CiU logra su aval a los recortes y al pacto fiscal

El hurac¨¢n del PP en el conjunto de Espa?a se transform¨® en Catalu?a en una imprevista tormenta nacionalista y por primera vez Converg¨¨ncia i Uni¨® gan¨® en unas generales. Para los correligionarios de Artur Mas, este resultado es un aval sin paliativos a su pol¨ªtica al frente de la Generalitat, caracterizada por los recortes sociales y una agenda nacionalista centrada en la defensa del concierto econ¨®mico. Los resultados tambi¨¦n constituyen un mazazo para las aspiraciones de la candidata del Partit dels Socialistes, Carme Chac¨®n, a convertirse en nueva l¨ªder del PSOE.

CiU, con 16 diputados ante los 14-15 del PSC a la espera del recuento final, tiene barra libre para continuar con sus medidas de ajuste al frente de la Generalitat, pues alcanzan una cuota de voto que no ten¨ªan desde los a?os m¨¢s boyantes del pujolismo. CiU no solo gana en sus tradicionales feudos de Girona y Lleida, sino que logra un resultado hist¨®rico en Tarragona y Barcelona. Incluso la capital catalana se rinde ante el candidato nacionalista, Josep Antoni Duran i Lleida.

Las caras de funeral en la sede del PSC vaticinaban una traves¨ªa del desierto a¨²n m¨¢s larga de la que ya preve¨ªan los socialistas catalanes tras verse desalojados de la Generalitat y de Ayuntamientos tan importantes como el de Barcelona. El resultado de ayer es el fin de etapa en el PSC y dificultan enormemente que Carme Chac¨®n pueda intentar el asalto a la secretar¨ªa general del PSOE. Anoche, en contra de lo que pretend¨ªa inicialmente Chac¨®n, la candidata no pudo hacer ninguna referencia a su futuro en el PSOE y solo dijo que los socialistas catalanes ¡°sabremos comparecer en la cita con el futuro¡±. Tambi¨¦n fracas¨® anoche la estrategia de la candidata de rehuir los asuntos identitarios que CiU s¨ª ha conseguido poner en primera l¨ªnea de la campa?a electoral.

Nadie en el PSC esperaba quedar por detr¨¢s de Converg¨¨ncia. Ninguna encuesta lo predijo, ni siquiera las que se publicaron anoche a pie de urna. El PSC perdi¨® la mitad de los votos que recibi¨® en 2008. Es su peor resultado en unas generales y la culminaci¨®n de un p¨¦simo ciclo que desembocar¨¢ en un congreso el pr¨®ximo diciembre que afrontan en un marco muy abierto. De momento, tres candidatos han anunciado que quieren sustituir a Montilla, entre los que destaca por sus apoyos, Pere Navarro, alcalde de Terrassa. Esta semana se sabr¨¢ si Miquel Iceta, viceprimer secretario del partido, tambi¨¦n aspira al cargo, pero el resultado de ayer se lo dificulta, puesto que el electorado ha pedido cambios muy serios en el PSC y ¨¦l forma parte de la direcci¨®n desde hace m¨¢s de 25 a?os.

Con la luz verde del electorado, el problema de Artur Mas es ahora dar salida frente a una mayor¨ªa absoluta del PP a su demanda de que Catalu?a tenga un trato fiscal similar al del Pa¨ªs Vasco. Mariano Rajoy ha dejado claro que no est¨¢ por la labor. Y, de hecho, el presidente Artur Mas no hizo referencia en su comparecencia de anoche a esta demanda.

Pese a la alegr¨ªa de haber vencido por primera vez a los socialistas, CiU sabe que no lo tendr¨¢ f¨¢cil para convivir en una Espa?a dominada por el Partido Popular. Por si las relaciones con el Gobierno central no se plantearan dif¨ªciles en el terreno identitario, CiU puede verse doblemente golpeada si no es capaz de escapar de su dependencia casi total del PP para gobernar en Catalu?a.

Desde hace semanas, CiU est¨¢ intentando un acercamiento a Esquerra Republicana para formar una mayor¨ªa nacionalista y no depender del PP. Los resultados de ayer tambi¨¦n le empujar¨¢n a intentar buscar puntos de encuentro con el PSC, aunque el caos reinante en las filas socialistas hace dif¨ªcil trabar ahora cualquier colaboraci¨®n estable.

A partir de hoy, y pese a que los resultados del PP no son tan buenos como los que logr¨® en 2000, los populares subir¨¢n el precio de sus apoyos a CiU. Por ejemplo, ya han adelantado que aspiran a entrar a formar parte del gobierno del Ayuntamiento de Barcelona, donde los nacionalistas gobiernan con gran debilidad. Ello ser¨ªa la guinda al proceso de normalizaci¨®n del PP en Catalu?a que no hace ni cinco a?os fue barrido de la escena tanto por el tripartito como por CiU.