Insultos para la audiencia
El gran delito de Montes fue intentar ofrecer cuidados paliativos
Hubo una vez un portavoz del Gobierno llamado Miguel ?ngel Rodr¨ªguez que acaba de ser condenado por injurias. En dos tertulias de dos canales de televisi¨®n, Rodr¨ªguez, cuya condici¨®n de exportavoz (durante dos a?os, a las ¨®rdenes de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar) debiera ser garant¨ªa de mesura, llam¨® nazi varias veces al m¨¦dico Luis Montes, perseguido por el Gobierno de Esperanza Aguirre bas¨¢ndose en unas supuestas sedaciones irregulares en el hospital Severo Ochoa de Legan¨¦s que se demostraron falsas.
El gran delito de Montes, ahora presidente de la asociaci¨®n Derecho a Morir Dignamente, fue intentar ofrecer cuidados paliativos
a los moribundos que acud¨ªan a las urgencias del hospital. Rodr¨ªguez insist¨ªa ayer en un art¨ªculo en que las pr¨¢cticas de Montes
"ya se hicieron famosas en Europa en 1940" y anunciaba que recurrir¨¢ el veredicto. Escritor, contertulio profesional y empresario, puede que Rodr¨ªguez logre un veredicto favorable.
Pero tambi¨¦n podr¨ªa ser que esta sentencia dictada por un juzgado de Madrid y que obliga a Rodr¨ªguez a indemnizar a Montes con 30.000 euros ponga coto al lamentable espect¨¢culo en que ha convertido la vida p¨²blica espa?ola tanto falt¨®n y lenguaraz. Para empezar, el juez considera culpable a Rodr¨ªguez, pero tambi¨¦n a las dos cadenas (Telecinco y TVE) que sirvieron de altavoz al insult¨®n sabiendo como sab¨ªan que este pondr¨ªa una salsa tan picante en este asunto, lo que siempre aumenta las audiencias. El propio acusado explic¨® ante el juez que en el programa La noria hab¨ªan animado a los contertulios a ser "vivaces y pol¨¦micos", lo que para Rodr¨ªguez inclu¨ªa, como se ha podido comprobar, el insulto m¨¢s grotesco.
A principios de abril, el exministro de Fomento tuvo que declarar ante el juez como imputado por injuriar a la polic¨ªa,
de la que dijo que "preconstru¨ªa pruebas" en el caso G¨¹rtel contra el presidente valenciano, Francisco Camps. As¨ª que quiz¨¢ este sea el principio del fin de tanta acusaci¨®n sin fundamento y tanto bocazas con el insulto siempre afilado. La pol¨ªtica de este pa¨ªs no les echar¨ªa de menos: seguro que las televisiones encontrar¨ªan otros m¨¦todos m¨¢s dignos para elevar sus audiencias.
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