Trucos de magia para una educaci¨®n eficiente
Mejorar la docencia implica desde reconocer la utilidad de lo que se ense?a para el campo laboral, hasta los aspectos m¨¢s generales de la administraci¨®n de los sistemas educativos. El objetivo es evitar un incremento en la crisis de aprendizaje
Imaginemos por un momento una mesa. Sobre ella un sombrero de copa alta y diversos papeles que dicen ¡°hay que sacar un conejo verde¡±, otros ¡°hay que sacar un conejo blanco¡± y otros ¡°hay que sacar uno azul¡±. Hacemos fila, cada uno echa en el sombrero el color del conejo que le parece, pero del sombrero no sale ning¨²n conejo: por el contrario, se va llenando de papeles que, con el tiempo, lo desbordan.
As¨ª se nos aparece muchas veces la educaci¨®n, un sombrero del cual todos queremos sacar conejos, pero solo ponemos papeletas que dicen ¡°hay que hacer tal o cual cosa¡±. Luego, no hay conejos, ni magos, ni magia.
Si hay inseguridad y violencia, hay que ense?ar valores en la escuela; si hay accidentes de tr¨¢nsito, hay que ense?ar seguridad vial¡ Ciudadan¨ªa, salud, nutrici¨®n saludable, tolerancia, respeto, cuidado del medio ambiente, competencias digitales¡ y sigue. Pero, adem¨¢s, a la educaci¨®n le pedimos una funci¨®n de asistencia social: ser comedor, enfermer¨ªa y espacio de prevenci¨®n de la violencia dom¨¦stica.
Un querido amigo, Juan Carlos Sotuyo, fue director ejecutivo de la Fundaci¨®n Parque Tecnol¨®gico Itaip¨² de Brasil. Con recursos provenientes de la represa binacional Itaip¨², la Fundaci¨®n realizaba y realiza una important¨ªsima labor en la educaci¨®n y formaci¨®n laboral de los j¨®venes de Foz de Iguaz¨².
Si hay inseguridad y violencia, hay que ense?ar valores en la escuela; si hay accidentes de tr¨¢nsito, hay que ense?ar seguridad vial¡ ciudadan¨ªa, salud, nutrici¨®n saludable, tolerancia, respeto, cuidado del medio ambiente, competencias digitales¡
Juan Carlos, acostumbrado a recibir pedidos y solicitudes, ten¨ªa un dado en su escritorio que hac¨ªa tirar a sus visitas. El dado ca¨ªa sobre cualquiera de sus lados, siempre con el mismo resultado escrito: todos ponen. No se trata de pedir, sino de construir. Aqu¨ª puede intuirse la direcci¨®n del argumento. No salen conejos del sombrero con ¡°hayqu¨¦s¡±. Salen conejos si ponemos conejos.
La certeza de una educaci¨®n que padece cierta desconexi¨®n con el contexto actual se percibe desde hace tiempo. Ya en 1990, la declaraci¨®n de la Conferencia Mundial sobre Educaci¨®n para Todos, celebrada en Jomtien, Tailandia, indicaba que ¡°la educaci¨®n que hoy se imparte adolece de graves deficiencias, que es menester mejorar su adecuaci¨®n y su calidad y que debe ponerse al alcance de todos¡¡±.
Mejorar la adecuaci¨®n de la educaci¨®n implica reconocer una situaci¨®n de inadecuaci¨®n cuya dimensi¨®n puede percibirse desde la did¨¢ctica en el aula, hasta los aspectos m¨¢s generales de la administraci¨®n de los sistemas educativos. Puede definirse, incluso, una situaci¨®n de persistente crisis de aprendizaje, una de cuyas expresiones m¨¢s relevantes es la desigualdad.
En el caso particular de la relaci¨®n entre educaci¨®n y trabajo, huelgan los diagn¨®sticos respecto a la necesidad de adecuar y actualizar contenidos escolares que den cuenta de la realidad laboral que deber¨¢n enfrentar los j¨®venes al finalizar la educaci¨®n secundaria, as¨ª como debates especializados sobre habilidades, competencias, saberes, aprendizajes y dem¨¢s.
El punto de esta breve reflexi¨®n es que ¡ªnuevamente¡ª echamos las papeletas al sombrero demandando que nos d¨¦ conejos. Tal vez la pregunta sobre qu¨¦ debe hacer la educaci¨®n para acercarse al mundo del trabajo es incompleta, porque falta considerar qu¨¦ puede ofrecer el mundo del trabajo a la educaci¨®n.
Un trabajador sin estudios secundarios completos realiza un curso de electricidad, de mec¨¢nica o de plomer¨ªa¡ ?Qu¨¦ aprende? Unidades de medici¨®n, regla de tres, trigonometr¨ªa, presiones, fluidos, voltajes, una serie de elementos ordenados y sistem¨¢ticos puestos en acci¨®n en la pr¨¢ctica. ?Son transferibles esos conocimientos a la educaci¨®n secundaria? Desde luego.
Adaptar la educaci¨®n a las necesidades emergentes requiere derribar las paredes reales e invisibles entre niveles, formas y tipos de educaci¨®n
Pues bien, si uno de estos trabajadores desea finalizar la secundaria para tener su t¨ªtulo y continuar con cursos de nivel superior para el ejercicio de profesiones matriculadas (electricidad domiciliaria, instalaciones de gas o refrigeraci¨®n), ninguno de estos conocimientos previos ¡ªa¨²n certificados¡ª son reconocidos por la escuela secundaria. Debe comenzar de cero, como si no supiera nada.
Ll¨¢mese formaci¨®n dual, secundaria con oficios o pasant¨ªas laborales, de lo que se trata es que todos pongan, es que el mundo del trabajo acerque ese saber hacer, esos contenidos y esos modos de ense?ar y que la educaci¨®n escolar est¨¦ dispuesta a recibirlos. Como se?al¨® la Conferencia Internacional sobre Aprendizaje a lo Largo de la Vida, en Corea del Sur en 2011, adaptar la educaci¨®n a las necesidades emergentes requiere derribar las paredes reales e invisibles entre niveles, formas y tipos de educaci¨®n.
Ello supone un proceso de cambio cultural, un complejo ensamble curricular, tambi¨¦n adecuar la vista de ¨¦xitos for¨¢neos a tradiciones m¨¢s propias ¡ªpor ejemplo, la de los salesianos en la Patagonia, los jesuitas en el mundo guaran¨ª o las escuelas t¨¦cnicas de mediados del siglo pasado¡ª a experiencias contempor¨¢neas presentes en la regi¨®n; supone ir m¨¢s all¨¢ de la escuela a los centros de capacitaci¨®n de excelencia de sindicatos y empresas; supone que no es solo educaci¨®n y trabajo, sino tambi¨¦n trabajo y educaci¨®n.
Luego del impacto de la pandemia, de escuelas cerradas, de aprendizajes perdidos, todos debemos poner y tambi¨¦n ceder. Para millones de ni?os, j¨®venes y adultos, los diagn¨®sticos y los debates especializados no son suficientes, como tampoco lo son las grandes reformas o reingenier¨ªas. Podemos aprovechar aquello que tenemos disponible: sector p¨²blico y sector privado, docentes e instructores laborales, alumnos y trabajadores, y es tiempo de derribar esas paredes invisibles que separan aquello que merece estar unido. Diversos proyectos en ese sentido que en conjunto con los pa¨ªses de la regi¨®n llevan adelante organizaciones internacionales como la Organizaci¨®n de Estados Iberoamericanos (OEI) muestran que adem¨¢s de decir, tambi¨¦n se puede hacer.
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