M¨¢s y mejor Cooperaci¨®n Espa?ola en agua y saneamiento
M¨¢s de 771 millones de personas carecen de acceso a estos servicios b¨¢sicos. Es momento de que Espa?a vuelva a poner el foco en este problema, en especial en las ¨¢reas rurales de Am¨¦rica Latina y ?frica subsahariana
Eel mundo se enfrenta a una crisis del agua cada vez m¨¢s intensa: contaminaci¨®n, escasez, degradaci¨®n de los ecosistemas acu¨¢ticos, enfermedades vinculadas al consumo y saneamiento deficiente... Estos son solo algunos de los efectos del problema se?alado en el ¨²ltimo informe del relator especial de la ONU sobre derechos humanos y medio ambiente. Y este se agrava con la emergencia clim¨¢tica.
Nos encontramos, pues, ante una crisis global del agua y, vinculada a ella, ante una crisis global del saneamiento. A pesar de que ambos son derechos humanos reconocidos por Naciones Unidas, la cuarta parte de la poblaci¨®n mundial no cuenta con servicios de agua segura y la mitad no tiene acceso a saneamiento adecuado, seg¨²n datos de Unicef.
En palabras del Secretario General de las Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres, si seguimos sin avanzar hacia el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) n¨²mero seis (lograr un acceso universal y equitativo al agua potable y a servicios de saneamiento e higiene adecuado), ¡°pondremos en peligro toda la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible¡±. Y lamentablemente, de seguir al ritmo de progreso actual, no alcanzaremos ese ODS hasta el siglo que viene.
Es, por tanto, momento de acelerar y reforzar las acciones en este ¨¢mbito, palanca de cambio en sectores clave como la alimentaci¨®n o la salud. La Cooperaci¨®n Espa?ola debe responder a esta llamada y recuperar su peso como actor relevante en la agenda global del agua y el saneamiento, en la que en los ¨²ltimos 15 a?os ha generado una amplia experiencia, m¨²ltiples capacidades profesionales y una red nacional e internacional de primer nivel.
Para ello, el primer paso debe ser elaborar una estrategia integral, multidimensional y coherente con los derechos humanos al agua y al saneamiento, que sirva de referencia para todos los actores de cooperaci¨®n. Su aplicaci¨®n permitir¨¢ contribuir a la universalizaci¨®n del acceso a servicios sostenibles de agua y saneamiento y a la seguridad h¨ªdrica, en un contexto de crisis clim¨¢tica.
Seg¨²n la OMS, ocho de cada diez personas que carecen de servicios b¨¢sicos de agua en el mundo viven en zonas rurales
En el coraz¨®n de la Cooperaci¨®n Espa?ola debe encontrarse la priorizaci¨®n de las personas y grupos m¨¢s vulnerables. Las acciones deben centrarse en la promoci¨®n de los servicios b¨¢sicos y no tanto en el impulso de grandes infraestructuras, que suelen beneficiar a personas que ya disfrutan de al menos un acceso b¨¢sico al servicio en ciudades y ¨¢reas periurbanas. Adem¨¢s, el ¨¢mbito rural debe concentrar una mayor atenci¨®n, pues seg¨²n la OMS, ocho de cada diez personas que carecen de servicios b¨¢sicos de agua en el mundo viven en zonas rurales. Asimismo, dos de cada tres personas que no tienen servicios de saneamiento habitan estas ¨¢reas.
Adem¨¢s, es preciso que la Cooperaci¨®n Espa?ola desarrolle y utilice procedimientos y herramientas para el dise?o, seguimiento y evaluaci¨®n de las acciones desde una perspectiva de derechos humanos y de igualdad de g¨¦nero. Asimismo, debe asegurarse de identificar correctamente a los grupos vulnerables, con herramientas e indicadores espec¨ªficos, que aborden las brechas de desigualdad y sus causas.
La Cooperaci¨®n Espa?ola se ha convertido en un actor relevante y reconocido en Am¨¦rica Latina y Caribe, en agua y saneamiento, gracias a la puesta en marcha del Fondo de Cooperaci¨®n sobre Agua y Saneamiento en Am¨¦rica Latina y Caribe (FCAS) en 2008. Este instrumento, creado espec¨ªficamente con la finalidad de hacer efectivos los derechos humanos al agua y al saneamiento, ha contado con un equipo de gesti¨®n espec¨ªfico y una extensa red de Oficinas T¨¦cnicas de Cooperaci¨®n en el terreno. Pero a¨²n queda pendiente, como indica la evaluaci¨®n intermedia del FCAS, afianzar la sostenibilidad de las intervenciones realizadas y cubrir brechas pendientes, como el fortalecimiento institucional o la igualdad de g¨¦nero, entre otras.
