El PSOE entierra el 20-N (en compa?¨ªa)
Los socialistas salen del pozo antes de lo esperado, pero dependen de IU Los pactos en Andaluc¨ªa y Asturias marcar¨¢n los l¨ªmites del giro a la izquierda
La noche electoral del 20-N ¡°cerr¨® un ciclo pol¨ªtico¡±, dice Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. Lo cerr¨® metiendo a todo un partido, el PSOE, en el fondo de un pozo desde el que no se ve¨ªa la luz: los socialistas, en sus horas m¨¢s bajas, hab¨ªan entregado seis meses antes pr¨¢cticamente todo el poder municipal y auton¨®mico al PP, y ahora ced¨ªan tambi¨¦n el Gobierno central. Se desplomaban en sus feudos ¡ªempezando por Andaluc¨ªa¡ª y entraban en una nueva fase que se adivinaba larga y penosa. Nadie pens¨® entonces en una pronta resucitaci¨®n.
Y, sin embargo, las elecciones andaluzas y asturianas del 25 de marzo han venido a despertar al moribundo, mucho antes de lo que se esperaba. El PP empieza a pagar en votos sus medidas de Gobierno. El PSOE no gana votos, pero sube en porcentaje y aspira a gobernar. Ve luz. Hay, eso s¨ª, una puerta que cruzar primero: los pactos con IU, que obligan a los socialistas a dar un giro a la izquierda cuyos l¨ªmites est¨¢n por decidir. La carrera hacia la recuperaci¨®n puede ser limpia o de obst¨¢culos. Riesgo u oportunidad.
¡°No me produce ning¨²n temor el pacto con IU¡±, afirm¨® el propio Rubalcaba, secretario general de los socialistas, en su plet¨®rica rueda de prensa tras los comicios del pasado domingo. El PSOE, record¨®, ya ha estado en esta tesitura otras veces: ha gobernado con IU en ayuntamientos y comunidades y no se ha tenido que radicalizar por ello. En cualquier caso, subray¨®, las pautas de la negociaci¨®n ¡ªen qu¨¦ se cede y en qu¨¦ no¡ª las van a marcar el andaluz Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n y el asturiano Javier Fern¨¢ndez (este lo tiene m¨¢s complicado, porque tambi¨¦n necesita a UPyD). ¡°Tienen manos libres para los pactos¡±, adelant¨®.
El riesgo de que el ¡°maximalismo¡± de IU en algunos temas de pol¨ªtica econ¨®mica haga imposible el acuerdo es minimizado desde la direcci¨®n. ¡°Nuestra experiencia nos dice que IU tiende al maximalismo en la oposici¨®n pero lo aparca cuando hay que pactar un Gobierno. Son razonables, se corresponsabilizan. Adem¨¢s, llegar a acuerdos con IU est¨¢ en nuestra tradici¨®n, no es nada traum¨¢tico. Traum¨¢tico e incomprensible fue pactar con ERC en Catalu?a¡±, afirma un cargo socialista.
Pero s¨ª hay asuntos concretos, hoy m¨¢s que nunca, sobre la mesa, que pueden generar conflicto. ?Qu¨¦ hacer si en Andaluc¨ªa o en Asturias IU propone plantarse frente a la exigencia de reducci¨®n del d¨¦ficit, que implica amputar el gasto p¨²blico? ?Qu¨¦ hacer si surgen reclamaciones hist¨®ricas de IU como la banca p¨²blica o la nacionalizaci¨®n de sectores estrat¨¦gicos (o su traducci¨®n a las competencias auton¨®micas)? Diego Valderas, cabeza de IU en Andaluc¨ªa, habla, por ejemplo, de aplicar en serio la ¡°intervenci¨®n p¨²blica en la econom¨ªa¡±, que ¡°est¨¢ recogida en el Estatuto andaluz¡±.
?Qu¨¦ m¨¢rgenes tiene para el giro a la izquierda el PSOE, que en su ¨²ltimo mandato baj¨® impuestos, hizo recortes, abarat¨® el despido y pact¨® con el PP la modificaci¨®n de la Constituci¨®n para imponer un cors¨¦ al gasto p¨²blico en pro de la estabilidad presupuestaria? ?Se puede prometer la ¡°oposici¨®n ¨²til¡± que defiende Rubalcaba, sin descartar la colaboraci¨®n puntual con el Ejecutivo, y, a la vez, afrontar un proyecto con IU, que aboga por una oposici¨®n dura y sin matices?
Los socialistas sostienen que s¨ª. Recuerdan que Rubalcaba ya inici¨®, apenas abandon¨® el Gobierno, el camino de regreso a pol¨ªticas m¨¢s de izquierdas. Que desde la campa?a de las generales viene insistiendo en los peligros de sacralizar la lucha contra el d¨¦ficit y apostando por una pol¨ªtica keynesiana de inversi¨®n p¨²blica. Que reconoci¨® el error de eliminar el impuesto de Patrimonio y ahora reclama un impuesto a las grandes fortunas. Que rechaza de plano la reforma laboral. ¡°Con el PSOE hay margen para negociar medidas de izquierdas; con quien no lo hay es con el PP. Eso IU lo sabe¡±, se?ala ?scar L¨®pez, secretario de Organizaci¨®n de los socialistas.
En IU, sin embargo, no acaban de fiarse. Piden m¨¢s: ¡°Aut¨¦nticas pol¨ªticas de izquierdas¡± que ellos se arrogan. ¡°El planteamiento ha cambiado. Ya no se trata de acercar los programas, como en otros procesos de negociaci¨®n. Hay que hablar de un cambio en las pol¨ªticas. Este es un tiempo nuevo¡±, avisa Ram¨®n Luque, responsable de Pol¨ªtica Electoral en el equipo de Cayo Lara. ?Y eso qu¨¦ significa? Que IU va a reclamar un ¡°verdadero cambio¡± al PSOE: ¡°Andaluc¨ªa, sobre todo, debe convertirse en un punto de referencia en Espa?a frente al liberalismo. Gri?¨¢n debe decir si est¨¢ dispuesto a hacer una pol¨ªtica realmente distinta a la de Zapatero y Rubalcaba. No es solo cuesti¨®n de programas, es cuesti¨®n de voluntad para quebrar las pol¨ªticas dictadas desde Bruselas¡±. Sin m¨¢s detalles, por ahora.
El PSOE afronta, adem¨¢s, un dilema pr¨¢ctico: intentar formar gobiernos de coalici¨®n con IU en esas dos comunidades ¡ªpara ganar estabilidad y para corresponsabilizar a IU, lo que ayudar¨ªa a mitigar sus exigencias¡ª o gobernar en minor¨ªa con su apoyo parlamentario. La primera opci¨®n es m¨¢s probable en Asturias. En Andaluc¨ªa las relaciones entre PSOE e IU son bastante menos fluidas.
Y tambi¨¦n est¨¢ por ver qu¨¦ le interesa m¨¢s a IU: influir en la pol¨ªtica desde dentro, con mando en consejer¨ªas, o apoyar desde fuera, sin quemarse con los previsibles recortes. Tampoco lo saben a¨²n. ¡°En Asturias todo es m¨¢s f¨¢cil. En Andaluc¨ªa est¨¢n abiertas las tres posibilidades: limitarnos a votar a Gri?¨¢n en la investidura, firmar un pacto de legislatura o entrar en el Gobierno¡±, explica Luque. S¨ª hay algo descartado: dejar pasar al PP, la fuerza m¨¢s votada. ¡°No se repetir¨¢ lo de Extremadura¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.