El agua, ?bien com¨²n o negocio?
El relator especial de la ONU para los derechos humanos al agua potable y al saneamiento lanza un mensaje de alerta ante la cotizaci¨®n de este recurso esencial en los mercados de futuros de Wall Street
![Una balsa de agua en una finca agr¨ªcola en Central Valley, California (EE UU).](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/OSB7NTEQGLSX43NJ7IGEF355BI.jpg?auth=70b79d6d5710c8c1bdf4612537cd42e5e63cf02a83441d98aba4d74cdd709688&width=414)
El agua ha entrado a cotizar en los mercados de futuros de Wall Street, como una mercanc¨ªa m¨¢s. El agua es como el petr¨®leo, como el oro o como cualquier otra mercanc¨ªa y por tanto debe ser gestionada bajo la ley y la l¨®gica del mercado. Solo as¨ª, a trav¨¦s de la libre competencia, se incentivar¨¢ la eficiencia en el uso de un bien econ¨®mico que es y ser¨¢ cada vez m¨¢s escaso. As¨ª se argumenta el acontecimiento desde los medios financieros que ven¨ªan pujando desde hace tiempo por abrir este nuevo espacio de negocio.
Los Mercados de Futuro son mercados que juegan con las expectativas que tiene un determinado bien en determinados plazos de tiempo. Se crearon en principio como una forma de acotar y amortiguar las fluctuaciones en el precio de determinados bienes, fundamentalmente materias primas. En esos mercados se supone que los grandes compradores negocian con los posibles vendedores compromisos de compra-venta, generalmente de grandes cantidades que se comprometen a un precio pensando en el futuro. La ventaja para el comprador est¨¢ en conseguir la garant¨ªa de un precio m¨¢s favorable y estable, mientras que el vendedor garantiza esa venta de cara al futuro, eludiendo las incertidumbres del porvenir. A partir de ah¨ª, esos derechos de futuro entran en el juego del mercado, como si de acciones se tratara, jugando con expectativas que de hecho se han demostrado sumamente manipulables por los grandes jugadores.
En la primera d¨¦cada del presente siglo, estos espacios de mercado se abrieron a las corporaciones financieras, como los grandes bancos. Actores que nada tienen que ver ni con la producci¨®n ni con la mercantilizaci¨®n de los bienes en cuesti¨®n, pero para los que se abr¨ªa, eso s¨ª, en enorme espacio de negocio especulativo.
Ser¨ªa bueno que todo el mundo conociera o recordara lo que pas¨® en 2008 en los mercados de futuros de productos alimentarios. Hab¨ªa reventado la burbuja inmobiliaria, las grandes corporaciones bancarias entraban en crisis y, en nombre de un controvertido inter¨¦s general, se transfirieron ingentes fondos p¨²blicos para rescatar a la banca. Pues bien, en ese mismo tiempo, esa misma banca identific¨® como espacio prioritario de inversi¨®n y de negocio los mercados de futuros de productos alimentarios. En apenas un a?o se estima que invirtieron del orden de 320.000 millones de d¨®lares sin tener, por supuesto, la menor intenci¨®n de gestionar propiamente la comercializaci¨®n de los alimentos. Simplemente se trataba de generar un ingente negocio especulativo en tiempo r¨¦cord, inflando una nueva burbuja, esta vez en la alimentaci¨®n.
En apenas unos meses la manipulaci¨®n especulativa de estos mercados provoc¨®, por ejemplo, que el precio del trigo, del que depende la alimentaci¨®n b¨¢sica de miles de millones de personas, se multiplicara por cinco. En apenas tres a?os, el precio medio de la alimentaci¨®n en el mundo creci¨® un 80% y se estima unos 250 millones de personas engrosaron las filas del hambre, tal y como denunci¨® en 2008 el Relator Especial para el derecho humano a la alimentaci¨®n.
Hoy, en mi calidad de relator especial de la ONU para los derechos humanos al agua y al saneamiento me veo en la obligaci¨®n de lanzar un mensaje de alerta a nivel mundial, en la medida en que este hecho supone acelerar y profundizar riesgos inaceptables para estos derechos humanos.
El agua es el alma azul de la vida, y en particular es esencial para garantizar una vida digna a personas y comunidades, lo que llev¨® a la ONU a declarar los derechos humanos al agua potable y al saneamiento. El agua es pieza b¨¢sica de la salud p¨²blica y del bienestar social que nos brindan los servicios domiciliarios de agua y saneamiento. Es vital para sectores econ¨®micos vulnerables que son de inter¨¦s general, particularmente en la agricultura. Pero, adem¨¢s, la sostenibilidad de r¨ªos, humedales, lagos y acu¨ªferos es m¨¢s necesaria que nunca para vertebrar territorios y garantizar estrategias de adaptaci¨®n al cambio clim¨¢tico en curso. Valores todos ellos, entre otros, que la l¨®gica de mercado no reconoce, raz¨®n por la cual el mercado no es la herramienta adecuada para gestionarlos, y menos desde espacios financieros tan propensos a estrategias especulativas.
Al iniciar mis clases, como profesor de an¨¢lisis econ¨®mico en la Universidad de Zaragoza, siempre intento incentivar el esp¨ªritu cr¨ªtico de mis estudiantes record¨¢ndoles la frase de Antonio Machado : ¡°Solo los necios confunden valor y precio¡±; al tiempo que les invito a reflexionar sobre los valores m¨¢s importantes en nuestras vidas, para acabar concluyendo que la mayor¨ªa de ellos, como ¡°el cari?o verdadero¡± de la copla, ¡°ni se compran ni se venden¡±; aunque, eso s¨ª, deben gestionarse con suma responsabilidad y cuidado.
Espero que esta alarmante noticia nos anime a reflexionar sobre los valores en juego en torno al agua, siguiendo el llamamiento que lanza ONU Agua en este sentido para el pr¨®ximo D¨ªa Mundial del Agua que se celebrar¨¢, como cada a?o, el 22 de marzo.
Pedro Arrojo Agudo es relator especial de la ONU para los derechos humanos al agua potable y al saneamiento
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