La receta para una pol¨ªtica econ¨®mica y fiscal m¨¢s saludable

Sabemos de qu¨¦ hablamos. Como exministros de finanzas, creemos que las pol¨ªticas macroecon¨®micas hoy demandan mucho m¨¢s di¨¢logo con los otros ministerios. En particular, la cartera de Finanzas tiene que ser m¨¢s capaz de evaluar los efectos econ¨®micos potenciales de las amenazas sanitarias, llevar adelante una pol¨ªtica tributaria que colabore con la salud p¨²blica y tomar decisiones presupuestarias y regulatorias que no tengan en cuenta solamente la situaci¨®n inmediata de las finanzas p¨²blicas. De lo contrario, la pr¨®xima crisis sanitaria y econ¨®mica nos encontrar¨¢ mal preparados.

Las devastadoras consecuencias econ¨®micas de la pandemia de covid-19 han mostrado por qu¨¦ los ministros de Finanzas deben anticipar la respuesta a los riesgos sanitarios globales. Se estima que la pandemia matar¨¢ a m¨¢s de 15 millones de personas y restar¨¢ m¨¢s de 12,5 billones de d¨®lares al PIB global de aqu¨ª a 2024. Medidas de confinamiento que hace unos pocos a?os hubieran sido inimaginables provocaron cierres de escuelas y universidades que afectaron a m¨¢s de 1.500 millones de estudiantes, lo que traer¨¢ consecuencias graves y duraderas para una generaci¨®n de ni?os y adultos j¨®venes (sobre todo aquellos sin acceso eficaz a la escolarizaci¨®n hogare?a).

B¨¢sicamente, hoy las crisis sanitarias sist¨¦micas pueden tener tanto impacto econ¨®mico que cualquier Ministerio de Finanzas ya no podr¨¢ esperar que la pol¨ªtica sanitaria nacional e internacional (en particular la evaluaci¨®n de riesgos y la preparaci¨®n para diversos tipos de shocks) sea tarea exclusiva de los profesionales de la salud. Por el contrario, para fortalecer la resiliencia de los pa¨ªses ante futuras crisis, se necesita un di¨¢logo m¨¢s fluido entre ambas ¨¢reas.

El Ministerio de Finanzas ya no puede esperar que la pol¨ªtica sanitaria nacional e internacional sea tarea exclusiva de los profesionales de la salud

Lo habitual en muchos pa¨ªses es que el Ministerio de Finanzas determine el presupuesto general de las ¨¢reas responsables de la salud y deje las cuestiones de implementaci¨®n a los departamentos pertinentes. Por su parte, las presiones cotidianas sobre el Ministerio de Salud suelen obligarlo a prestar m¨¢s atenci¨®n a la gesti¨®n de hospitales p¨²blicos y cl¨ªnicas que a la salud general de la poblaci¨®n, la prevenci¨®n de crisis y la preparaci¨®n de respuestas. Esta concepci¨®n estrecha de las funciones respectivas causa resultados sanitarios y econ¨®micos sub¨®ptimos.

Por eso se necesita m¨¢s participaci¨®n directa del Ministerio de Finanzas en la toma de decisiones en ¨¢reas clave con incidencia sobre la salud p¨²blica y el desempe?o econ¨®mico. Es esencial un enfoque multisectorial que identifique las pol¨ªticas y cap¨ªtulos del presupuesto que repercuten en la salud p¨²blica, en temas como la provisi¨®n de agua y su saneamiento, la nutrici¨®n, el deporte, la energ¨ªa limpia, la educaci¨®n de las ni?as y los programas de alimentaci¨®n escolar.

Durante la ¨²ltima d¨¦cada, Sud¨¢frica elimin¨® impuestos a las compresas sanitarias e instaur¨® su provisi¨®n gratuita a chicas en edad escolar; Chile introdujo normas de rotulado de alimentos y modific¨® los programas de alimentaci¨®n escolar; y M¨¦xico elimin¨® el az¨²car de la leche provista en guarder¨ªas. Como muestran estos ejemplos, la relaci¨®n entre las finanzas y la salud marca el ritmo, pero para completar la sinfon¨ªa se necesitan los aportes de otros sectores.

