El foro de San Sebasti¨¢n reclama a ETA el ¡°fin definitivo¡± del terror

ETA se ha quedado sola dentro y fuera de Euskadi. El respaldo internacional al que se ha venido aferrando hist¨®ricamente, primero para justificar sus objetivos terroristas y despu¨¦s para escenificar la b¨²squeda de una soluci¨®n a ¡°su conflicto¡± lo perdi¨® este lunes, en San Sebasti¨¢n. La autodenominada conferencia internacional de paz, celebrada durante tres horas en el sal¨®n Gandhi del Palacio de Aiete bajo un desbordante despliegue medi¨¢tico, exigi¨® a la banda terrorista que declare p¨²blicamente el cese definitivo de su actividad armada.

La esperada petici¨®n de cese, considerada como el objetivo nuclear de este encuentro, no lleg¨®, sin embargo, a la exigencia de disoluci¨®n de la banda, como plante¨® la mayor¨ªa de las delegaciones asistentes, aunque fue considerada como ¡°determinante¡± en medios pr¨®ximos a los dos Gobiernos, central y vasco, satisfechos ambos por cuanto supone un rechazo definitivo a la violencia. A tal punto llega la favorable acogida al cese de ETA que desde el Ejecutivo vasco se relega el llamamiento hecho al di¨¢logo con Francia y Espa?a ¡°para tratar exclusivamente las consecuencias del conflicto¡±, aspecto que mereci¨® la principal censura desde el PP, ausente de la reuni¨®n.

Y es que la exigencia del fin de ETA ocup¨® el primero de los cinco puntos de la declaraci¨®n, elaborada exclusivamente por el grupo de expertos internacionales: Kofi Annan, Jonathan Powell, Gerry Adams, Bertie Ahern, Gro Harlem Brutland y Pierre Joxe. Su contenido no fue consensuado con el resto del medio centenar de participantes en el foro, que desconoc¨ªan, incluso, su literalidad antes de que Ahern lo leyera en ingl¨¦s a la prensa al t¨¦rmino de la reuni¨®n.

Seg¨²n aseguraron varios de los asistentes a esta conferencia, impulsada desde la ¨®rbita abertzale y canalizada por la red Lokarri y el grupo de contacto del mediador sudafricano Brian Currin, los expertos escucharon las sucesivas intervenciones, de dos minutos cada una, y a su t¨¦rmino se retiraron para elaborar el documento final. Este m¨¦todo motiv¨® que en la declaraci¨®n figuraran conceptos que no fueron expuestos por ninguno de los intervinientes. El caso m¨¢s paradigm¨¢tico afecta a la sorprendente inclusi¨®n, en el punto cuarto, de una controvertida sugerencia a convocar una especie de mesa de ¡°los actores no violentos y representantes pol¨ªticos¡± para reunirse y discutir ¡°cuestiones pol¨ªticas¡± e incluso que pudieran llegar a convocar una hipot¨¦tica ¡°consulta a la ciudadan¨ªa¡± para contribuir ¡°a una nueva era sin conflicto¡±. Algo que no fue planteado siquiera por Rufi Etxeberria, representante en el foro de la izquierda abertzale.

Conflicto vasco tiene un nombre y se llama ETA", afirma Patxi L¨®pez

Esta valoraci¨®n voluntarista de los expertos alimenta la hip¨®tesis de que la conferencia de San Sebasti¨¢n constituye un eslab¨®n m¨¢s de la estrategia trazada por la antigua Batasuna para realizar su progresivo tr¨¢nsito a un nuevo escenario democr¨¢tico, y al que ¨²nicamente pueden aspirar mediante la renuncia expresa de ETA. Es ah¨ª donde, seg¨²n quienes han seguido de cerca la configuraci¨®n de este foro por la paz, resultaba imprescindible disponer de una escenificaci¨®n internacional para que la obligada renuncia de unos y otros a sus fundamentalismos hist¨®ricos fuera interpretada como una sonora derrota.

Con todo, la mayor¨ªa de los asistentes prefieren detenerse en el hondo significado del primer punto de la declaraci¨®n, porque creen que a partir del cese definitivo de ETA el protagonismo sobre el futuro de la paz quedar¨¢ en manos de los pol¨ªticos. ¡°Ya nadie hablar¨¢ de tutelas ni considerar¨¢ a los terroristas un agente pol¨ªtico¡±, admiti¨® a EL PA?S uno de los intervinientes en el foro.

Pero la puerta que la declaraci¨®n abre decididamente al di¨¢logo, supeditada, eso s¨ª, a una ausencia total de violencia, se convertir¨¢ en cuesti¨®n de horas en el argumento preferido de los cr¨ªticos a este foro porque les permitir¨¢ recuperar el latiguillo ya conocido de que ¡°para que acabe ETA, el Gobierno se pondr¨¢ a negociar¡±.

En base al contenido exacto de la declaraci¨®n, es evidente que los expertos dejan en mal lugar a quienes siempre se han negado a las contrapartidas pol¨ªticas para llegar a un escenario de paz. I?igo Urkullu estar¨¢ seriamente contrariado, porque volvi¨® a dejar muy claro en su exposici¨®n que s¨®lo cabr¨ªa ¡°paz por paz¡±. Incluso, el documento final insiste en el concepto de conflicto (¡°¨²ltima confrontaci¨®n armada en Europa¡±), una alusi¨®n predilecta de nacionalistas y abertzales y del que reniega por ¡°injusto¡± el PSE. Al poco de acabar la conferencia, desde Estados Unidos, el lehendakari, Patxi L¨®pez, record¨® que el ¡°conflicto vasco tiene un nombre y se llama ETA¡±.

La puerta que la declaraci¨®n abre decididamente al di¨¢logo se convertir¨¢ en el argumento de los cr¨ªticos

Este tipo de concesiones al argumentario abertzale desagrad¨® a algunos asistentes, pero fue comprendido, en cambio, por muchos otros en reciprocidad, dec¨ªan, a quienes han inspirado la conferencia. ¡°Es la cobertura que necesitaban para justificarse y no hay que darle m¨¢s vueltas, pero no nos podemos olvidar de que esto de la violencia se acaba y es irreversible¡±, a?ad¨ªa un ponente.

Aunque no ha trascendido el contenido de la conversaci¨®n, es muy posible que el consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares, aprovechara su encuentro de 15 minutos con Kofi Annan, ex secretario general de la ONU, para precisarle la orientaci¨®n de la conferencia a la que hab¨ªa sido invitado como gran referente. Ares le detall¨® el dec¨¢logo sobre la paz y la convivencia que L¨®pez present¨® a finales de septiembre en el Parlamento.

Mientras, la izquierda abertzale se siente muy fortalecida tras este respaldo internacional a su apuesta por las v¨ªas pol¨ªticas, precisamente a un mes del 20-N. Conscientes de la trascendencia de la ocasi¨®n que con tanto ah¨ªnco hab¨ªan perseguido, sus representantes dignificaron est¨¦ticamente la reuni¨®n. As¨ª se explica que, por primera vez desde que fue elegido diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano (Bildu) se adornara de una corbata para recibir a los asistentes.