El PSOE se asoma al abismo en Andaluc¨ªa

Andaluc¨ªa decide hoy en las novenas elecciones auton¨®micas de su historia si finiquita 30 a?os de hegemon¨ªa socialista y pone el Gobierno en manos del PP, que acumular¨¢ as¨ª un poder casi absoluto en Espa?a. O si mantiene en el Ejecutivo andaluz al PSOE, salv¨¢ndolo in extremis del descalabro hist¨®rico que anuncian casi todas las encuestas. Andaluc¨ªa es la ¨²nica autonom¨ªa en Espa?a donde no se ha producido alternancia en el poder desde el comienzo de la actual etapa democr¨¢tica.

La comunidad espa?ola m¨¢s poblada (8,4 millones de habitantes) y con el segundo mayor presupuesto (tras Catalu?a) sufre un 31% de paro, ocho puntos por encima de la media nacional. De los 6,4 millones de andaluces con derecho a voto este 25-M, al menos 1,3 millones son parados (casi el triple que hace solo cuatro a?os).

Por esa herida de la crisis econ¨®mica que ha causado tanto desempleo se ha ido desangrando el principal baluarte socialista. En las elecciones generales del pasado 20 de noviembre, el PSOE perdi¨® 750.000 votos en su territorio m¨¢s fiel.

El primer efecto del desmoronamiento socialista ha sido el ascenso del PP, que se ha convertido en la primera fuerza pol¨ªtica en uno de los pocos feudos que se le resist¨ªan en Espa?a. El 20-N los populares recuperaron el Gobierno central gracias en parte a los casi dos millones de votos que sumaron en Andaluc¨ªa, nueve puntos por encima del PSOE.

El partido de Mariano Rajoy, que gobierna con mayor¨ªa absoluta en la Administraci¨®n central, que manda ya en m¨¢s de 3.000 Ayuntamientos y en 11 de las 17 autonom¨ªas, nunca ha estado tan cerca de ganar el poder en Andaluc¨ªa. Aupado sobre las cenizas de su principal adversario pol¨ªtico, el PP puede obtener un poder casi absoluto en Espa?a si alcanza el Gobierno de la Junta.

El PSOE, en el peor momento de su reciente historia, se enfrenta muy debilitado a la defensa de su ¨²ltimo gran basti¨®n con el estigma infamante de los cinco millones de parados, con un desgaste de 30 a?os de poder incontestable en Andaluc¨ªa y con el tremendo lastre de un esc¨¢ndalo may¨²sculo: el fraude en el reparto de dinero p¨²blico para desempleados, que persigue al actual Gobierno de Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n hasta la ¨²ltima curva de la campa?a electoral.

En esta encrucijada tan especial ¡ª¡°son las elecciones m¨¢s importantes en la historia de Andaluc¨ªa¡±, proclama el candidato popular, Javier Arenas¡ª, hay 6,4 millones de ciudadanos que tienen hoy la posibilidad de dirimir si otorgan el poder absoluto al PP o dan ox¨ªgeno a un PSOE noqueado.

Los socialistas andaluces deber¨¢n iniciar una renovaci¨®n profunda

¡°Estas elecciones han llegado demasiado pronto para nosotros¡±, cuenta un dirigente socialista. ¡°El fantasma de la fracasada gesti¨®n del anterior Gobierno socialista todav¨ªa sobrevuela sobre todos los territorios y aunque estamos recuperando credibilidad en la defensa de los derechos sociales, no ha habido tiempo para que eso cale. En el otro lado de la balanza, el PP, que se present¨® como la alternativa de solvencia y confianza que necesitaba Espa?a para superar la crisis, va de fracaso en fracaso en aquello que la gente m¨¢s apreciaba, su capacidad para gestionar con ¨¦xito la crisis econ¨®mica. La prima de riesgo vuelve a repuntar, superamos de nuevo a Italia en registros negativos, el aumento del paro no cesa y todas las perspectivas son malas. Adem¨¢s, en la vertiente de los derechos ciudadanos, el retroceso con el nuevo Gobierno y sus contrarreformas ha sido incluso mayor del que se esperaba. Y pese a todo, ha pasado muy poco tiempo para que el electorado castigue al PP¡±.

Si el PSOE mantiene el poder en Andaluc¨ªa, el alivio y la esperanza se abrir¨¢n paso en un partido muy deprimido. Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n (Madrid, 1946) se consolidar¨¢ como jefe de los socialistas andaluces y como principal contrapeso al inmenso poder del PP en la mayor¨ªa de las Administraciones. Alfredo P¨¦rez Rubalcaba podr¨¢ rentabilizar la primera noticia positiva desde que lidera el partido.

Si el PP gana por mayor¨ªa absoluta, Gri?¨¢n deber¨¢ hacer las maletas y su partido deber¨¢ iniciar una renovaci¨®n en profundidad en Andaluc¨ªa, donde vivir¨¢ por primera vez en la oposici¨®n.

Si el PP consigue la mitad m¨¢s uno de los esca?os en juego, el PSOE regresar¨¢ a la melancol¨ªa. ¡°Aunque no afectar¨¢ a la estabilidad de la actual Ejecutiva Federal, porque es un resultado que desde el Congreso Federal de febrero estaba m¨¢s o menos descontado y nadie se lo endosar¨¢ a Rubalcaba¡±, se?alan varios miembros de la direcci¨®n socialista. ¡°Otra cosa ser¨¢ si sacamos malos resultados en las elecciones gallegas o vascas¡­¡±.