Adem¨¢s, en la financiaci¨®n p¨²blica de la salud hay que prestar la m¨¢xima atenci¨®n al valor derivado de las inversiones. Aumentar la eficiencia debe ir de la mano de una mayor equidad. Hay que pasar de una mirada presupuestaria a corto plazo a una supervisi¨®n conjunta de la eficacia general del sistema sanitario, por medio de una mejora de los procesos de compra y de la gesti¨®n financiera y mecanismos de rendici¨®n de cuentas para que la provisi¨®n de fondos al ¨¢rea de la salud se traduzca en resultados concretos, sostenibles y equitativos.

Hay que pasar de una mirada presupuestaria a corto plazo a una supervisi¨®n conjunta de la eficacia general del sistema sanitario

Por ejemplo, Colombia instaur¨® controles de precios en su sector sanitario tomando como base datos de los mercados globales. M¨¦xico consolid¨® las compras de medicamentos para el sector p¨²blico y automatiz¨® la autorizaci¨®n de medicamentos ya aprobados por las autoridades estadounidenses, europeas y japonesas. Argentina introdujo un sistema de licitaci¨®n para la provisi¨®n eficiente de atenci¨®n a la poblaci¨®n anciana en la organizaci¨®n nacional encargada. Sud¨¢frica y la India han presentado una propuesta conjunta para que se suspenda la aplicaci¨®n del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) en el ¨¢mbito de la prevenci¨®n, la contenci¨®n y el tratamiento de la covid-19. Para resolver as¨ª diversos fallos de mercado, en particular, el costo exorbitante de bienes p¨²blicos esenciales como la provisi¨®n masiva de vacunas.

Dejando a un lado las cuestiones financieras, una formulaci¨®n correcta de pol¨ªticas y regulaciones es esencial para promover una mejor salud p¨²blica. Algunas medidas que puede tomar el Ministerio de Finanzas en este sentido son: introducir impuestos a productos da?inos; aumentar el gasto en investigaci¨®n y desarrollo para la salud; fortalecer la regulaci¨®n de la competencia para mantener reducido el precio de medicamentos y equipos m¨¦dicos; establecer reglas firmes para las aseguradoras de salud p¨²blicas y privadas; y limitar los gastos directos que deban afrontar las familias de su bolsillo.

En relaci¨®n con lo dicho, Sud¨¢frica, Nigeria, M¨¦xico y Gab¨®n aprobaron impuestos a las bebidas azucaradas; Argentina y Colombia subieron los impuestos al tabaco; y Gab¨®n instaur¨® un impuesto especial a los cigarrillos. Nigeria instituy¨® un impuesto a las comunicaciones telef¨®nicas para financiar la provisi¨®n de atenci¨®n m¨¦dica, y Sud¨¢frica tiene planes de crear grav¨¢menes a los cigarrillos electr¨®nicos y dispositivos de vapeo para desalentar su uso, sobre todo entre personas j¨®venes.

Por ¨²ltimo, la pandemia de covid-19 ha demostrado que los problemas sanitarios globales no se pueden resolver a nivel nacional. En el momento de repensar el di¨¢logo entre la econom¨ªa y la salud, hay que incluir la gobernanza y el desempe?o de las instituciones financieras y sanitarias internacionales, y el fortalecimiento de su cooperaci¨®n. Adem¨¢s, estas organizaciones deben incluir la prevenci¨®n de crisis sanitarias y la capacidad de respuesta en sus evaluaciones de riesgos macroecon¨®micos.

Las crisis globales de la actualidad exigen a las autoridades sanitarias y econ¨®micas reinventar y fortalecer su colaboraci¨®n en los niveles nacional e internacional. El Ministerio de Finanzas puede desempe?ar un papel central en el proceso y as¨ª ayudar a generar un mundo m¨¢s preparado para hacer frente a futuros riesgos econ¨®micos relacionados con la salud.

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