Espa?a lleg¨® a posicionarse en 2008 como el s¨¦ptimo donante mundial en el sector del agua, pero ahora ostenta el puesto 20 de 30 entre los donantes de la OCDE
Llegar a las zonas rurales y periurbanas de Am¨¦rica Latina y Caribe debe seguir formando parte de los objetivos de la agenda de la acci¨®n exterior espa?ola para mantener una interlocuci¨®n pol¨ªtica al m¨¢s alto nivel que apunte a reducir las desigualdades. Adem¨¢s, hay que fortalecer las acciones en contextos fr¨¢giles, especialmente frente al cambio clim¨¢tico, e incrementar la presencia en ?frica subsahariana si no se quiere dejar a nadie atr¨¢s. La mitad de los 771 millones de personas en el mundo que a¨²n carecen de servicios b¨¢sicos de agua para consumo vive en ?frica subsahariana. Y el n¨²mero de personas que no cuenta con servicios b¨¢sicos de saneamiento aument¨® en un 50% entre 2000 y 2020 en esta regi¨®n, de acuerdo con la OMS y Unicef.
Si bien la modalidad de cooperaci¨®n financiera est¨¢ ocupando un mayor espacio en la Cooperaci¨®n Espa?ola, en pa¨ªses de renta baja y media-baja la cooperaci¨®n no reembolsable deber¨ªa ser la modalidad predominante, siguiendo las recomendaciones del Comit¨¦ de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE. El objetivo es evitar un aumento de la deuda en la provisi¨®n de servicios b¨¢sicos a la poblaci¨®n de pa¨ªses ya de por s¨ª altamente endeudados, y llegar a la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable y menos visible, que no supone inversiones rentables o seguras. Por su parte, cuando se utilice la cooperaci¨®n financiera en pa¨ªses de renta media, al igual que cualquier otro instrumento de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), deber¨¢ asegurarse que se alinean y contribuyen eficazmente a los objetivos de desarrollo sostenible desde un enfoque de derechos humanos.
Estas medidas han surgido a ra¨ªz de una investigaci¨®n, que hemos impulsado desde ONGAWA con la financiaci¨®n de la AECID y la Secretar¨ªa de Estado de Cooperaci¨®n Internacional, en la que proponemos cambios para avanzar hacia una mayor y mejor acci¨®n en la Cooperaci¨®n Espa?ola en materia de agua y saneamiento desde una perspectiva de derechos humanos. Para ello, si Espa?a quiere aprovechar la experiencia, capacidades y espacio de influencia generados (especialmente en la ¨²ltima d¨¦cada) y recuperar el lugar que le corresponde entre la comunidad de donantes, hace falta volver a disponer de fondos que permitan una respuesta eficaz y sostenible.
Espa?a lleg¨® a posicionarse en 2008 como el s¨¦ptimo donante mundial en el sector del agua, pero ahora ostenta el puesto 20 de 30 entre los donantes de la OCDE (muy alejado de lo que cabr¨ªa esperar por su PIB). Es momento de acabar de cumplir con el compromiso asumido en 2007 por el Gobierno espa?ol de desembolsar 1.500 millones de d¨®lares (1.470 millones de euros) para el Fondo del Agua y Saneamiento en Am¨¦rica Latina y Caribe ¨Cactualmente se han desembolsado poco m¨¢s de 800 millones¨C para consolidar resultados, afianzar la sostenibilidad y cubrir brechas pendientes. Adicionalmente, para aprovechar la experiencia acumulada y reforzar el compromiso con las personas que m¨¢s est¨¢n quedando atr¨¢s, es necesario constituir un nuevo fondo de donaciones para ?frica Subsahariana.
En la actualidad nos encontramos en un proceso de reforma del sistema de cooperaci¨®n, en el que la Cooperaci¨®n Espa?ola debe apostar por sectores estrat¨¦gicos para contribuir eficazmente a la Agenda 2030. Precisamente, el proyecto de Ley de Cooperaci¨®n, que actualmente se tramita en el Parlamento, reconoce las ¡°capacidades singulares¡± de la Cooperaci¨®n Espa?ola para ¡°promover el acceso universal al agua y al saneamiento¡±. Aprovechemos estas capacidades para avanzar hacia una mayor y mejor Cooperaci¨®n Espa?ola.
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