales.
Por tanto, abordar y afrontar desde la cooperaci¨®n estas situaciones de discriminaci¨®n estructural contribuye a un mayor impacto en la tarea de reducir las bolsas de pobreza existentes y de impulsar la cohesi¨®n social en los pa¨ªses socios. Se trata del elemento esencial de una apuesta real por la construcci¨®n de sociedades m¨¢s justas, pac¨ªficas e inclusivas.
Adem¨¢s, la discriminaci¨®n de las personas LGTBI genera costes econ¨®micos y lastres para el desarrollo del conjunto de la sociedad. Desde un enfoque de capital humano, la desigualdad en el acceso al empleo y el mercado laboral genera que la econom¨ªa de un pa¨ªs no se beneficie plenamente del potencial de las personas LGTBI, ya sea porque permanecen desempleadas o porque solo pueden acceder a puestos de trabajo en los que no usan plenamente sus conocimientos y habilidades.
La discriminaci¨®n de las personas LGTBI genera costes econ¨®micos y lastres para el desarrollo del conjunto de la sociedad
Cada vez m¨¢s estudios se?alan c¨®mo aquellos programas de cooperaci¨®n que no tengan en cuenta las barreras a las que se enfrentan en determinados pa¨ªses las personas LGTBI y que ignoren la estigmatizaci¨®n a la que a menudo est¨¢n sujetas, corren el riesgo de ampliar a¨²n m¨¢s las brechas existentes, y de no ser efectivas, por tanto, a la hora de contribuir a erradicar la desigualdad.
Al tomar en cuenta la situaci¨®n de las personas LGTBI en las pol¨ªticas de cooperaci¨®n para el desarrollo sostenible, es importante hacerlo desde una visi¨®n multidimensional de la pobreza y recordar que se trata, adem¨¢s de una herramienta efectiva de lucha contra esta, de un elemento necesario para la consecuci¨®n de avances reales en materia de igualdad de g¨¦nero y de una dimensi¨®n esencial de buena gobernanza democr¨¢tica.
La protecci¨®n y promoci¨®n de los derechos de las personas LGTBI no solo es relevante desde el punto de vista de la cooperaci¨®n para el desarrollo sostenible, sino que se trata, en ¨²ltima instancia, de una obligaci¨®n ineludible para las agencias de cooperaci¨®n internacional, derivada de la adopci¨®n de un enfoque basado en derechos humanos.
Este enfoque resulta fundamental a la hora de comprender la necesidad de avanzar en la toma en consideraci¨®n efectiva de la diversidad afectiva, sexual y de g¨¦nero en las pol¨ªticas de cooperaci¨®n internacional.
Tal y como se?ala desde hace d¨¦cadas el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el enfoque basado en derechos pone de manifiesto que el desarrollo humano consiste tambi¨¦n en velar por las libertades b¨¢sicas, situando a las personas en el centro de las pol¨ªticas desarrollo sostenible con el prop¨®sito de garantizar el bienestar y la dignidad de todas las personas en todas partes del mundo.
La Cooperaci¨®n Espa?ola no cuenta todav¨ªa con una estrategia espec¨ªfica sobre c¨®mo transversalizar la toma en consideraci¨®n efectiva de las necesidades espec¨ªficas de las personas LGTBI
La perspectiva de derechos ayuda a afrontar de manera efectiva y prioritaria las necesidades de las comunidades y grupos m¨¢s excluidos, especialmente cuando su situaci¨®n de vulnerabilidad se deriva de pol¨ªticas p¨²blicas, normativas y pr¨¢cticas discriminatorias.
El actual Plan Director de la Cooperaci¨®n Espa?ola recoge un compromiso expreso de promover el empoderamiento de todas las personas para el ejercicio pleno de sus derechos, la participaci¨®n pol¨ªtica y la rendici¨®n de cuentas, velando por la no discriminaci¨®n. En ese contexto, se refiere expresamente a la discriminaci¨®n por raz¨®n de orientaci¨®n sexual y de identidad de g¨¦nero, con una atenci¨®n especial a las personas en situaci¨®n de mayor vulnerabilidad.
Sin embargo, la Cooperaci¨®n Espa?ola no cuenta todav¨ªa con una estrategia espec¨ªfica en este ¨¢mbito, ni con directrices o herramientas sistematizadas sobre c¨®mo transversalizar la toma en consideraci¨®n efectiva de las necesidades espec¨ªficas de las personas LGTBI a la hora de garantizar su acceso en condiciones de igualdad a la salud, la educaci¨®n, el trabajo decente o la vivienda. Tampoco sobre c¨®mo impulsar su plena participaci¨®n en la vida pol¨ªtica, social, econ¨®mica y cultural.
Ello no significa que no existan o hayan existido acciones concretas orientadas a garantizar el derecho de las personas LGTBI a beneficiarse del desarrollo sostenible. As¨ª lo demuestran las diversas actuaciones o proyectos impulsados a trav¨¦s de la Red de Centros Culturales y de los Centros de Formaci¨®n de la Cooperaci¨®n Espa?ola, con organismos multilaterales, con ONGD espa?olas, con organizaciones de la sociedad civil (especialmente en Am¨¦rica Latina y el Caribe) o a trav¨¦s del apoyo a estudios espec¨ªficos en el ¨¢mbito de la acci¨®n humanitaria, por ejemplo.
Pero, sin duda, el actual proceso de reforma del sistema espa?ol de cooperaci¨®n internacional, la futura ley de Cooperaci¨®n para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global, la elaboraci¨®n de un nuevo Plan Director de la Cooperaci¨®n Espa?ola y de un nuevo Estatuto de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (AECID) son la ocasi¨®n id¨®nea para consolidar una l¨ªnea potente y sostenida de trabajo en esta cuesti¨®n, de modo que pueda convertirse, finalmente, en una se?a de identidad de la Cooperaci¨®n Espa?ola, como hace d¨¦cadas que lo es de la sociedad espa?ola.
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