La vacuna del papiloma humano, una herramienta con despliegue inaceptablemente lento
Solo el 15% de las ni?as de 15?a?os en todo el mundo han recibido la dosis completa contra el VPH, que previene el c¨¢ncer de cuello de ¨²tero. Los obst¨¢culos: la pobreza y la desinformaci¨®n
Cada a?o, el c¨¢ncer de cuello uterino se cobra las vidas de m¨¢s de 300.000?mujeres en el mundo. Son cifras alarmantes teniendo en cuenta que se trata de un c¨¢ncer prevenible y que, si se diagnostica a tiempo y se trata pronto, tiene cura. En la mayor¨ªa de los casos est¨¢ causado por ciertas cepas del virus del papiloma humano (VPH), que se transmiten por contacto sexual y pueden afectar tanto a hombres como a mujeres. Sin embargo, los c¨¢nceres causados por VPH afectan a muchas m¨¢s mujeres que hombres.
La vacuna contra el VPH es la herramienta m¨¢s segura y eficaz de que disponemos para prevenir el c¨¢ncer de cuello uterino y evitar las muertes de miles de mujeres cada a?o. Pero, a pesar de que su administraci¨®n se autoriz¨® en 2006, la lentitud con la que se est¨¢ adoptando es inaceptable. Hasta la fecha, tan solo el 15% de las ni?as de 15?a?os han recibido la dosis completa a escala mundial. Como cab¨ªa esperar, las tasas de cobertura est¨¢n relacionadas con la inequidad socioecon¨®mica mundial. M¨¢s del 85% de los pa¨ªses de rentas altas han introducido la vacuna en sus programas nacionales de inmunizaci¨®n, en comparaci¨®n con menos del 25% en el caso de los pa¨ªses de rentas bajas. El 90% de las muertes se producen precisamente en las naciones de ingresos bajos y medios. Esta situaci¨®n revela la desproporcionada carga de este problema de salud p¨²blica en las mujeres que viven en regiones en desarrollo.
La urgencia por ampliar el acceso a las vacunas contra el VPH ha alcanzado su momento cr¨ªtico en los ¨²ltimos a?os. En 2020, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) lanz¨® la Estrategia Mundial para Acelerar la Eliminaci¨®n del C¨¢ncer de Cuello Uterino, la primera de este tipo dirigida a la eliminaci¨®n de un c¨¢ncer. El objetivo es lograr las metas 90¨C70¨C90 en 2030. Es decir, que el 90% de las ni?as est¨¦n totalmente vacunadas contra el VPH antes de cumplir los 15?a?os, que el 70% de las mujeres tengan acceso a pruebas de detecci¨®n sistem¨¢tica del c¨¢ncer de cuello uterino de alta precisi¨®n y que el 90% de las mujeres diagnosticadas con este c¨¢ncer reciban un tratamiento de calidad.
M¨¢s del 85% de los pa¨ªses de rentas altas han introducido la vacuna en sus programas nacionales de inmunizaci¨®n, en comparaci¨®n con menos del 25% en los de ingresos bajos
Dos a?os despu¨¦s, el Grupo de Expertos en Asesoramiento Estrat¨¦gico sobre Inmunizaci¨®n (SAGE) de la OMS finaliz¨® una evaluaci¨®n exhaustiva de los datos sobre la vacuna contra el VPH, en la que se concluy¨® que una sola dosis era suficiente para prevenir la infecci¨®n por VPH en ni?as y mujeres de entre los 9 y 20?a?os. Esto aumenta la esperanza de lograr los objetivos de eliminaci¨®n y contribuye al esfuerzo en la lucha contra el c¨¢ncer de cuello uterino.
