La tasa de c¨¢ncer de cuello de ¨²tero se reduce hasta un 87% en las mujeres vacunadas contra el virus del papiloma humano
La ca¨ªda es mayor entre las que fueron inmunizadas cuando ten¨ªan entre 12 y 13 a?os y baja a un 62% entre las que ten¨ªan entre 14 y 16 a?os
La vacunaci¨®n masiva contra el virus del papiloma humano desploma las tasas de tumores de c¨¦rvix. Los expertos ya lo auguraban a finales de la primera d¨¦cada de este siglo, cuando la inyecci¨®n empez¨® a incorporarse al calendario vacunal en las ni?as a partir de 12 a?os para prevenir las infecciones por este virus y sus efectos a largo plazo, y el tiempo les ha dado la raz¨®n. Un estudio brit¨¢nico publicado en la revista The Lancet, que ha hecho un seguimiento al programa de inmunizaci¨®n contra el virus del papiloma humano (VPH), ha constatado que el c¨¢ncer de cuello de ¨²tero es hasta un 87% m¨¢s bajo en las mujeres a las que se les ofreci¨® la vacunaci¨®n cuando ten¨ªan entre 12 y 13 a?os frente a las que no se vacunaron. Este estudio, que mide los efectos de la vacuna bivalente ¡ªcontra dos tipos de VPH, responsables de m¨¢s del 70% de los tumores de c¨¦rvix¡ª se suma a la evidencia generada por otra investigaci¨®n sueca que en 2020 atestiguaba tambi¨¦n los beneficios de la vacuna tetravalente ¡ªcontra cuatro tipos de VPH¡ª: el riesgo de c¨¢ncer de c¨¦rvix en mujeres que comenzaron a vacunarse antes de los 17 a?os era un 88% m¨¢s bajo que las que nunca se hab¨ªa vacunado.
La infecci¨®n por el virus del papiloma humano es una infecci¨®n de transmisi¨®n sexual (ITS) muy frecuente entre las personas sexualmente activas. De hecho, alrededor de un 75% de las mujeres sufren, al menos, una infecci¨®n por VPH a lo largo de su vida, aunque la inmensa mayor¨ªa de estas ITS son transitorias. La infecci¨®n solo persiste en el 10% de los casos y, de ellas, solo el 1% desarrollar¨¢ lesiones cancerosas vinculadas al VPH. En Espa?a, donde se calcula que habr¨¢ cerca de 2.000 casos nuevos de c¨¢ncer de c¨¦rvix en 2021 ¡ªel 95% est¨¢n vinculados a la infecci¨®n por VPH¡ª, la vacuna contra el VPH est¨¢ incorporada en el calendario sistem¨¢tico para inyectarse a los 12 a?os (en dos dosis) y la cobertura es elevada: en 2019, era de cerca del 90% en la primera dosis y del 79% en la segunda en la cohorte de ni?as nacidas en 2006, seg¨²n el Ministerio de Sanidad.
El estudio brit¨¢nico ha hecho un seguimiento del programa de inmunizaci¨®n contra el VPH con la vacuna Cervarix, que comenz¨® a administrarse en Inglaterra en 2008. Los investigadores estudiaron el per¨ªodo entre enero de 2006 y junio de 2019, con la participaci¨®n de mujeres de entre 20 y 64 a?os, incluidas aquellas que hab¨ªan recibido la vacuna y concluyeron que, para junio de 2019, hab¨ªa alrededor de 450 casos menos de c¨¢ncer de cuello uterino y 17.200 casos menos de carcinomas de c¨¦rvix (prec¨¢nceres) de lo esperado en la poblaci¨®n vacunada en Inglaterra. El descenso m¨¢s pronunciado respecto a las mujeres no vacunadas se produce en aquellas que se pincharon entre los 12 y los 13 a?os, pero la ca¨ªda de la incidencia persiste en adolescentes que se vacunaron a mayor edad. As¨ª, los investigadores encontraron reducciones del 62% de las tasas de tumores de cuello uterino en las mujeres a las que se les ofreci¨® la vacunaci¨®n entre los 14 y los 16 a?os; y del 34% entre las chicas vacunadas entre los 16 y los 18 a?os.
Los expertos consultados aseguran que los datos del estudio eran los esperados. Antonio Gil, jefe de Ginecolog¨ªa del Hospital Vall d¡¯Hebron de Barcelona y especialista en ginecolog¨ªa oncol¨®gica, es contundente: ¡°Eran resultados esperables y son esperanzadores, acorde a lo que se esperaba de la vacunaci¨®n: la vacuna incide sobre la patolog¨ªa neopl¨¢sica y preneopl¨¢sica. Esto viene a refrendar que podemos erradicar el 90% de los tumores de cuello de ¨²tero asociados al VPH¡±.
El c¨¢ncer de c¨¦rvix tarda en aparecer, no es inmediato a la infecci¨®n de transmisi¨®n sexual por el virus del papiloma humano. Suele desarrollarse entre 10 y 15 a?os despu¨¦s de la primera infecci¨®n por el virus del papiloma y se manifiesta en forma de lesiones invasoras en el cuello uterino antes de desarrollarse como tumor, explica Josep Mar¨ªa Sol¨¦, ginec¨®logo del Hospital del Mar de Barcelona: ¡°Cuando se aprobaron las vacunas, se preve¨ªa que pudiese prevenir la primera infecci¨®n por el virus y, luego, las lesiones. La l¨®gica era que si evit¨¢bamos las lesiones, tambi¨¦n prevendr¨ªamos el c¨¢ncer, pero no pod¨ªamos evidenciarlo a¨²n porque el tumor aparece tiempo despu¨¦s. Ahora vemos que lo que pens¨¢bamos era cierto¡±, concluye el ginec¨®logo.