Para Javier Arenas (Sevilla, 1957) tambi¨¦n puede ser la ¨²ltima oportunidad de gobernar en la tierra donde naci¨® tras haber fracasado en sus tres intentos anteriores como candidato del PP a la presidencia de la Junta de Andaluc¨ªa (1994, 1996 y 2008). Arenas, con un peso may¨²sculo dentro de la direcci¨®n nacional del partido, ha echado el resto en la campa?a andaluza para que su cuarto intento sea el bueno. El equipo del candidato ha jaleado el esc¨¢ndalo del fraude en los fondos p¨²blicos para financiar despidos en Expedientes de Regulaci¨®n de Empleo.

Arenas no ha tenido reparos en exprimir esta baza hasta la ¨²ltima hora de la campa?a electoral pese a los antecedentes del PP en materia de corrupci¨®n. Y pese a que en el ecuador de la campa?a, Jaume Matas ¡ªcompa?ero de Arenas en el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y ex presidente auton¨®mico de Baleares al que pon¨ªan como ejemplo de buena gesti¨®n los l¨ªderes del PP¡ª fue condenado a seis a?os de c¨¢rcel por cinco delitos relacionados con el manejo de dinero p¨²blico. Al candidato andaluz del PP no le import¨® esa mancha en el historial de su partido y sigui¨® con su denuncia por el saqueo de dinero p¨²blico en Andaluc¨ªa.

El caso del fraude en los ERE, que investiga un juzgado de Sevilla desde hace m¨¢s de un a?o, ha ensuciado los mandatos del presidente Gri?¨¢n, y de su antecesor, Manuel Chaves. Desde hace 12 a?os, el Gobierno andaluz subvenciona prejubilaciones dentro de un plan global para ayudar a empresas en crisis. Al menos 270 sociedades se acogieron a esas ayudas p¨²blicas (650 millones de euros) que gestion¨® Francisco Javier Guerrero, director general de Empleo de la Junta de Andaluc¨ªa. Durante su mandato (1999-2008), Guerrero tuvo tres jefes distintos (consejeros de Empleo) que no evitaron el saqueo del dinero p¨²blico con pr¨¢cticas corruptas. O no se enteraron.

El candidato popular ha exprimido al m¨¢ximo el esc¨¢ndalo de los ERE

La gesti¨®n de las ayudas por parte de Guerrero fue tan irregular que permiti¨® que al menos 183 personas, de un total de 6.000 investigadas, cobraran dinero p¨²blico por prejubilaciones de empresas donde nunca hab¨ªan trabajado; fue tan irregular que facilit¨® que de los 75 millones de euros entregados a empresas para planes de reestructuraci¨®n, la inmensa mayor¨ªa recayeran en municipios de una misma zona de Andaluc¨ªa gobernados por el PSOE; fue tan irregular que hasta el propio director general de Empleo y su ch¨®fer, ambos encarcelados en plena campa?a electoral, se autoconcedieron ayudas millonarias con las que despu¨¦s se pagaron la droga que consum¨ªan.

Los socialistas han intentado huir de las acusaciones de corrupci¨®n pero cada d¨ªa decenas de pruebas escapaban a la carrera del juzgado que instruye el caso y demostraban un descontrol considerable en la gesti¨®n de las millonarias ayudas a parados.

En la campa?a electoral, Gri?¨¢n y Rubalcaba se han aferrado a las decisiones de Rajoy para avisar a los andaluces de los efectos perversos que tendr¨ªa una victoria del PP: ¡°Andaluc¨ªa sufrir¨ªa una pol¨ªtica basada en los recortes brutales de gastos, tambi¨¦n en Educaci¨®n y Sanidad, y en la eliminaci¨®n de derechos a los trabajadores a trav¨¦s de la reforma laboral¡±. El ex presidente Chaves ha llegado a decir incluso que si el PP gana y gobierna, peligra ¡°la calidad de la democracia¡±.

En la imparable ola de los tijeretazos p¨²blicos para cumplir con el d¨¦ficit que sacude a todas las Administraciones en Espa?a, Andaluc¨ªa ha preservado de los mismos la Educaci¨®n y la Sanidad. Con ese atenuante, Rubalcaba y Gri?¨¢n intentan rentabilizar el modelo andaluz de gesti¨®n en medio de la peor crisis para convencer al electorado de que el PSOE sigue siendo el ¡°¨²nico camino seguro¡± en Andaluc¨ªa.

En ese empe?o, los socialistas necesitan que casi todos los sondeos se equivoquen y que el PP no saque m¨¢s de nueve puntos de diferencia al PSOE. En 1996, todas las encuestas daban la victoria en votos al candidato del PP, Javier Arenas, aunque ninguna le daba suficientes esca?os para formar Gobierno en solitario. Entonces se equivocaron, Chaves gan¨® las elecciones con holgura y gobern¨®. El PSOE recuerda aquella fecha, pero asegura que las circunstancias son mucho peores para confiar en una remontada por sorpresa.

Lo que ocurra en Asturias, la otra comunidad que se la juega hoy en las urnas con tres partidos disput¨¢ndose una victoria insuficiente (PSOE, PP y FAC), ser¨¢ apenas una propina en relaci¨®n a lo que se dirime en el sur.

Los socialistas tienen la esperanza de recuperar el Gobierno asturiano aunque nada ser¨¢ igual si pierden Andaluc¨ªa. Si eso ocurre, el PSOE habr¨¢ tocado fondo. Nunca antes tuvo tan escaso poder institucional y un futuro tan incierto por delante.