Siguiendo este impulso, y reconociendo que la vacuna contra el VPH es una de las m¨¢s eficaces de su cartera de vacunas, la Alianza Mundial para las Vacunas y la Inmunizaci¨®n (GAVI, por sus siglas en ingl¨¦s) ha relanzado recientemente su programa de vacunaci¨®n contra el VPH. En los pr¨®ximos tres a?os, GAVI, junto con otras organizaciones colaboradoras como la OMS y Unicef, se centrar¨¢ en apoyar la introducci¨®n de la vacuna en los programas de inmunizaci¨®n rutinaria y en recuperar la cobertura vacunal ante el declive sufrido durante la pandemia de la covid-19. Las tasas de cobertura vacunal contra el VPH dependen de la administraci¨®n de la vacuna en los colegios, un mecanismo que se vio afectado por los confinamientos durante la pandemia.
Miedos, ideas err¨®neas, desconfianza
Hay m¨²ltiples motivos que pueden llevar a una adopci¨®n desigual de los programas de vacunaci¨®n contra el VPH o a tasas de cobertura vacunal bajas, especialmente en los pa¨ªses de renta baja. Aparte de las alteraciones que provoc¨® la pandemia en la introducci¨®n de la vacuna, junto con su suministro limitado y sus costes de producci¨®n, las tasas de vacunaci¨®n contra el VPH tambi¨¦n pueden verse significativamente afectadas por otros factores sociales y conductuales: los conocimientos, las actitudes y las pr¨¢cticas relacionados con el c¨¢ncer de cuello uterino, la infecci¨®n y las vacunas contra el VPH; las concepciones locales en materia de prevenci¨®n y asistencia sanitaria; las normas socioculturales; las creencias religiosas...
La pandemia de la covid-19 puso de manifiesto el fen¨®meno de la reticencia a las vacunas, aunque las personas expertas en salud p¨²blica ya llevaban a?os alertando de este problema cada vez m¨¢s preocupante. Se trata de un fen¨®meno complejo que ha afectado a la aceptaci¨®n de numerosas vacunas, entre ellas la del VPH, ya antes de la introducci¨®n de la vacuna contra la covid-19.
El caso de Jap¨®n es un ejemplo de c¨®mo la inquietud suscitada por una vacuna puede propagarse y plantear dificultades importantes a los sistemas sanitarios encargados de implantarla. Jap¨®n suspendi¨® la recomendaci¨®n de la vacuna contra el VPH durante nueve?a?os (2013-2022) por los casos de reacciones adversas que circulaban en las noticias y por la gran desconfianza de los padres.
Detr¨¢s de las reticencias a la vacuna para el virus del papiloma humano se encuentra el miedo a los efectos secundarios a largo plazo, sobre todo en lo que respecta a la fertilidad
No es un caso aislado, se enmarca en un movimiento global contra dichas vacunas que suscit¨® reticencias en pa¨ªses tan dispares como Dinamarca, Colombia o Irlanda. Lo habitual es que detr¨¢s de esta resistencia se encuentre el miedo a los efectos secundarios a largo plazo, sobre todo en lo que respecta a la fertilidad, as¨ª como ideas err¨®neas sobre los beneficios para la salud de la vacuna y la desconfianza en las autoridades sanitarias. Sin embargo, la forma concreta que toman estas inquietudes depende del momento y del contexto sociocultural que las rodea.
En el contexto de los nuevos esfuerzos mundiales para eliminar el c¨¢ncer de cuello uterino mediante el acceso a las vacunas contra el VPH, es esencial que se adopten estrategias a medida que lleguen de forma generalizada a las ni?as y mujeres j¨®venes. Adem¨¢s, los gobiernos y sus socios (GAVI, Unicef y organizaciones de la sociedad civil) encargados de introducir la vacuna contra el VPH o reforzar los programas nacionales existentes tambi¨¦n deber¨ªan esforzarse por identificar y comprender las actitudes y la receptividad de su ciudadan¨ªa. Es crucial implicar a la poblaci¨®n local para abordar los posibles retos de una forma proactiva y pr¨¢ctica, y garantizar de ese modo la adherencia y una alta aceptaci¨®n de las vacunas contra el VPH.
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