El estudio brit¨¢nico, apunta Sol¨¦, ¡°a?ade m¨¢s evidencia de que la vacuna funciona¡±. Y recuerda que una investigaci¨®n sueca ya hizo lo propio con otra de las vacunas disponibles contra este virus, la Gardasil, que protege contra cuatro genotipos del virus. En esa investigaci¨®n, publicada en el New England Journal of Medicine el a?o pasado, los cient¨ªficos constataron que la incidencia acumulada de c¨¢ncer de cuello uterino fue de 47 casos por 100.000 personas entre las mujeres que hab¨ªan sido vacunadas y de 94 casos por 100.000 entre las que no recibieron ning¨²n pinchazo. Otro trabajo estadounidense tambi¨¦n se?al¨® en 2018 que la incidencia anual de c¨¢ncer de cuello uterino entre 2011 y 2014 ¡ªtras la introducci¨®n de la recomendaci¨®n de vacunarse contra el VPH¡ª fue un 29% m¨¢s baja que en el per¨ªodo de 2003 a 2006, antes de la recomendaci¨®n global de pincharse contra este virus.
Am¨®s Garc¨ªa, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Vacunolog¨ªa, subraya que las conclusiones del estudio brit¨¢nico, as¨ª como las de otras investigaciones anteriores que discurren en la misma l¨ªnea, son ¡°las razonables¡±. ¡°Ya sab¨ªamos que la eficacia era muy alta¡±, sostiene. Y recuerda el debate que se gener¨® entonces, cuando llegaron las primeras vacunas, sobre la pertinencia de incorporarlas o no al calendario vacunal: ¡°Fue pol¨¦mico porque era una vacuna muy cara y la incidencia de c¨¢ncer de cuello de ¨²tero no era muy alta y hab¨ªa que valorarlo. Los tumores se produc¨ªan en gente que se infectaba 10 o 15 a?os antes. Pero ya ve¨ªamos que las relaciones sexuales eran diferentes, empezaban antes y hab¨ªa varias parejas distintas [el riesgo de transmisi¨®n del virus aumentaba], as¨ª que lo vimos como una inversi¨®n de futuro que tendr¨ªa su efecto 10 o 15 a?os despu¨¦s y eso hizo¡±.
Sol¨¦ conviene que, si bien el c¨¢ncer de c¨¦rvix no es muy prevalente ¡ªunos 10 casos por 100.000 mujeres al a?o, seg¨²n la Sociedad Espa?ola de Oncolog¨ªa M¨¦dica¡ª, su impacto ¡°es dram¨¢tico porque se da entre mujeres de 30 a 40 a?os¡±. ¡°Si lo coges a tiempo, el pron¨®stico suele ser bueno¡±, apunta el ginec¨®logo. Gil se?ala que el 40% de los tumores de c¨¦rvix que llegan a la consulta est¨¢n en estadios iniciales y el otro 60% est¨¢n en un estadio localmente avanzado. La supervivencia a cinco a?os oscila entre el 90% y el 40% seg¨²n el estadio de la enfermedad.
Ahora hay una nueva vacuna nonavalente, Gardasil 9, que protege contra el 90% de los tumores de cuello uterino. ¡°Quedar¨ªa el 10%, por eso decimos que sigue siendo preciso hacer citolog¨ªas de vez en cuando para prevenir y detectar posibles lesiones. Se recomienda empezar a hacer estas revisiones a partir de los 25 a?os porque por debajo de esta edad no suele haber estas lesiones y, si las hay, se van solas¡±, apostilla Sol¨¦.
Efectos secundarios
Los inicios de la vacuna contra el papiloma no estuvieron exentos de pol¨¦mica. Sobre todo, cuando empezaron a registrarse presuntos efectos adversos asociados a la inyecci¨®n de la vacuna. En Valencia, dos ni?as fueron hospitalizadas en 2009 tras convulsionar y perder el conocimiento justo despu¨¦s de la inoculaci¨®n de la vacuna. En Canad¨¢ tambi¨¦n se registraron casos y en Jap¨®n incluso se detuvo temporalmente la vacunaci¨®n, recuerda Sol¨¦. Sin embargo, las investigaciones que se realizaron para estudiar estos casos y el seguimiento de posibles reacciones adversas concluyeron que las vacunas eran seguras.
Garc¨ªa recuerda que con el caso de Valencia ¡°se cre¨® una comisi¨®n de expertos y concluyeron que la vacuna no ten¨ªa nada que ver¡±. La epidemi¨®loga Magda Campins y el pediatra Fernando Moraga-Llop concluyen en su libro Vacunas 2016 que en los estudios de seguridad poscomercializaci¨®n se constat¨® que las vacunas son seguras y no se encontr¨® un aumento de efectos adversos serios en las personas vacunadas ni mayor incidencia de s¨ªndromes descritos como Guillain-Barr¨¦, esclerosis m¨²ltiple o tromboembolismo venoso. Y ejemplifican que, si bien la agencia reguladora americana (FDA, por sus siglas en ingl¨¦s) identific¨®, tras su comercializaci¨®n, un posible incremento del riesgo de tromboembolismo venoso en la vacuna tetravalente, el an¨¢lisis posterior concluy¨® que no se pod¨ªa asociar la vacuna con un aumento de este riesgo y reafirmaba la seguridad del f¨¢rmaco.
En Espa?a tambi¨¦n se ha incluido la recomendaci¨®n de la vacunaci¨®n contra el virus del papiloma humano a otros grupos poblacionales, como los hombres que tienen sexo con otros hombres, personas con VIH o trabajadores sexuales (hasta los 26 a?os).
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